Adán, el primer hombre, desobedeció el mandato de Dios en el que le dijo que el día que comiere del árbol de la ciencia del bien y del mal, ciertamente moriría. Como resultado de su desobediencia, Adán y sus descendientes llegaron a ser pecadores y por ende no podían continuar teniendo vida eterna. ...
En el comienzo del nuevo año, muchas personas renuevan sus corazones, se establecen metas, y se llenan de esperanza. Se despojan de recuerdos y eventos desagradables y difíciles, y esperan para el año venidero, solamente el desplegar de buenas cosas. Sin embargo, algunas personas, fallan en alcanzar las cosas que se establecen a cumplir, al no poder controlar sus mentes y corazones; mientras que las metas de otros, revientan como burbuja mientras alcanzan eventos más allá de los límites humanos. No obstante, cuando alojamos los deseos del corazón en Dios y fijamos nuestros ojos en Él, nada nos es imposible. Los hijos de Dios atestiguarán la realización de aquellas cosas que esperan.
"porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad" (Filipenses 2:13).
~ De la columna del Rev. Dr. Jaerock Lee "El Manantial de Agua de Vida" en el periódico "The Korea Economic Daily".