Adán, el primer hombre, desobedeció el mandato de Dios en el que le dijo que el día que comiere del árbol de la ciencia del bien y del mal, ciertamente moriría. Como resultado de su desobediencia, Adán y sus descendientes llegaron a ser pecadores y por ende no podían continuar teniendo vida eterna. ...
Entre los peces de acuario más populares de Japón está una carpa conocida como “Koi”. Cuando este pez es colocado en una pecera pequeña, crece entre 5 a 8 centímetros (2-3.1 pulgadas) de largo, entre 15 – 25 centímetros (5.9 -9.8 pulgadas) cuando son puestos en un acuario grande o en un estanque, alcanzado un tamaño máximo de 90 -120 centímetros (35.4-47.2) de largo. Realmente sorprendente, dependiendo del medio ambiente donde habiten, la diferencia en el tamaño de su cuerpo es notablemente grande. El hombre es bastante similar en cuanto a esto concierne. Dependiendo del tamaño del sueño que albergue en su corazón, la manera en la cual la vida de cada individuo llega a realizarse varía drásticamente. Nuestro Dios, el Señor del mundo ilimitado, no desea que seamos confinados por los límites del hombre, una pequeña pecera, sino más bien que soñemos en grande por la fe.
"Abre tu boca, y yo la llenaré” (Salmos 81:10b).
~ De la columna del Rev. Dr. Jaerock Lee sobre la serie “El Agua de Vida” publicada en el periódico The Korea Economic Daily