Adán, el primer hombre, desobedeció el mandato de Dios en el que le dijo que el día que comiere del árbol de la ciencia del bien y del mal, ciertamente moriría. Como resultado de su desobediencia, Adán y sus descendientes llegaron a ser pecadores y por ende no podían continuar teniendo vida eterna. ...
Hubo una época donde yo disfrutaba leer historia de héroes del pasado y solía pensar que cuando aquellos que sufrían sin una causa justa se vengaban, era algo “justo” de hacer. Sin embargo, después que empecé a creer en Dios, llegué a reconocer que mi definición de “justicia” era muy diferente a lo que Dios consideraba “justo”. Por mucho tiempo había pensado que “vengarse” era un acto de justicia pero Dios nos dice “ama a tu enemigo”. Cuando llegué a reconocer el amor de la cruz, había hecho todo el esfuerzo para vivir solamente por la voluntad de Dios y entre más buscaba Su voluntad, mayor paz y bendiciones encontraba en mi camino; la vida de acuerdo a la palabra de Dios en la Biblia es “la justicia verdadera”, un atajo hacia la felicidad.
“Que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad” (Deut. 10:13)