Adán, el primer hombre, desobedeció el mandato de Dios en el que le dijo que el día que comiere del árbol de la ciencia del bien y del mal, ciertamente moriría. Como resultado de su desobediencia, Adán y sus descendientes llegaron a ser pecadores y por ende no podían continuar teniendo vida eterna. ...
Con el avance de la ciencia y la tecnología, en la actualidad es posible hablar o comunicarse con personas en el otro lado del globo a través del teléfono, del Internet, o de un video teléfono. No importa cuan lejos y apartados estén físicamente dos individuos, solamente las conversaciones entre ambos permitirán al corazón de uno expresarse al otro y permitirán al otro comprenderlo. Si nosotros tuviéramos un camino a través del cual pudiéramos confesar nuestro corazón al Dios Omnipotente, sería la oración. A través de ella podemos decirle una serie de problemas que enfrentamos en la vida y el deseo de nuestro corazón, y podemos recibir Su orientación hacia el mejor y más hermoso camino. La oración es un privilegio dado a todos aquellos que creen en Dios y no puede compararse a ninguna cosa en este mundo.
"Mas ciertamente me escuchó Dios; atendió a la voz de mi súplica". (Salmo 66:19) ~ de la Columna del Dr. Jaerock Lee sobre la serie "El Agua de Vida" publicada en el periódico "The Korea Economic Daily".