Adán, el primer hombre, desobedeció el mandato de Dios en el que le dijo que el día que comiere del árbol de la ciencia del bien y del mal, ciertamente moriría. Como resultado de su desobediencia, Adán y sus descendientes llegaron a ser pecadores y por ende no podían continuar teniendo vida eterna. ...
Raramente se logra el éxito sin esfuerzo. Un alumno debe estudiar si quiere lograr buenas notas, y la posibilidad de éxito aumenta cuando un emprendedor se esfuerza. Lo mismo sucede con nuestra vida en Cristo. En la Biblia, en la "Parábola de las Diez Vírgenes" leemos que 10 vírgenes debían esperar al esposo con sus lámparas, pero sólo cinco vírgenes prudentes que habían guardado suficiente aceite pudieron recibir al esposo a su regreso. Las otras cinco vírgenes insensatas se quedaron dormidas y no guardando aceite, no fueron invitadas a la boda (Mateo 25). La Parábola nos está diciendo que el simplemente ser un "Cristiano" no nos garantiza la salvación. Cada uno de nosotros debe siempre velar para que nuestras lámparas de la fe, esperanza y amor no se apaguen jamás.
~ extraído de las series de Columna del Dr. Jaerock Lee "El Camino" en periódico The Hankyoreh.