Adán, el primer hombre, desobedeció el mandato de Dios en el que le dijo que el día que comiere del árbol de la ciencia del bien y del mal, ciertamente moriría. Como resultado de su desobediencia, Adán y sus descendientes llegaron a ser pecadores y por ende no podían continuar teniendo vida eterna. ...
En las zonas volcánicas en Japón, existen parcelas de terreno sobre los cuales pueden verse hojas verdes y frutas tropicales como las naranjas, aún en pleno época invernal. Debido a que los árboles extienden sus raíces por el calor subterráneo de la tierra, las plantas pueden resistir las ráfagas del invierno. Hay momentos en los que culpamos a las tristes circunstancias y malas condiciones que nos rodean. En esos momentos, el lugar en donde decidimos extender nuestras raíces determinará si podremos o no superar esas circunstancias y condiciones. Las personas que han echado sus raíces de fe en Jesucristo llevan vidas llenas de energía como si fuesen árboles siempre verdes.
"...sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti." (Romanos 11:18).
--extraído de la serie de columnas "El Agua de Vida" del The Korea Economic Daily