Adán, el primer hombre, desobedeció el mandato de Dios en el que le dijo que el día que comiere del árbol de la ciencia del bien y del mal, ciertamente moriría. Como resultado de su desobediencia, Adán y sus descendientes llegaron a ser pecadores y por ende no podían continuar teniendo vida eterna. ...
Muchas personas pueden ver el reino espiritual en el momento de su muerte. Aquellos que son salvos pueden ver dos ángeles que esperan para llevarlos al cielo. Los ángeles esperan junto a ellos hasta que sus almas dan su último aliento, y entonces ellos los guían al Cielo. Las personas que son salvas pueden cerrar sus ojos apaciblemente en una luz deslumbradora mientras miran a los ángeles que esperan por ellos. ¿Qué pasa con esas personas que no son salvas quiénes también ven el reino espiritual en el último momento? En sus rostros sólo hay la expresión de terror. Entonces, ¿qué tipo de expresión nosotros queremos tener cuando enfrentemos el último momento de nuestras vidas? Tenemos que llegar a ser uno de los bendecidos que han aceptado a Jesucristo como su salvador y que serán guiados por los ángeles al Cielo.
"Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos" (Hechos 4:12)
Dr. Jaerock Lee De la serie de Columnas 'El Camino' del Dr. Jaerock Lee, publicados en el periódico, The Hankook Daily