La sabiduría de la paz
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Marcha 09, 2014 |
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“Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía” (Santiago 3:17).
Pastor Principal Dr. Jaerock Lee
Para que nosotros podamos cumplir con nuestro trabajo de buena manera en todas las áreas; nuestra familia, escuela, lugar de trabajo, o en el campo empresarial, necesitamos sabiduría para tener paz con todos. Si tenemos este tipo de sabiduría, podemos influenciar e inspirar a muchas personas y ganar sus corazones. Entonces, ¿cómo podemos recibir la sabiduría de la paz con todas las personas?
1. El significado espiritual de la paz
Uno de los diccionarios define la palabra paz como ‘libre de disputas y desacuerdos; relaciones armoniosas’. No obstante, el significado de la paz es ‘tener un corazón amplio y generoso que es capaz de amar a todo el mundo’. Dios desea que Sus hijos en todo momento puedan tener paz.
Es fácil para nosotros tener paz con el tipo de personas que nos agrada, mientras que es difícil con las personas que no nos agradan. Sin embargo, si amamos a Dios, debemos tener paz con los demás con un corazón amplio. No obstante, mientras no tengamos bondad en nuestro corazón, será difícil mantener la paz, sin importar cuánto lo intentemos. Esto se debe a que si encontramos una situación que no nos agrada, nuestro corazón se sentirá perturbado.
Por consiguiente, debemos tener paz con nosotros mismos para que de esta manera podamos tener paz con los demás. Para llegar a hacer esto, debemos darnos cuenta y desechar todas las formas de maldad, como son las enemistades, los celos, la arrogancia, el orgullo y los sentimientos incómodos. Podemos llegar a tener paz con nosotros mismos, solo después de llegar al fin de nuestra batalla contra los pecados y cultivar un corazón santificado. Entonces podemos tener paz con nuestra pareja, hijos, amigos, colegas y con nuestro prójimo. Además, también podemos tener paz con Dios.
Por consiguiente, tener paz con Dios significa no tener ningún muro de pecado que se interponga entre Dios y nosotros. Para tener paz con Dios, primero debemos desechar todas las formas de maldad para que podamos tener paz con nosotros mismos. Y solo después de tener paz con nosotros mismos podremos tener paz con las demás personas.
Jesús mantuvo la paz con todas las personas; no solo tuvo paz con aquellos que eran buenos, bien educados, amables y obedientes. Él sirvió y tuvo paz con aquellos que tenían falta de conocimiento y educación, e incluso sirvió y tuvo paz con los pecadores y recolectores de impuestos. Para tener paz con Dios y los hombres, Él murió por la humanidad que estaba viviendo en el pecado y la maldad.
2. La clave para el éxito es la sabiduría de la paz
Ahora, ¿por qué Dios menciona que es sabio tener paz con todas las personas?
Primero, es porque la paz es la clave para la resolución de todo en la voluntad de Dios. También es el camino de las bendiciones para hacer descender el poder y la gracia de Dios.
Algunas personas poseen un gran conocimiento y una elevada posición social, no obstante, son personas humildes y están en condiciones favorables con personas de diversos orígenes. Otras personas en posiciones similares desprecian a los demás debido a su arrogancia. Aunque quizás posean una inteligencia y habilidad excepcional, pueden sufrir desgracia si desprecian o quebrantan la paz con la gente.
Había una persona llamada Cho Kwang Jo en la Dinastía Joseon. Quería continuar con una amplia reforma para el rey y el pueblo. Quería despojarse de las malas prácticas y las maneras antiguas de los políticos, y hacer fuerte y rico al país. Además de ello, al principio el rey lo apoyó, pero debido a que era demasiado progresista, hizo que otros ministros se pusieran en contra de él. Eventualmente fue acusado falsamente y condenado a muerte. Si hubiera sido un poco más amable en su iniciativa, podría haber visto su sueño hecho realidad.
Una persona puede hacer muchas cosas grandiosas en su trabajo aunque no posea una buena reputación con los demás. Otros pueden insistir en sus propias maneras y sabiduría al punto que herir los sentimientos de otras personas. Este tipo de gente ignora las opiniones y las situaciones de los demás, y simplemente hacen las cosas a su manera. Sus caminos se encuentran en curso de colisión con sus subordinados y superiores por igual. Aunque una persona quizás posea la habilidad y también produzca buenos resultados, si dichos resultados se obtienen por quebrantar la paz, al final no tiene ninguna sabiduría.
Existe otra razón por la cual se dice que la paz es sabiduría. Se debe a que, una vez que la paz es quebrantada, es difícil experimentar cualquier obra de Dios.
La paz es importante para llevar a cabo las obras de Dios. Uno puede ser muy inteligente y puede tener buenas habilidades y talentos, pero sería difícil utilizarlos si se quebranta la paz. Los obreros son quienes planean las cosas y hacen el trabajo, pero es Dios quien les da el fruto de su trabajo. Sin embargo, si quebrantamos la paz mientras trabajamos, significa que le estamos dando a Satanás la oportunidad de traer acusaciones en contra de nosotros. De esta manera, Dios ya no puede obrar a nuestro favor.
A pesar de que los hombres trabajan duro con lo mejor de su sabiduría, no pueden dar buen fruto espiritual. Supongamos que hay una persona que posee talento y además pasión por la obra de Dios. No obstante, cuando el líder le asigna un trabajo a una persona, parece que hay siempre algún tipo de problema que se levanta. Incluso puede causar dificultades para los demás. Entonces, el líder ya no puede asignarle un trabajo a esa persona.
Por consiguiente, es de gran sabiduría mantener la paz durante el cumplimiento de las obras de Dios. Aunque no tengamos suficiente capacidad, cuando estamos unidos en paz, Dios nos da grandes habilidades y garantiza un buen resultado general.
3. Para poseer paz, debemos cultivar la bondad en nuestro corazón
Para poder llegar a tener paz con el resto de personas, debemos poseer bondad en nuestro corazón. Aquellos que quebrantan la paz posiblemente no piensen que son malos. La paz es quebrantada ya que por fuera ellos piensan que están buscando la bondad, pero de hecho están buscando su propio provecho o beneficio. Sin embargo, aquellos que realmente buscan la bondad, no quebrantan la paz.
Las parejas que están casadas tienen problemas porque buscan sus propios beneficios; ellos quieren que su cónyuge se ajuste a sus deseos. Si no buscamos nuestro propio beneficio, sino que nos humillamos a nosotros mismos y nos servimos entre sí, la paz no podrá ser quebrantada con nadie.
Usted busca su propio beneficio si sigue insistiendo en su propia opinión porque discute por lo que parece ser correcto desde su punto de vista, lo que le beneficia y es más conveniente para usted y lo que más lo hace sobresalir. A pesar de que haya aprendido la verdad, mostrará palabras y hechos que no son bondadosos, siempre y cuando no haya cultivado la bondad en su corazón. Si sigue insistiendo en lo que es de mayor beneficio para su vida, es posible que lastime los sentimientos de los demás o actúe indecorosamente con las personas.
Aquellos que tienen un buen corazón serán de alivio para las demás personas. Ellos buscan lo que es mejor para el reino de Dios y, al mismo tiempo, lo que es más beneficioso para los demás. A menos que otros estén tratando de practicar la maldad, tratan de adaptarse a las opiniones de otros en lo mejor de su capacidad. Cuando las opiniones de los demás difieren, a pesar de que su opinión sea la correcta, no insisten en ello. Podemos llegar a aceptar cualquier tipo de personas y cambiar incluso a las personas malas si realmente servimos a los demás, nos sacrificamos y nos humillamos con un corazón verdadero.
Debemos tener mucho cuidado de no comprometernos con la falsedad mientras intentamos tener paz. Si nos comprometemos con la falsedad solo para evitar conflictos o para ganar reconocimiento de los demás, esto no está en conformidad con la búsqueda de la paz. Si un creyente planea no ir a un servicio dominical para complacer a los miembros de su familia, esto no es buscar la paz, sino que es transigir. En este caso, no son solo aquellas personas que intentan detener a un creyente de ir a la iglesia el domingo, sino del mismo creyente que quizás se aparte de Dios y se dirija al camino de la muerte.
Algunos se inclinarán ante ídolos solo para evitar la confrontación con los miembros de la familia. Otros incluso consumen bebidas alcohólicas con sus compañeros de trabajo por la insistencia de sus jefes. Puede que parezca que existe paz por un momento, pero en un sentido espiritual se crea un muro de pecado entre ellos y Dios.
Amados hermanos y hermanas en Cristo: en 1 Pedro 3:11 leemos: “Apártese del mal, y haga el bien; busque la paz, y sígala”. Mantengamos la paz no solo con Dios sino también con el resto de personas. Al hacer esto, ruego en el nombre del Señor que ustedes puedan experimentar la plenitud de las obras de Dios.
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