[El Mensaje de la Cruz] La Sabiduría Oculta que Dios Predestinó antes del Principio de los Tiempos
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Marcha 25, 2007 |
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"Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria" (1 Corintios 2:6-7).
Jesús el hijo de Dios vino a este mundo en carne y fue crucificado en la cruz. Esto sin embargo, era un propósito de Dios dirigido a toda la gente, los pecadores de este mundo. De allí que, todo aquel que llega a creer en Cristo Jesús recibirá perdón de pecados y la salvación, y vivirá una vida bendecida con la autoridad que se le ha otorgado como hijo de Dios.
1.El Camino para la Salvación de la Humanidad Predestinado antes del Principio de los Tiempos
Dios preparó el camino por el cual El salvaría a toda la gente del mundo, quienes se habían convertido en pecadores, y mantuvo Su plan como un secreto hasta el tiempo de Su elección (1 Corintios 2:7). ¿Qué es, entonces, el secreto de la salvación que Dios había escondido antes del principio de los tiempos? Cuando Dios maldijo a Adán y a Eva por haber comido del árbol del conocimiento del bien y del mal, después que ellos fueron tentados por la serpiente, Dios profetizó sobre la salvación de la humanidad. En Génesis 3:15, Él dijo, “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar”. Hablando espiritualmente, “la mujer” representa a Israel, mientras que “su simiente” simboliza a Cristo Jesús quien iba a venir al pueblo de Israel (Apocalipsis 12:5). Dios profetizó la crucifixión de Cristo Jesús, quien habría de venir de entre la nación de Israel, destruir la autoridad del enemigo el diablo y Satanás, y llegar a toda la humanidad. Como el enemigo el diablo y Satanás estaban al tanto de ésto, ellos estuvieron todo el tiempo en una búsqueda desesperada y frenética por la venida del Salvador. Luego Jesús nació en un pueblo llamado Belén en Israel hace 2,000 años atrás y el enemigo el diablo y Satanás trataron de que lo mataran por medio de instigar al Rey Herodes, quien gobernaba sobre Israel en esa época. Dios apareció en el sueño a José, el padre físico de Jesús, y José escapó a Egipto con Jesús. Más tarde en Su vida, el enemigo el diablo y Satanás trataron de que mataran a Jesús en muchas ocasiones a través de provocar a los malvados Fariseos y sacerdotes, pero Dios siempre lo mantuvo a salvo. Cuando el tiempo que Dios había elegido llegó, Jesús fue capturado y murió una muerte atroz en la cruz. El enemigo el diablo y Satanás pensaron que todo estaba resuelto por medio de la muerte de Jesús pero aquí radica el secreto de Dios. Por haber matado a Jesús sin Él haber cometido pecado, el enemigo el diablo y Satanás a la verdad terminaron convirtiéndose en un instrumento en el cumplimiento del plan de Dios.
2.El Enemigo el Diablo Viola la Ley del Reino Espiritual al Crucificar a Jesús sin Pecado
De acuerdo a la ley espiritual expresada en Romanos 6:23, la cual dice “La paga del pecado es muerte”, el castigo de la muerte se aplica sólo a los pecadores. En otras palabras, este castigo no puede ser aplicado a alguien sin pecado. Sin embargo, como el enemigo el diablo mató a Jesús sin que Él hubiera pecado, esto terminó violando la ley del reino espiritual y como precio por su violación, el diablo tuvo que renunciar a su autoridad. La autoridad de gobernar sobre los hombres y llevarlos a la muerte. Aun cuando Jesús murió en la cruz, Él destruyó la autoridad de la muerte y resucitó, pues Él no tenía pecado. De allí que, todo aquel que crea en el Señor, quien murió en la cruz y resucitó, será liberado de la autoridad de la muerte del enemigo el diablo y Satanás y se le permitirá la entrada al cielo (Romanos 5:18-19). Más que eso, la Palabra de Dios en el libro de Génesis que dice: “El te herirá en la cabeza”, fue cumplida. Si el enemigo el diablo hubiera estado enterado del propósito de la cruz, este no hubiera permitido que Jesús fuera capturado y crucificado (1 Corintios 2:8-9). Pero Jesús, quien es uno con Dios, si sabía de este plan, y El murió en la cruz en obediencia a la voluntad Dios y para completar el plan de salvación. Por esta razón, Romanos 10:10 no dice, “Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.”, todo aquel que por fe se vuelve uno con el Señor, puede recibir salvación por la gracia de Dios.
3. Haciéndose Uno por Fe con Cristo Jesús Resucitado
¿Qué significa decir, “Nosotros nos hacemos uno con el Señor por Fe? En Juan 6:56, Jesús nos dice, “El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él”. Comer y beber la carne y la sangre del Hijo del Hombre se refiere a que nosotros estemos haciendo pan de Su Palabra, a que estemos viviendo por ella, y mostrándole a Él, la prueba de nuestra fe. Entonces, nosotros permaneceremos en el Señor y el Señor en nosotros. Por supuesto, no es fácil obedecer y vivir por la Palabra de la verdad inmediatamente después de haber aceptado al Señor. Sin embargo, cuando alguien se esfuerza de corazón por obedecer la Palabra de Dios, Dios reconocerá sus acciones como fe. Hacer pan de la Palabra de Dios y tratar de parecernos a nuestro Señor, son el camino, para que nosotros nos hagamos uno con el Señor por fe. Como 1 Juan 1:7 nos dice, “pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”, cuando caminamos en la Palabra de Dios “la luz”, la sangre de Jesús nos limpiará de todo pecado. Más que eso, nosotros seremos capaces de tomar parte en la gloria de la resurrección y de vivir una vida maravillosa en el reino eterno de los cielos. Un factor crítico con el que hay que batallar en la mente es que hay una gran diferencia entre los nombres “Jesús”, y “Cristo Jesús”. Como leemos en Mateo 1:21, “Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”, por un lado, el nombre “Jesús” se refiere al Salvador “Quien salvará a Su pueblo de sus pecados”. Por el otro, “Cristo” significa “el ungido” y se refiere al Único que está calificado para ser el Salvador. Es un término Griego y su equivalente en Hebreo es “Mesías”. En Coreano o en Inglés, nos referimos al Salvador como “Señor”. De allí que, cuando nos referimos al Salvador como “Señor Jesús” o “Cristo Jesús”, nos estamos refiriendo al Único que ya ha salvado a Su pueblo de sus pecados. Entonces, ¿Cuando se convirtió Jesús en el “Salvador”? Esto sucedió con la resurrección de Jesús después de Su crucifixión y de Su victoria sobre muerte. El nombre “Jesús” es el que Él tenía antes de tomar la cruz y de llegar a ser llamado “Cristo Jesús”, después de Su resurrección. Este es el motivo por el cual Sus discípulos y apóstoles en sus oraciones y predicas se refieren al Jesús resucitado no como “Jesús”, sino que le agregan “Señor” o “Cristo” a Su nombre (Hechos 3:6). En esto radica un significado espiritual muy importante. Cuando nosotros estamos sabedores de la diferencia entre “Jesús” y “Cristo Jesús” y oramos en el nombre de “Cristo Jesús” con un conocimiento claro del plan de la salvación, el enemigo el diablo y Satanás, temblarán de miedo y serán expulsados en la medida que nosotros creamos, confesemos y oremos con la firme creencia, de que lo que es imposible para nosotros, es posible para Dios.
4. Nosotros recibimos el Espíritu Santo si Aceptamos a Jesús como Nuestro Salvador
En el libro del Apocalipsis 3:20, nuestro Señor nos dice, “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”. Todo aquel que abre la puerta de su corazón y acepta al Señor, nuestro Señor le está prometiendo que lo perdonará (1 Juan 1:7) y que estará con él. Abrir la puerta de nuestro corazón requiere de abrir la puerta de nuestra mente. Cuando escuchamos los mensajes de Dios, nosotros no tenemos que aferrarnos a nuestros propios pensamientos y conocimientos sino más bien reconocer y aceptar Su Palabra. Sólo entonces Dios nos dará el Espíritu Santo (Hechos 2:38) y la fortaleza para vivir por la fe verdadera y por Su Palabra. Así es cómo nosotros nacemos de nuevo por medio del agua y del Espíritu Santo, y cualquiera que nazca de nuevo en esta manera es hijo de Dios y su nombre es grabado en el libro de la vida allá en el cielo, donde él entonces tendrá su nueva ciudadanía. Así como hay leyes y reglamentos para obedecer y seguir en este mundo, hay leyes celestiales, la cuales se encuentran en la Palabra de Dios el Creador y Nuestro Padre, y las cuales son para ser obedecidas en la medida que nosotros vivimos por Su Palabra. Cuando caminamos en la luz, nosotros no seremos molestados por el enemigo el diablo y Satanás. Más bien, hasta el día en que lleguemos al cielo, nosotros viviremos bajo la protección de Dios y de Sus desbordantes bendiciones. Hermanos y hermanas en Cristo, de acuerdo a la ley de justicia, Dios ha cumplido el proceso por el cual nosotros vamos a recibir la salvación por medio de la fe, y el plan de salvación ha sido consumado en secreto por la gracia de Nuestro Dios y por el amor de Nuestro Señor. El Dios de amor sigue buscando almas y guiando innumerables almas al camino de la salvación. ¡Yo oro en el nombre del Señor, que cada uno de ustedes pueda aceptar a Cristo Jesús, hacerse uno con Él por fe, y vivir una maravillosa vida eterna con el Señor resucitado en el cielo! Los libros más vendidos del Rev. Dr. Jaerock Lee incluyen: Saboreando la Vida Eterna antes de la Muerte, El Mensaje de la Cruz, La medida de la Fe, Cielo I y II, Infierno y muchos otros.
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