La sabiduría amable
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Marcha 23, 2014 |
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“Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía” (Santiago 3:17).
Pastor Principal Dr. Jaerock Lee
Si nosotros nos hemos despojado de los deseos egoístas y actuamos en la Palabra de Dios, la verdad, podemos recibir la sabiduría celestial y se sienten más cómodos espiritualmente. Podemos discernir claramente lo que es correcto y no será difícil practicar la bondad hacia otras personas. Es posible que incluso suframos pérdida en ese momento, pero creemos que Dios nos devolverá mayores bendiciones. Y aunque Él no lo haga, sentiremos felicidad de practicar la verdad.
Este tipo de personas pueden recibir bendiciones al practicar lo que es de agrado para Dios. Pueden ver claramente el camino de la verdad y brindar respuestas claras a los problemas de las demás personas. Este es el fruto que se obtiene mediante la sabiduría amable. Entonces, ¿qué debemos hacer para recibir la sabiduría amable?
1. El significado espiritual de la amabilidad
Una definición aceptable de la ‘amabilidad’ es ‘ser considerado o bondadoso en disposición; amigable y tierno’. Cuando una persona tiene abundante verdad en su corazón y, al mismo tiempo, tiene la libertad de la verdad, puede dar todo lo que tiene. Este es el significado espiritual de la ‘amabilidad’.
Las personas no solo pueden dar cosas materiales, sino también su tiempo, esfuerzo, interés, servicio e incluso su propia vida. Para poder entregarse a sí mismo por completo, una persona debe estar totalmente llena con la verdad en su corazón y no tener egoísmo. Jesús es el mejor modelo a seguir de renunciar a todo con el corazón de la abundante verdad. Jesús es el Hijo de Dios y en Él no hay pecado ni defecto. Su corazón es en sí mismo la verdad, y vive solo por la voluntad de Dios y ofrece todo de Sí mismo.
Viajando sin comer ni descansar, Él predicó el evangelio del reino de los cielos, y sanó a los enfermos. Él trabajó mucho y derramó tantas lágrimas y finalmente ofreció incluso Su vida por las almas. En Él no había pecado o defecto, pero fue crucificado para salvar a los pecadores que estaban destinados a ir a la muerte eterna. Con sus obras Él salvó innumerables almas y los guió al reino celestial.
Ahora, en comparación con Sus hechos, ¿cómo actuamos? ¿Podemos aceptar de buena manera y asumir pérdidas por causa de los demás? ¿Acaso podemos dar lo que nos pertenece? Si buscamos nuestro propio beneficio, nuestros propios gustos, orgullo, opiniones, y así sucesivamente, no podremos renunciar a nuestro ‘yo’.
2. Las bendiciones recibidas por medio de la sabiduría amable
En este mundo se dice que no es sabio dar sus cosas por los demás. Si alguien da algo, luego quiere recibir más. Se piensa que guardar lo que se tienen es algo sabio. Sin embargo, Hechos 20:35 nos dice: “...más bienaventurado es dar que recibir”.
Cuando nosotros compartimos en el nombre del Señor, recibiremos grandes bendiciones de parte de Dios. Esta es la verdadera sabiduría. Cuando damos más de lo que se esperaba que demos y servimos sinceramente a otros, no sufriremos ninguna pérdida. Al contrario, ganaremos el corazón de las personas, y esto no puede ser comparado con un poco de ganancia en el momento. Es el fruto de la sabiduría que surge de un corazón manso.
Mientras tengan egoísmo, odio y avaricia, no podrán mostrar mansedumbre abundante. Es por ello que el significado de la mansedumbre no es simplemente renunciar a todo. Sino que la verdad debe primero morar abundantemente en el corazón de uno, y en esa verdad, dicha persona tiene que ser capaz de darlo todo.
En Génesis13, cuando Abraham y Lot recibieron bendiciones por parte de Dios y sus ganados eran muchos, sus pastores tenían rencillas porque tenían que dar de comer y beber a sus rebaños en las tierras con recursos limitados. Por esta razón, en Génesis 13:9, él le dijo a Lot: “¿No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la izquierda”.
Entonces, Lot, buscando su propio beneficio, escogió la mejor tierra que tenía suficiente agua. Si Lot había oído que había peleas entre los sirvientes, debería haber advertido severamente a sus sirvientes para que este tipo de noticias no fueran escuchadas por su tío, Abraham. No obstante, Abraham no tenían ningún tipo de molestia hacia Lot. Incluso cuando Lot salió sin saber la gracia que había recibido de él, Abraham tenía tanta mansedumbre de corazón que fue capaz de renunciar a todo y aún más, si la otra persona así lo quería.
Sin embargo, Abraham no sufrió ninguna pérdida en absoluto solo porque él concedió a favor de Lot. Al contrario, él recibió muchas más bendiciones de las que había dado. Debido a que Abraham mostró bondad, Dios prometió que le daría todas las tierras en el norte, sur, este y oeste, y también le daría innumerables descendientes. Ya que Abraham mostró una gran mansedumbre y actuó con mayor bondad de la que se requería de su parte, pudo recibir mayores bendiciones de parte de Dios.
3. La libertad de la verdad que proviene de la mansedumbre
Juan 8:32 dice: “...y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. Para aquellos que no están viviendo por medio de la verdad, esta quizás se pueda sentir como grilletes. No obstante, para aquellos que conocen la verdad y actúan completamente por medio de ella, se sienten libres dentro de la verdad.
Por ejemplo: cuando cometen un crimen y están escapando de la ley, al ver inesperadamente a un policía, se asustarían. Sin embargo, aquellos que guardan la ley de buena manera no tienen este tipo de sentimientos cuando ven a un policía, al contrario, se sentirán más seguros con un policía a su alrededor. Aquellas personas que están viviendo en la verdad saben que la Ley de Dios es el amor de Dios y que es un atajo para recibir bendiciones. Por lo tanto, ellos no tienen temor.
Por ejemplo: si no poseen la fe para guardar el Día del Señor por completo, sentirán que las palabras que dicen que deben dirigir el negocio o no practicar entretenimientos mundanos en el día de reposo, son como grilletes. No obstante, aquellos que verdaderamente guardan el día de reposo desde el fondo de sus corazones, saben que al guardar el día del Señor, ellos reconocer la soberanía espiritual de Dios, y por esta razón tienen paz y reciben bendiciones. Por lo tanto, nos sentimos muy libres por conocer la verdad y vivir según la verdad.
Para dar otro ejemplo, si echamos fuera el odio, entonces nos sentimos libres de toda carga y felices. Las verdad nos hace libres del yugo del pecado y nos libera de la carga del pecado. Si nuestro corazón está lleno con la verdad, podremos de esta manera extender esa libertad a otras personas. No juzgamos ni condenamos a los demás simplemente porque no están viviendo mediante la verdad, sino que al contrario, les animamos para que puedan vivir por la verdad.
‘Ser llenos con la verdad en nuestro corazón’, no es tan solo conocer lo que es la verdad por nuestro propio conocimiento. La última parte de 1 Corintios 8:1, nos dice: “...el conocimiento envanece, pero el amor edifica”. Si nosotros conocemos la verdad como mero conocimiento, significa que conocemos muy poco, y sin embargo, puede llegar a ser arrogante pensar que lo sabemos todo. Por ejemplo, cuando las personas que entienden de la verdad como conocimiento observan a otro individuo que desea ser servido, pronto pueden juzgarlo y condenarlo. Ellos pueden pensar: “Seguro piensa que es importante”, pero ellos mismos no se dan cuenta de que están violando la verdad la cual nos dice que no juzguemos a ninguno de nuestros hermanos.
Por otra parte, aquellos que poseen verdad en el corazón verán a dicha persona desde el punto de vista de su medida de la fe. Pueden discernir lo correcto o incorrecto con la Palabra, pero incluso cuando ven la falsedad en las demás personas, pueden aceptarlos y cubrir sus errores con amor. Debido a que reciben compasión de parte de Dios cuando tienen muchas deficiencias, también muestran compasión a las demás personas.
La gente que posee mansedumbre en su corazón no hiere los sentimientos de otros. Incluso si los demás actúan con maldad, ellos no juzgan, no condenan ni los maltratan. Al contrario, le conducirán a la verdad considerándolo como un alma preciosa. Cuando posee este tipo de corazón, usted ganará la sabiduría para guiar a otros hacia la vida. Esta es la sabiduría que se obtiene por la mansedumbre.
Amados hermanos y hermanas en Cristo: cuando estamos llenos con la verdad y alcanzamos la mansedumbre, estaremos llenos del abundante amor de Dios. Ni siquiera escatimaremos dar cosas a los demás ni sentiremos celos y envidias si a los demás les va bien. Podemos ayudar a otros para que puedan hacer mejor e incluso darles nuestras propias posesiones para que así puedan disfrutar más.
Ruego en el nombre del Señor que ustedes puedan obtener la sabiduría de la mansedumbre, darse cuenta que es más bendecido dar que recibir y que pueden disfrutar de la libertad de la verdad.
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