“No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano”
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Noviembre 23, 2014 |
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“No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano” (Éxodo 20:7).
Pastor Principal Dr. Jaerock Lee
En el diccionario de la RAE, “tomar el nombre de alguien en vano” se define como mostrar falta de respeto cuando se utiliza el nombre de alguien. Por lo tanto, tomar el nombre de Dios en vano, significa utilizar el santo nombre de Dios inapropiadamente, de una manera impía.
Dios no dejará sin castigo a aquellas personas que han tomado Su nombre en vano. Profundizaremos en las tres razones por las que tomar el nombre de Dios en vano es un pecado que merece castigo.
Primero, significa que no creen en Dios el Creador, por lo tanto, es un pecado
De los filósofos que han tratado de mirar profundamente en la vida y todas las cosas, hay algunos que dicen que Dios está muerto, y algunas personas comunes y corrientes imprudentemente dicen que Dios no existe.
Un astronauta ruso dijo que no había visto a Dios después de volar al espacio. Sin embargo, los astronautas norteamericanos dijeron, después de su viaje al espacio, que sintieron la presencia de Dios. El astronauta ruso, debió haber estado consciente de lo pequeño que fue todo lo que vio y exploró, en comparación con todo el universo. No obstante, él dijo que Dios, quien había creado el universo, no existía luego de haber visto tan solo una muy pequeña parte del mismo. ¡Cuán necio es esto!
En Salmos 53:1 leemos: “Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, e hicieron abominable maldad; no hay quien haga bien”. Si usted ve las cosas con un corazón humilde, podemos encontrar todas las pruebas que queramos del Dios viviente (Romanos 1:20).
Además, muchos predicadores testifican del Dios vivo y del Señor Jesucristo. No obstante, si alguien endurece su corazón, rechaza a Dios y por consecuencia toma el nombre de Dios en vano, esto es definitivamente un pecado que lleva a que sea castigado.
Segundo, tomar Su nombre en vano es burlarse de Dios, por esta razón es un pecado
Burlarse de alguien es tratar a dicha persona con irrespeto o ridiculizarla. ¿Quién puede ser considerado sin pecado por atreverse a burlarse de Dios el Creador?
Salmos 96:4 nos dice: “Porque grande es Jehová, y digno de suprema alabanza; temible sobre todos los dioses”. Éxodo 33:20 dice: “Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá”. Tal como está escrito, Dios es grandioso (1 Timoteo 6:16).
Nosotros en Corea ni siquiera llamamos a nuestros padres o a las personas que respetamos a la ligera por sus nombres de pila. Cuando debemos hablar directamente con ellos utilizamos títulos honoríficos. Cuando el pueblo de Israel leía la Biblia, ni siquiera decían el nombre de Dios con sus labios. Cuando el nombre de “Jehová Dios” aparecía en la Biblia, ellos simplemente decían “Adonai”, que significa “Mi Señor”, sin mencionar directamente el gran nombre de Dios.
No obstante, en la actualidad los creyentes utilizan el nombre de Dios o citan la Biblia para hacer bromas sin sentido, lo cual es burlarse de Dios. La Palabra en la Biblia es Dios, por lo tanto, si alguien le falta al respeto, finalmente significa que le faltan el respeto y se burlan de Dios.
Decir una mentira en el nombre de Dios es también tomar Su nombre en vano. Supongamos que alguien tiene una idea personal, pero dice que escuchó la voz de Dios o que recibió exhortación del Espíritu. Si esta persona toma el nombre de Dios de esta manera, es algo realmente grosero.
Dios conoce nuestros corazones, pensamientos, palabras y obras y juzga de acuerdo a lo que hemos hecho. Si creemos esto, no podemos cometer el pecado de atrevernos a tomar el nombre de Dios en vano y burlarnos de Él.
No obstante, en este caso, debemos tener cuidado de una cosa: si nosotros honramos a Dios, debemos tener mucho cuidado acerca de hacer cosas relacionadas con Dios al igual que pronunciar Su nombre.
Cuando leemos o citamos la Biblia, debemos hacerlo de una manera piadosa. Debemos apreciar los santuarios y las cosas allí y tratarlas con cuidado. Si estamos a cargo de las finanzas de la iglesia debemos administrarlas con precisión y mucho cuidado. Si por error rompemos una taza o un vaso en la iglesia, no tenemos que hacernos los desentendidos. Estamos conscientes de que incluso las pequeñas cosas fueron consagradas como posesiones de Dios.
Cuando hablamos acerca de algo que Dios respalda con Su poder, o acerca de las obras del Espíritu Santo, debemos ser prudentes para no juzgar o hablar de manera ruda con nuestros pensamientos carnales. Como se ha dicho, si nosotros reverenciamos a Dios, entonces vamos a tratar todo lo que le pertenece a Dios de una manera piadosa.
Tercero, es en el nombre de Dios que ellos mienten
El Antiguo Testamento muestra que los falsos profetas engañaban a las personas al proclamar algo que Dios no había dicho como si fuera la Palabra de Dios o una profecía de parte de Dios. En Deuteronomio 18:20, Dios advirtió de manera estricta a este tipo de personas de la siguiente manera: “El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no le haya mandado hablar, o que hablare en nombre de dioses ajenos, el tal profeta morirá”.
Si uno se atreve a decir una mentira en el nombre de Dios, el castigo es la muerte y esas personas se llevan a sí mismos hacia el castigo (Apocalipsis 21:8). Si las personas hacen una promesa en el nombre de Dios y no la cumplen, es también una mentira que hacen en el nombre de Dios y así toman el nombre de Dios en vano. Es tal como leemos en Levítico 19:12, que dice: “Y no juraréis falsamente por mi nombre, profanando así el nombre de tu Dios. Yo Jehová”.
Incluso hoy en día algunos creyentes mienten utilizando el nombre de Dios. Normalmente dicen: “Escuché la voz del Espíritu Santo mientras oraba” o “Dios ha cumplido con esto”, a pesar de que no haya sido la Palabra de Dios en absoluto.
Por supuesto, los hijos de Dios deben estar dispuestos a escuchar la voz del Espíritu Santo y ser guiados por Él, sin embargo, no todos los hijos pueden escuchar incondicionalmente la voz del Espíritu. En la medida que ellos desechan los pecados y los reemplazan con la verdad, pueden escucharlo con mayor claridad. Aunque estén dispuestos en cierta manera a escucharlo, hasta que sea un 100%, deben pasar por un proceso de entrenamiento para poder discernir exactamente. De esta manera, si no estamos prestos a discernir con claridad, no deberíamos concluir si algo es, o no, la obra del Espíritu.
Lo mismo se aplica para otras experiencias espirituales, tales como sueños o visiones. Por ejemplo: algunos sueños son dados por Dios, pero otros provienen de los propios pensamientos de una persona y aún otros provienen de Satanás. No podemos decir a la ligera que nuestros sueños provienen de parte de Dios. Y cuando alguien dice que el Espíritu Santo le dijo algo, debemos ser discretos. Tampoco debemos decir ‘si es’ ni ‘no es’ la voz del Espíritu Santo, y necesitamos más discreción.
Algunas personas enfrentan desastres debido a sus propios pecados, sin embargo, ellos dicen: “Dios me ha golpeado”. Cuando las cosas marchan tal como ellos quieren, dicen: “Dios me ha bendecido”. Pero cuando el mismo asunto no sale tan bien después de un tiempo, dicen: “Dios me puso trabas”. Cambian sus palabras de esta manera y habitualmente hacen mal uso del nombre de Dios. Algunos piensan que es la confesión de fe, pero sin cuidado usan el nombre de Dios para jactarse, esto es totalmente diferente.
Aquellos que reconocen a Dios en todas las cosas, tendrán mucho más cuidado de mencionar el nombre de Dios con sus labios e intentarán actuar con la verdad.
Amados hermanos y hermanas en Cristo: Si ustedes honran a Dios de corazón, no tomarán Su nombre en vano y todo lo harán con reverencia a Dios.
Ruego en el nombre de nuestro Señor, que al hacer esto ustedes puedan recibir la honra de Dios y el apoyo a todas sus palabras y obras (1 Samuel 2:30) y ser guiados al lugar más glorioso en el Cielo.
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