«Yo te he constituido dios para Faraón...»
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Abril 12, 2015 |
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«Jehová dijo a Moisés: Mira, yo te he constituido dios para Faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta... E hizo Moisés y Aarón como Jehová les mandó; así lo hicieron» (Éxodo 7:1, 6).
Pastor Principal Dr. Jaerock Lee
Dios llamó a Moisés y lo envió a Faraón para que liberara a los israelitas. No obstante, parecía imposible sacarlos de Egipto.
Los egipcios se beneficiaban en gran manera de los israelitas. No había ninguna posibilidad de que el Faraón liberara a los israelitas solo por la demanda de Moisés, sin embargo, Dios estaba con él. Dios mismo certificó las palabras de Moisés y prometió que manifestaría Su poder. Contando con esta promesa de Dios, Moisés realizó muchas obras poderosas en Egipto.
1. El poder de Dios se manifestó en las diez plagas mediante Moisés, el líder de los israelitas
Moisés llegó a Egipto e hizo llamar a todos los ancianos de Israel. Él les dijo: «Dios ha escuchado su clamor y me ha enviado para rescatarlos de sus dificultades». Como evidencia, Moisés les mostró varias señales.
Al escuchar de parte de Moisés y ser testigos de las señales, los israelitas fueron llenos con gozo y expectativas de su partida de Egipto hacia un nuevo lugar. No obstante, el asunto no fue tan fácil como lo habían pensado. Moisés y Aarón valientemente fueron ante Faraón. Ellos entregaron el mensaje de Dios y le pidieron a Faraón que les permitiera a los israelitas salir del país. No obstante, en vez de dejarlos ir, les incrementó sus tareas y se volvió más duro con ellos. Ellos pensaron que el Faraón los liberaría de inmediato, pero al contario, tuvieron que enfrentar más dificultades y comenzaron a traer sus quejas a Moisés y Aarón.
Debido a que Dios conocía el nivel de fe de ellos, no los culpó por ello, sino que comenzó a mostrarles Sus obras por medio de Moisés. Estas obras fueron las ‘Diez Plagas’.
Estas plagas comenzaron como algo pequeño, pero debido a que Faraón no se arrepintió a pesar de enfrentar desastres continuos, al final el resultado fue la muerte de todos los primogénitos de Egipto.
La primera fue la plaga de sangre. Moisés le dijo a Aarón que golpeara el río Nilo con la vara, y toda el agua en Egipto se convirtió en sangre. Había pestilencia de sangre descompuesta y peces muertos por todas partes. Rápidamente los egipcios comenzaron a cavar pozos en la tierra para obtener agua ya que no podían beber o utilizar el agua que había en el río. Sin embargo, cuando los hechiceros de Egipto también convirtieron el agua en sangre, el Faraón endureció su corazón y no escuchó a Moisés. Entonces, llegó la segunda plaga.
Innumerables ranas salieron del río Nilo y llenaron toda la nación. No solo llenaron las calles sino también las habitaciones, e incluso sus artesas estaban llenas de ranas. Al final el Faraón rápidamente llamó a Moisés y le prometió que dejaría ir a los israelitas si hacía que salieran las ranas, pero después de que llegaran a un acuerdo, él cambió de opinión.
En la tercera plaga, Moisés le dijo a Aarón que levantara la vara y golpeara el polvo de la tierra para que se convirtiera en piojos. Innumerables piojos se volvieron sobre las personas y los animales. Los hechiceros egipcios no pudieron imitar la plaga de piojos ni las plagas que siguieron. No podían cambiar el polvo sin vida de la tierra en piojos vivos. Obras de este tipo solo le pertenecen a Dios el Creador.
Los hechiceros egipcios confesaron que era por medio del poder de Dios, pero Faraón seguía siendo obstinado. Entonces llegó la plaga de moscas. Las moscas cubrieron no solo las casas de las personas sino también la casa de los siervos de Faraón y su palacio. Una vez más, Faraón le pidió a Moisés que eliminara las moscas y luego le prometió que dejaría ir a los israelitas, no obstante, cuando fueron quitadas las moscas, el Faraón no cumplió su promesa.
Luego llegó la plaga de la pestilencia, y la plaga de las úlceras que se infligieron en Egipto. No solo para las personas en Egipto, sino también el ganado sufrió por causa de ellos.
Luego llegó la plaga de la lluvia de granizo que cayó como fuego del Cielo. No solo los sembríos fueron destruidos en Egipto, sino también una gran cantidad de animales y personas que se encontraban afuera. No obstante, los cultivos que quedaron después de la plaga de granizo se acabaron por completo debido a la plaga de las langostas que vino después.
Cada vez que llegó una plaga, el Faraón prometía que dejaría ir al pueblo de Israel, pero cuando pasaba la plaga siempre cambiaba de opinión. Ahora, Moisés había levantado su mano hacia el cielo, y recayó la plaga de las tinieblas sobre Egipto. No hubo luz alguna. No hubo la luz del sol ni de la luna durante tres días.
2. Los significados espirituales en las Diez Plagas
¿De qué manera estos incidentes que Dios permitió que se escribieran en la Biblia con tanto detalle se relacionan con nosotros en la actualidad? Es para recordar que el poder de Dios fue manifestado por todo Egipto por medio de un hombre de Dios llamado Moisés, aunque la razón más importante es el significado espiritual que está en las Diez Plagas que sirven para nuestra instrucción.
Dios utilizó esta situación porque quiere mostrarnos las razones por las que las personas enfrentan desastres y la manera de escapar de dichos desastres. Espiritualmente, Egipto simboliza el mundo lleno de pecado y de maldad (Apocalipsis 11:8). Las Diez Plagas infligidas sobre la vida de los egipcios representan todos los tipos de calamidades que pueden suceder en nuestras vidas en la actualidad.
La plaga de sangre representa el sufrimiento que viene por la falta de una de las necesidades básicas para la vida, el agua. Por lo tanto, espiritualmente simboliza los problemas que enfrentamos en nuestro entorno, tales como nuestro hogar y lugar de trabajo. Por ejemplo: a algunos creyentes les falta sabiduría en la manera de conducir sus vidas y reciben persecución por las personas a su alrededor, en su trabajo u hogar.
La plaga de las ranas simboliza las obras de Satanás que toman lugar en nuestros hogares y lugares de trabajo. Estas causan conflictos entre un marido y su mujer, o problemas en el trabajo o negocios. La plaga de los piojos, espiritualmente simboliza una situación donde las cosas pequeñas de repente salen a la superficie y se convierten en problemas mayores causando mucho dolor y sufrimiento. Un ejemplo de ello es cuando los problemas pequeños entre hermanos siguen creciendo entre ellos, o entre el esposo y la esposa, causando luego problemas mayores. Hasta la plaga de los piojos, si nosotros nos arrepentimos y cambiamos, podemos recuperarnos inmediatamente.
No obstante, a partir de la plaga de las moscas, se crea un muro de pecado en contra de Dios, por lo que necesitaremos arrepentirnos por completo. Las moscas se reproducen en lugares sucios y dondequiera que ellas van esparcen enfermedades. De igual manera, espiritualmente la plaga de moscas representa una situación donde las personas dicen palabras maliciosas provenientes de la maldad de sus corazones, y dichas palabras son esparcidas por todos lados. Esto se convierte en una trampa para ellos, y deben enfrentar enfermedades y problemas.
La plaga de la pestilencia causó enfermedades internas muy graves. Más serio que esto fue la plaga de las úlceras que causó enfermedades externas visibles. La plaga del granizo se refiere a accidentes o incidentes inesperados que causan gran daño a las riquezas y posesiones de las personas. La plaga de las langostas llevó a daños fatales tales como si un negocio cayera en la bancarrota. Peor que esto es la plaga de las tinieblas que causa el fracaso de la esperanza en todos los aspectos de la vida de una persona. Si alguien no se arrepiente, entonces sufre la plaga de la muerte de los primogénitos, que puede causar la muerte propia de alguien o la muerte de una persona cercana.
Las Diez Plagas se hicieron cada vez más graves y fatales a medida que se infligió una por una. Si alguien posee algo de sabiduría, incluso cuando se enfrenta a una «plaga», debe examinar su vida y arrepentirse y actuar apropiadamente a los ojos de Dios.
Amados hermanos en Cristo: cuando las Diez Plagas cayeron sobre Egipto, ninguna de ellas cayó sobre Gosén donde moraban los israelitas (Éxodo 8:22-23). Aunque toda la tierra de Egipto estuvo cubierta de moscas, en Gosén no había ni una sola mosca. No fueron afectados por la peste, las úlceras, el granizo ni las langostas.
En la actualidad, los creyentes que viven en la Palabra de Dios están también experimentando las obras de Dios quien protegió a Gosén. Ninguna epidemia nacional les afecta. Incluso si llegan a tener una determinada enfermedad, una vez que se arrepienten y reciben oración, pueden ser sanados rápidamente. Existe muchos creyentes que han experimentado las obras de Dios.
Innumerables obras poderosas, incluyendo las obras en la Biblia, seguirán sucediendo continuamente. Por consiguiente, les animo a que crean en Dios el Creador que es Todopoderoso y que obedezcan Su Palabra. Ruego en el nombre del Señor que al hacer esto puedan cumplir completamente con la providencia de Dios en estos tiempos finales.
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