Dios el Creador
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Abril 24, 2016 |
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 Pastor Principal Dr. Jaerock Lee
«En el principio creó Dios los cielos y la tierra» (Génesis 1:1).
Si usted es un cristiano, claramente debe entender por qué Dios el Creador puso el árbol de la ciencia del bien y del mal en el huerto del Edén, por qué Jesús es el único Salvador para la humanidad y por qué Dios hizo el infierno.
Las iglesias deberían proporcionar respuestas a las interrogantes sobre estos tópicos y enseñar a los creyentes la providencia de la salvación en la cruz que cubre las cosas profundas y misteriosas escondidas por años. Solo de esta manera podremos poseer fe verdadera. Sobre todo, deberían conocer a Dios el Creador por completo.
1. El Dios que creó los Cielos, la Tierra y todo lo que hay en ellos
Algunas personas de este mundo afirman que no hay dios. Hay otras que adoran a dioses hechos por la imaginación del hombre o algunas imágenes de criaturas. Pero la única Deidad verdadera es nuestro Dios el Creador.
Aunque Él no sea visible a nuestros ojos, Dios sí existe. Él es el Creador y el Gobernador de todo en el universo, incluyendo la humanidad, y Él es el juez. Él trasciende al hombre, que es una mera criatura, y Él es inmensurable. Para el hombre no fácil explicar a Dios. Aun con mucha reflexión o análisis, el ser humano, en su limitado conocimiento, no puede entender por completo a Dios. Pero la Biblia provee una respuesta clara a todo esto.
Génesis 1:1, dice: «En el principio creó Dios los cielos y la tierra». De un estado de inexistencia, en seis días Dios creó los Cielos y la Tierra tan solo con Su Palabra, y en el sexto y último día de la creación, Él creó a Adán, el primer hombre de la humanidad.
Debido a que el hombre fue creado por Dios, instintivamente siente y reconoce desde el fondo de su corazón, la existencia de un ser sobrenatural. En Eclesiastés 3:11 leemos: «Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos». Ya que Dios «ha puesto eternidad en el corazón», la gente de buen corazón reconoce y busca algún tipo de deidad incluso sin haber escuchado o conocer acerca de Dios.
En Romanos 1:20 leemos: «Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa». Y este versículo nos recuerda que, aun sin ver a Dios en persona, podemos saber que Dios el Creador está vivo y que solo hay un Creador.
2. Las evidencias que nos permiten creer en Dios el Creador
Primero: la gente de diversas razas y grupos étnicos en este mundo pueden verse distintas, hablar idiomas diferentes, provenir de entornos culturales singulares y tener otro tono de piel. Sin embargo, cada individuo en el mundo es igual en el hecho de que todos tienen dos ojos, dos oídos, una nariz y una boca, y estas partes están en la misma ubicación en cada persona. Además, aunque existen pequeñas diferencias entre los animales, las aves, los insectos y los peces según sus características, en esencia su apariencia es idéntica en formación, lo que da testimonio de haber sido diseñados y formados por un único Creador.
Si existiesen varios creadores, cada uno hubiese determinado y creado formas y funciones para hombres y animales según sus preferencias personales. Por otro lado, los defensores de la teoría de la evolución afirman que la humanidad evolucionó de animales superiores, que a cambio han evolucionado de formas inferiores de vida. No obstante, como vemos en Génesis 1:21: «Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno», desde el principio Dios creó todo de acuerdo a su género.
Las criaturas de la tierra no evolucionaron de los peces, ni las aves evolucionaron de las criaturas de la tierra. El hombre no evolucionó de un simio. El simio fue creado como simio desde el principio, y el hombre fue creado como hombre desde el principio. De todas las criaturas, solo el hombre fue hecho a imagen de Dios, con espíritu, alma y cuerpo. Sin importar cuánto se asemeje un ser humano a un simio, el simio no puede comprender ni adorar a Dios de la manera que lo hacen los humanos, con un espíritu que está dispuesto a adorarle.
Segundo: las evidencias encontradas en los fenómenos naturales dan testimonio de Dios el Creador con mucha claridad. Tras los movimientos de rotación y traslación de la Tierra, toman lugar fenómenos variados y sistemáticos incluyendo el cambio de noche a día, las cuatro estaciones, las mareas y la circulación del aire.
El posicionamiento y el movimiento celestiales se han establecido para crear el ambiente más adecuado para el sostén de toda forma de vida, incluyendo la vida humana. Las distancias entre la Tierra y el sol, o entre la Tierra y la luna son las apropiadas: el sol, la luna y la Tierra no están ni muy lejos ni muy cerca entre ellos, y sin el mínimo error se han mantenido rotando y girando de modo sistemático por un largo tiempo. El universo no se creó de modo accidental por una gran explosión, o Big Bang, como lo sostienen los defensores de la teoría de la evolución.
Por ejemplo: sabemos que un reloj se compone de un millar de partes que han sido delicadamente ensambladas para operar de modo coordinado. Supongamos que alguien dice: «El momento de una erupción volcánica, todas las partes de este reloj se juntaron por su cuenta y comenzaron a funcionar». ¿Quién creería esa historia? Entonces, ¿cómo podría el universo en el que vivimos, que es infinitamente más delicado que un reloj, juntarse por su cuenta para existir y comenzar a funcionar de modo tan ordenado?
Todo esto es posible porque todo en el universo ha sido diseñado, creado y está funcionando gracias a la sabiduría de Dios. Por estas razones nadie podrá poner excusas ante Dios en el Día del Juicio, ni decir: «No pensé que en verdad existías».
3. Razones por las que la gente no puede creer en Dios
¿Por qué la gente se niega a creer en Dios a pesar de ver aquellas claras evidencias de la creación? La gente tiende a creer solamente en las cosas que son visibles ante sus ojos y tangibles en sus manos. Aceptan las cosas que entienden con su conocimiento y pensamientos. No creerán en la existencia de un Dios invisible ni en las señales, prodigios ni maravillas similares de la Biblia, porque todas sobrepasan la capacidad del ser humano. No obstante, todo el contenido de la Biblia es verdadero.
Tal como lo leemos en Juan 4:48: «Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y prodigios, no creeréis», solo cuando la gente ve señales y maravillas imposibles para la capacidad del hombre puede destruir sus conocimientos y marcos de pensamiento. Cuando las personas ven, escuchan y viven cosas que ningún hombre puede hacer, podrán reconocer el hecho de que la palabra de Dios es la verdad.
Mediante innumerables manifestaciones de Su poder, Dios ha revelado repetidamente a los personajes bíblicos, que Él sí existe. Dios se reveló a Sí mismo por medio de las Diez Plagas ante el incrédulo faraón de Egipto y sus sirvientes. Nuestro Señor Jesús demostró ser el Hijo de Dios por medio de la manifestación de señales y prodigios, mientras que el apóstol Pablo sanaba a enfermos y débiles, expulsaba demonios y revivía a los muertos en el nombre de Jesucristo.
En nuestra generación también hacen falta manifestaciones de la obra de Dios. Para los incrédulos, el poder de Dios es una prueba segura por la que pueden ser llevados a creer en el Dios el Creador que vive. En la Iglesia Central Manmin se han manifestado innumerables señales y prodigios desde su fundación, y las muestras del poder de Dios, cada vez de mayor magnitud, han tomado lugar en el transcurso de los años.
Amados hermanos y hermanas en Cristo:
La evidencia que da testimonio de la existencia de Dios se revela claramente en cada criatura en el universo, en señales y prodigios y en manifestaciones de Su poder. Al creer en Dios y vivir en Sus mandamientos, ruego en el nombre del Señor que ustedes vivan la obra de Dios y que le den la gloria sin medida.
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