La razón por la que clavaron a Jesús en Sus manos y en Sus pies
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Noviembre 27, 2016 |
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Pastor Principal Dr. Jaerock Lee
«Mas Él fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre Él, y por sus heridas hemos sido sanados» (Isaías 53:5).
Jesús sufrió la crucifixión en la providencia de Dios quien anhelaba salvar a la humanidad que había caído en el pecado. ¿Cuál es entonces el significado en la providencia en la que clavaron a Jesús en Sus manos y Sus pies?
1. La razón por la que clavaron a Jesús en Sus manos y en Sus pies
La mayoría de las formas de ejecución terminan en un tiempo relativamente corto sin causar mucho dolor al cuerpo. Por otro lado, la crucifixión inflige gran dolor por un largo período; cuando ambas manos y pies de una persona son clavados a una cruz de madera que luego es levantada de forma perpendicular al suelo, todo el peso del cuerpo cae y el dolor es mayor en los puntos donde han entrado los clavos. Asimismo, dado que los ejecutores evitan clavar las partes vitales del cuerpo, la persona sangra y padece gran dolor y sufrimiento hasta el momento de su último aliento.
¿Por qué razón era necesario que Jesús fuera clavado en Sus manos y Sus pies? Fue para que pudiera redimir a la humanidad de los pecados cometidos con sus manos y sus pies.
En Marcos 9:43-45 leemos: «Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo; mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno». Jesús, quien estaba libre de pecado, nos redimió del pecado cometido con nuestras manos y pies al ser clavado en Sus manos y Sus pies y derramar Su sangre hasta morir.
Es por esto que todo el que acepta a Jesús como su Salvador puede recibir perdón sin tener que cortarse las manos ni los pies al arrepentirse, y además puede despojarse de todo pecado gracias al poder del Espíritu Santo. Para poder perdonar nuestros pecados y evitar que caigamos en el fuego del infierno, Jesús se sometió a los brutales sufrimientos de la cruz.
No obstante, entre aquellos que profesan su fe en Jesús y afirman haberse arrepentido de sus pecados con sus labios, muchos todavía viven en pecado. 1 Juan 1:6 dice: «Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad». Si usted realmente cree que Jesús fue clavado en Sus manos y en Sus pies y que sufrió en la cruz por causa de sus pecados, entonces no debe pecar jamás.
2. Caminar en la luz para ser liberado de la maldición de la ley
Jesús, libre de pecado, fue maldecido en nuestro lugar al morir en una cruz de madera, y quienes creemos esto hemos sido perdonados de todos nuestros pecados y liberados de la maldición de la ley. Los que han creído y han aceptado a Jesús como su Salvador han sido liberados de las enfermedades, las dolencias, la pobreza y todo tipo de desastres.
Por lo tanto, los hijos de Dios que han aceptado al Señor y viven según la Palabra de Dios siempre están bajo Su mirada. Si se encuentran con pruebas y sufrimiento a pesar de vivir según la Palabra, estas vivencias se convierten en bendición. En Santiago 1:12 leemos: «Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman». Como está escrito, superar las pruebas con gratitud produce bendiciones, tanto en lo espiritual como en lo material.
¿Qué debe hacer usted si enfrenta pruebas y sufrimientos por haber dejado de vivir de acuerdo a la Palabra de Dios? Es tiempo de que se arrepienta rápidamente y se aleje de sus caminos pasados. Una vez que usted destruya el muro de pecado y ore con fe, las pruebas y el sufrimiento no podrán nada más que huir. En algunas ocasiones usted quizás enfrente dificultades causadas por accidente y no por su pecado. Aun en medio de esas veces, Dios hará Su obra de acuerdo a su fe si usted confía en Él. Ya que Jesús fue crucificado en la cruz, todos pueden ser perdonados de los pecados a través de la fe y liberados de la maldición de la ley.
¿Significa esto que si confesamos «Señor, yo creo», tendremos la garantía de un perdón incondicional? La Biblia nos dice en 1 Juan 1:7: «Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado». El perdón de pecados es condicional a nuestro «andar en la luz». En ningún lugar en la Biblia encontramos que podemos recibir salvación a pesar de nuestro pecado.
Asimismo, en Mateo 7:21, Jesús nos dice también: «No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos». Por lo tanto, el perdón se otorgará y la salvación perfecta se alcanzará solo si aceptamos a Jesús como nuestro Salvador al arrepentirnos de nuestros pecados y esforzarnos por nunca jamás volver a pecar sino, al contrario, al caminar en la luz.
3. La diferencia entre los relatos bíblicos hablados por los dos ladrones
Cuando Jesús fue crucificado muchas personas se reunieron para insultar y burlarse de Él. A cada lado de Jesús había una cruz sobre la cual se crucificaba a dos ladrones. En relación a esto, Mateo 27:44 dice: «Lo mismo le injuriaban también los ladrones que estaban crucificados con él». Más adelante, en Lucas 23:39-43, vemos que uno de los ladrones «injuriaba» a Jesús mientras que el otro «reprendía» al ladrón.
¿Cómo explicamos las diferencias en los registros? Esto fue parte de la obra de Dios para que los lectores de las generaciones venideras tuvieran una imagen más vívida del evento. Forme una imagen de esto en su mente: tres cruces levantadas en lo alto del Gólgota, una gran multitud reunida para presenciar las ejecuciones inminentes. Había soldados romanos que con sus espadas y escudos trataban de evitar que los espectadores traspasaran los límites.
En tales circunstancias agitadas, una persona a la izquierda del ladrón habría logrado escuchar claramente lo que decía el malhechor, pero no sería respecto al ladrón que estaba al otro lado. En otras palabras, cuando el ladrón arrepentido reprendió al otro ladrón que insultaba a Jesús, podría haber parecido que en realidad estaba reprendiendo a Jesús. Sin embargo, la gente que estaba junto a Jesús, en el lado del ladrón arrepentido, con claridad podían escuchar las palabras de ambos ladrones y las de Jesús, y registrar el evento con exactitud.
Claro está que el Dios todopoderoso puede revelar al escritor de la Biblia cada detalle ocurrido, pero al permitir estas diferencias en los registros Dios ha hecho posible que las personas lean la Biblia con la inspiración del Espíritu Santo para tener una imagen más vívida de la crucifixión de Jesús, lo cual se compara con una película vista en una pantalla gigante en un teatro bien equipado.
Por eso es que cuando encontramos partes de la Biblia que no concuerdan con nuestra manera de pensar, en lugar de juzgarlos con pensamientos y estándares carnales debemos comprender, ante todo, el significado espiritual con la inspiración del Espíritu Santo.
Amados hermanos en Cristo: ahora que ustedes han aprendido por qué Jesús fue clavado en Sus manos y Sus pies, deben recibir el perdón de sus pecados por medio de su fe en esto. Ruego en el nombre de nuestro Señor que sus manos y pies sean mensajeros bendecidos que difunden el amor del Salvador y que lleguen a entender la Palabra de Dios con la inspiración del Espíritu Santo y a disfrutar la autoridad y las bendiciones a las que se han hecho acreedores como hijos de Dios.
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