Dios el sanador (2)
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Septiembre 24, 2017 |
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 Pastor Principal, Dr. Jaerock Lee
«Y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador» (Éxodo 15:26).
Toda persona puede ser sanada de cualquier tipo de enfermedad siempre y cuando resuelva el problema de su pecado y crea que no hay nada imposible para Dios. Analicemos lo que tenemos que hacer para recibir la sanidad.
Primero: destruya rápidamente el muro de pecado
Isaías 59:1-2 dice: «He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír».
Esto significa que el muro de pecado entre usted y Dios hace imposible recibir bendiciones de parte de Él. Por lo tanto, para poder experimentar Su obra, usted debe hacer tres cosas: arrepentirse de sus pecados por completo, cambiar y destruir el muro de pecado. ¿De qué debe arrepentirse específicamente?
1) Debe arrepentirse de no haber creído en Dios y no haber aceptado a Jesucristo.
Dios nos creó y Él nos ama. Él entregó a Su Hijo unigénito como expiación por nosotros. Si usted no ha reconocido ni ha creído en este gran amor de Dios, ha cometido el mayor pecado de todos. Como puede ver, debe arrepentirse de no haber creído en Dios y no haber aceptado a Jesucristo. Entonces Dios le dará el Espíritu Santo como un don. Al recibir el Espíritu Santo, las enfermedades no graves pueden ser quemadas por el fuego del Espíritu Santo y usted quedará limpio de inmediato.
2) Si usted ha aceptado al Señor, pero está enfermo, debe arrepentirse de no tener fe verdadera.
Aunque usted profese su fe en Dios con sus labios y su asistencia a la iglesia, es posible que no tenga certeza de su fe y quizás no ha aceptado al Señor como Salvador en su corazón. Tal vez tenga dudas sobre las obras de sanidad mediante el Espíritu Santo o al tener un problema quizás confíe en el mundo en lugar de creer en Dios.
En 2 Crónicas 16, el Rey Asa creyó en Dios y experimentó obras sorprendentes en el comienzo de su reinado. Pero más adelante se corrompió y se distanció de Dios. En 2 Crónicas 16:12 leemos: «En el año treinta y nueve de su reinado, Asa enfermó gravemente de los pies, y en su enfermedad no buscó a Jehová, sino a los médicos».
Dios es nuestro Padre. Él está lleno de amor y Él es Todopoderoso. Si usted tiene fe verdadera en Dios, dependerá únicamente de Él. En la medida que depende del mundo, usted demuestra su falta de fe en Dios.
Si usted incurre en alguna de las situaciones aquí expresadas, debe arrepentirse de no haber creído en Dios. Debe depender únicamente de Dios y mostrar su fe espiritual en Él. Entonces, sin duda él le dará una respuesta.
3) Usted debe arrepentirse de no guardar los mandamientos.
1 Juan 5:3 dice: «Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos». En Proverbios 8:13 leemos: «El temor de Jehová es aborrecer el mal...». Si usted vive en pecado, aunque confiese su fe y su amor a Dios, está mintiendo (1 Juan 2:4).
No se puede recibir respuestas a nuestras oraciones por sanidad, ni tampoco bendiciones, a menos que intentemos guardar los mandamientos de Dios que nos dicen lo que debemos hacer, lo que debemos cumplir y aquello que debemos desechar. Por lo tanto, usted debe arrepentirse de no guardar los mandamientos, de no haber amado a los demás y de no trabajar con fidelidad. Si usted se arrepiente y vive de acuerdo a la Palabra con amor por Dios, Él lo sanará y le dará respuestas.
4) Debe arrepentirse de intentar cosechar sin sembrar.
En Gálatas 6:7b se expresa: «... pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará». Es decir, usted debe sembrar semillas de fe ante Dios si desea recibir bendiciones de parte de Él. En otras palabras, debe plantar semillas de tiempo, esfuerzo y energía. Por ejemplo, usted debe adorar y orar en espíritu y verdad, trabajar fielmente para el reino de Dios y dar sus diezmos y ofrendas.
En Mateo 6:21, Jesús dijo: «Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón». Dios recibe el aroma de su corazón contenido en sus obras, en lugar de la obra en sí o de la cantidad que entregó. si usted agrada a Dios con el aroma de su corazón, su fe y su amor, las respuestas y las bendiciones descenderán rápidamente.
Si usted ama a Dios, sembrará semillas de fe con diligencia, incluso cuando no tenga un problema específico. Será tan solo por su gratitud por haber recibido salvación, y por el amor y la gracia de Dios. Usted meditará en qué más puede ofrecer y cómo retribuir la gracia recibida. Con este sentir, se dedicará a la oración ferviente, a trabajar con fidelidad y dar ofrendas a Dios. Sus ofrendas serán mayores a las recibidas o más de lo que ha sembrado. Si usted tiene un problema que requiere una respuesta especial, deberá plantar una semilla de fe con mayor fuerza.
Segundo: obtenga la certeza espiritual de haber sido sanado
En Isaías 53:5 leemos que «por Sus llagas hemos sido curados». Jesús no pecó en absoluto. Por consiguiente, Jesús derramó Su sangre preciosa para redimir a la humanidad de todos sus pecados. Una vez que usted pida la sanidad en el amor del Señor, su Redentor, debe confesar que ya ha sido sanado y también debe regocijarse y agradecer. Entonces Dios le dará la fe espiritual para recibir la respuesta.
No obstante, en este punto usted debe recordar que el tiempo de recepción de respuestas difiere de persona a persona. Algunos son sanados el instante mismo que reciben oración, pero otros parecen necesitar más tiempo para ser sanados por completo. Dios obra de acuerdo al corazón y a la condición de cada individuo. Supongamos que alguien parece llevar una vida cristiana sin vacilaciones después de haber sido sanado. Aunque tenga una fe pequeña, podrá recibir respuestas inmediatas. Algunos son sanados poco a poco a medida que crece su fe y otros reciben sanidad después de que su fe ha madurado. Esto se debe a que la salvación de las almas es el objetivo principal en la sanidad de enfermedades. Por ende, aunque usted fue sanado, si comete pecados de nuevo, puede contraer la enfermedad otra vez.
En Juan 5:14, Jesús dice: «Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor». En otras palabras, Él dice que, aunque usted ha sido sanado por fe, sus enfermedades pueden empeorar si se da al pecado otra vez. Por consiguiente, es importante que usted siga intentando vivir de acuerdo a la Palabra de Dios después de su sanidad. Solo si pide con este corazón veraz, Dios le dará las respuestas más rápido, al igual que abundantes bendiciones.
Amado hermano en Cristo: si usted cree en Dios con el corazón y se arrepiente, no puede cometer el mismo pecado otra vez. Claro está que es posible que no logre vivir por completo según la Palabra. Pero si ora y se esfuerza mucho, Dios le dará fuerzas para vivir por Su Palabra. Y Él le dará fe, sanidad y respuestas espirituales. También le dará la bendición de la prosperidad de su alma, éxito en todo y buena salud. Cuando termine su vida en este mundo, Él lo guiará al cielo eterno.
Le animo que recuerde que la salvación es más importante que la sanidad y las respuestas. Ruego en el nombre del Señor que pueda recibir respuestas a todas sus oraciones.
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