Mi fe y la fe dada por Dios
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Febrero 25, 2018 |
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 Pastor Principal, Dr. Jaerock Lee
«Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. Entonces él se levantó en seguida,
y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa» (Marcos 2:5, 12).
Cuando Jesús estaba en Capernaum, un hombre paralítico llegó a la casa donde estaba Jesús. Había oído hablar de Jesús antes y llegó con la ayuda de sus cuatro amigos que lo llevaron en un lecho. Pero por causa de la multitud, no podía ingresar a la casa. Sus amigos abrieron el techo de la casa y bajaron el lecho. Al final lo pusieron delante de Jesús y, al ver la fe, Jesús lo sanó enseguida.
Como en su caso, nada es imposible con fe. Ahora vamos a profundizar en cómo recibir la respuesta rápidamente cuando se trata de la fe.
1. Debemos mostrar fe de nuestra parte, que significa establecer un «pilar de la fe».
En este caso, «mostrar fe de nuestra parte» se refiere a nuestra fe en general, es decir, la fe como conocimiento. Nosotros creemos que Dios creó los Cielos y la Tierra y todo lo que hay en ellos con Su Palabra. Además, creemos que Él murió en la cruz por nuestros pecados y que resucitó al tercer día. Esta es la fe como conocimiento que podemos tener por nuestra parte. Es la fe que se obtiene por escuchar los sermones o por leer la Biblia. Simplemente juega el papel de apoyo o pilar que nos permite recibir la fe espiritual que viene de parte de Dios y que hace descender las respuestas.
El hombre paralítico y sus cuatro amigos también poseían este pilar de fe. Ellos creían que Jesús podía sanar enfermedades. Y mostraron que su fe era verdadera por medio de sus acciones. Se esforzaron, de manera firme, para establecer un «pilar de fe» por parte de ellos. Jesús vio su fe en sus acciones y respondió de inmediato diciendo: «Hijo, tus pecados te son perdonados».
Aun hoy, para poder recibir los deseos de nuestro corazón, hemos de demostrar nuestra fe con acciones y de este modo preparar el «pilar de la fe». Hay un mínimo pilar de la fe que debemos mostrar para recibir las respuestas. Solo cuando se acerquen al menos con la fe como conocimiento por escuchar los mensajes básicos tales como Dios el Creador y Por qué es Jesús nuestro único Salvador, podrán experimentar las divinas obras sanadoras. Algunas personas, aunque son creyentes, se involucran en accidentes o que contraen enfermedades graves y se acercan para recibir oración. Entonces tienen que conocer los dos mandamientos más fundamentales; Guardar el día del Señor como un día santo y dar el diezmo, y arrepentirse de no haberlo hecho (Santiago 2:26).
Cuando mostramos nuestra fe en acciones, podemos establecer un firme pilar de la fe para recibir respuestas de parte de Dios. En algunos casos, tienen que orar fervientemente e incluso ayunar si el Espíritu los motiva para recibir las respuestas. Dependiendo de la medida de fe de cada uno, deben también realizar buenas obras tales como evangelismo, servicio voluntario u obras de caridad mediante la exhortación del Espíritu.
Cuando ustedes muestran su fe con acciones, que es establecer un pilar de la fe por su cuenta, pueden recibir la fe de lo alto.
2. No debe haber ninguna barrera de pecado delante de Dios.
El versículo 5 de la lectura bíblica de hoy, dice: «Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados». Debido a que Jesús conocía la ley espiritual muy bien, le dio primero el perdón de sus pecados antes de la sanidad.
Isaías 59:1-2 dice: «He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír». Si tiene un muro de pecado en contra de Dios, a pesar de haber preparado el pilar de la fe, no pueden recibir respuestas de parte de Dios.
Con una barrera de pecado, Satanás puede causar pensamientos negativos y, de esta manera, el pilar de la fe no puede ser establecido con firmeza. Puede causar que las dudas bloqueen la posible respuesta, y entonces pueden incluso perder su fe como conocimiento. Es posible que consideren el testimonio de otras personas o sus propias experiencias en el pasado como coincidencias. Por consiguiente, para que puedan recibir su respuesta con fe, no deben tener ninguna barrera de pecado.
Ahora, ¿hay alguien que se desanima pensando que Dios no le dará una respuesta porque cometió pecados? En 1 Juan 1:9 leemos: «Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad». De acuerdo con este versículo, si existe un muro de pecado, debemos confesar nuestros pecados delante de Dios, con honestidad. Si nos apartamos del pecado y caminamos en la Luz podemos ser limpios de todos los pecados mediante la sangre de Jesús.
Al no tener pecado de esta manera, si hemos creado un buen pilar de la fe, significa que hemos terminado la preparación para recibir la respuesta.
3. Tienen que recibir el regalo de la fe espiritual de parte de Dios.
No importa lo bien que nos hayamos preparado, no podemos recibir la respuesta hasta que Dios no nos dé fe espiritual. En el versículo 11 del pasaje de este día, Jesús le dijo al hombre paralítico que estaba en un lecho y fue bajado desde el techo: «Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa». Estas no eran palabras por la fe del paralítico ni la fe de sus amigos. Era una confesión de fe de parte de Jesús.
El hombre paralítico y sus amigos establecieron el pilar de la fe y Jesús puso la fe espiritual sobre ese pilar. Y luego el milagro sucedió. El hombre paralítico se levantó por su propia cuenta, tomó su lecho y caminó de regreso a su casa. Si la fe espiritual, con la cual podemos creer desde el corazón, desciende de lo alto, el cambio puede darse de manera instantánea.
El caminar sobre el agua del discípulo de Jesús, Pedro, no ocurrió a través de la propia fe de Pedro. Él creyó que un milagro podía suceder si se encontraba con Jesús. Es por ello que él le dijo a Jesús: «Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas». Esto significa que él estableció el pilar de la fe. Cuando Jesús le dijo que se acercara, Pedro recibió la fe espiritual desde lo alto y pudo caminar sobre el agua.
Pero entonces, mientras Pedro caminaba sobre el agua, él tuvo miedo del viento y comenzó a hundirse. Es decir, cuando el pilar de la fe de Pedro comenzó a tambalear y luego caer, el milagro de caminar sobre el agua también se terminó. Este es un principio espiritual que ustedes deben comprender a cabalidad.
Por eso, deben establecer el pilar de la fe con todas sus fuerzas, y orar para que Dios el Padre pueda darles la fe espiritual de lo alto sobre su propia fe. Ustedes no deben actuar con imprudencia o presunción de acuerdo a sus propios caminos y pensamientos que dicen que han orado y ayunado. Si realmente creen en Dios el Padre con su corazón, deben esperar a recibir la fe espiritual desde lo alto.
La respuesta se recibe en el momento cuando Dios les da el don de la fe espiritual. Al igual que la tierra seca se moja por la lluvia, cuando el corazón se llena con la fe dada por Dios, se resolverá cualquier tipo de problema.
Queridos hermanos en Cristo: Dios puede contestar las oraciones de aquéllos cuyas almas prosperan (1 Juan 3:21-22). Pero debemos recordar que recibir grandes respuestas para el reino de Dios no es algo que se puede lograr por el esfuerzo individual de una sola persona. Toda la iglesia debe establecer el pilar de la fe juntos. Ruego en el nombre del Señor que puedan comprender bien este principio espiritual para que puedan recibir respuestas a todas sus oraciones y que den gloria a Dios.
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