Dios el Sanador
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Agosto 26, 2018 |
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“Y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador” (Éxodo 15:26).
Dr. Jaerock Lee,
Senior Pastor of Manmin Central Church
Presidente de Iglesia Unida de Jesucristo
Presidente Permanente de la Asociación Misión Cristiana Mundial de Avivamiento
Fundador y Presidente del Consejo de la Red Cristiana Global (Global Christian Network)
Fundador y Presidente del Consejo de la Red Mundial de Médicos Cristianos (World Christian Doctors Network)
Fundador y Presidente del Consejo del Seminario Internacional Manmin
Fundador y Presidente del Consejo del Seminario Teológico Alianza Santidad
Doctorado en Ministerio, y Doctorado Honorario en Divinidad
Sus sermones fueron televisados por la Compañía Televisiva Far East y la Estación Televisiva Asia.
Sus columnas cristianas son publicadas en El Chosun Ilbo, El Daily JoongAng, El Dong-A Ilbo, El Hankook Ilbo, El Seúl Shinmun, El Hankyoreh Shinmun, El Kyunghyang Shinmun, El Korea Economic Daily, El Shisa News, y la Prensa Cristiana.
Él ha dirigido cruzadas en la ciudad de Nueva York, Washington D.C., Baltimore, Maryland, Los Angeles, y en Hawaii de los Estados Unidos; Japón; India; Pakistán; las Filipinas; Argentina; Honduras; Perú; Rusia; Alemania; Kenia; Tanzania; Uganda; la República Democrática del Congo; Jesusalén en Israel; y Estonia.
Dios es el mismo ayer y hoy. Hoy, como siempre, él quiere que sus hijos amados no tengan ningún tipo de relación con la enfermedad y que lleven un estilo de vida saludable. Y no hay efecto sin causa, cada enfermedad tiene su causa. Por lo tanto, cuando usted entiende las causas de las enfermedades, no es difícil de recibir sanidad. Ahora, profundicemos en las causas de las enfermedades y la manera de encontrarnos con Dios, quien es nuestro Sanador.
1. Paso de preparación: la fe que Dios quiere
Los cuatro Evangelios registran el ministerio de Jesús. A través de Él, los ciegos recuperaron la vista, los sordos oyeron, los cojos caminaron y saltaron y los leprosos fueron limpiados. Todo tipo de enfermedades fueron sanadas, e incluso algunos muertos fueron resucitados.
Aunque Jesús tenía ese gran poder, no todas las personas fueron sanadas. El resultado dependía de si ellos tenían fe dada por Dios o no. Cuando venían ante Él con esa fe, ellos podían recibir respuestas a cualquier tipo de problemas (Mateo 9:18-26; Marcos 10:46-52). Incluso cuando ellos mismos no podían venir a Él, sus familiares venían en su representación, pedían con fe y recibían las respuestas.
Marcos capítulo 2 escribe acerca de un hombre paralítico y sus amigos. No podían llegar a donde estaba Jesús debido a la multitud. Así que quitaron el techo por encima de Él y bajaron la camilla en la que el paralítico yacía. Lo hicieron así porque tenían fe de que él recibiría sanidad tan pronto como lo llevaran a Jesús. Jesús vio su fe y sanó al paralítico. Él se levantó y caminó. Como se describe en este incidente, necesitamos preparar nuestra vasija para recibir respuestas de Dios y la vasija es la ‘fe’.
Incluso las enfermedades terminales e incurables a ojos de la medicina pueden ser sanadas por el poder de Dios. Este poder puede hacer que aquellos en sillas de ruedas caminen y salten, los ciegos vean y los mudos hablen. Y la gente en una disyuntiva entre la vida y la muerte pueden recuperarse a través de la oración. Sin embargo, para recibir sanidad, primero debemos entender las causas de las enfermedades.
2. Causas de las enfermedades
1) Pecado
Cuando en el principio Dios creó los cielos, la tierra y todas las cosas, no había enfermedad, ni dolor, ni desastres, ni muerte. Pero después de que el primer hombre, Adán, pecó y fue echado fuera del jardín del Edén, todas las cosas en la tierra cayeron bajo maldición y comenzaron a existir muchos gérmenes, virus y cosas impuras. También surgieron las enfermedades ocasionadas por contaminación y males congénitos y adquiridos que ocasionan deformidades del cuerpo.
Éxodo 15:26 dice: “Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador”. Esto implica que una causa de las enfermedades es el pecado y cuando vivimos sujetos a la Palabra de Dios no tendremos enfermedades y Dios nos protegerá.
Por supuesto, hay algunos casos excepcionales como el hombre ciego en Juan capítulo 9. Excepto por tales casos, la mayoría de las enfermedades vinieron del pecado. Por tanto, usted debe resolver primero el problema del pecado. Por esta razón, Jesús perdonaba a las personas de sus pecados antes de que él los sanara de sus enfermedades (Marcos 2:5). Entonces, usted debe arrepentirse de no haber vivido conforme a la Palabra de Dios.
2) Infracción del orden del mundo físico
Si usted continúa haciendo algo que puede dañar su cuerpo, es probable que enfermará. Por ejemplo, usted puede agotarse y exigirse más allá de su límite físico. Quizá tenga hábitos de alimentación irregulares o coma demasiado, o quizá su dieta no esté bien balanceada. Quizá fuma o toma alcohol. Aunque sabe que no son buenos para su salud, quizá no sea capaz de controlar sus deseos, o es negligente para cuidar su cuerpo debido a la avaricia. Entonces, usted enfermará. Todas estas acciones infringen el orden del mundo físico que Dios estableció y cuando usted rompe el orden y las leyes de este mundo, no puede recibir la protección de Dios.
Usted debe cuidar y proteger su cuerpo que Dios le dio y mantenerlo santo. Debe arrepentirse si no actuó adecuadamente ante los ojos de Dios.
3) Causas neurológicas o mentales
Si usted está estresado debido a la ansiedad, las preocupaciones o si alberga enojo grave, odio y pesar, esto puede ocasionarle desórdenes neurológicos y mentales. Algunos ejemplos de enfermedades ocasionadas por el enojo son los desórdenes mentales como la neurosis, la psicosis, la depresión y otros similares. Tales enfermedades mentales a menudo llevan a otras enfermedades físicas. También hay personas que son poseídas por las fuerzas de las tinieblas cuando son débiles mentalmente y rinden sus pensamientos y corazones.
Filipenses 4:6 dice: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”. 1 Tesalonicenses 5:16-18 declara: “Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”. Hebreos 12:14 dice: “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor”. Cuando usted vive por las escrituras, no tendrá dichas enfermedades mentales.
Cuando tiene enemistades, enojo y rencores, no puede perdonar a otros y quizá los culpe o los odie. Cuando no puede sentir gratitud y gozo, cuando se queja y se preocupa, la razón por la que lo hace usualmente se sitúa en una falta de confianza en Dios. No es correcto a los ojos de Dios, así que tiene que arrepentirse de ello.
4) El enemigo el diablo y Satanás
Cuando las personas están poseídas por demonios o por Satanás, ellos pueden sufrir de algunas enfermedades ocasionadas por los demonios o el diablo. Usualmente sucede en familias cuyos miembros estuvieron muy involucrados en grave idolatría. Las persecuciones y pruebas no se apartan de dichas familias. Estos problemas y enfermedades, desórdenes físicos y mentales, adicción al alcohol, depresiones e incluso suicidio nunca dejan de suceder en esas familias (Éxodo 20:4-5).
Incluso si usted es un miembro de una de esas familias, si vive obedeciendo la Palabra de Dios, puede estar bajo la protección de Dios. Pero algunos de ustedes quizá puedan estar aún vinculados con un lazo a los ídolos sin saberlo. Esto es, sus nombres quizá hayan sido grabados en ídolos o en objetos relacionados con ídolos por sus padres o sus ancestros. Entonces, deberá deshacerse de ellos. Sólo después de que corte dicho lazo, podrá ser liberado de las enfermedades.
También, si un ancestro nuestro o un familiar en la actualidad cometió actos extremadamente malvados, podría estar poseído por Satanás o por demonios. Si alguien está bajo la obra de los espíritus malignos, aunque profese ser un creyente, es probable que haya cometido tales acciones malvadas que están más allá de las limitaciones. Si dichas personas no son mentalmente normales y no pueden escuchar la Palabra ni se arrepienten, no es forzoso que ellos vengan a la iglesia, sino que pueden venir sus familiares que se hayan arrepentido y vengan en nombre de ellos con amor y reciban una oración poderosa con fe.
3. Cómo recibir sanidad de las enfermedades
1) Usted debe destruir rápidamente la barrera del pecado contra Dios
Isaías 59:1-2 dice: “He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír”. Esto significa que la razón por la cual usted no puede recibir respuesta de Dios es por la división entre Dios y usted, hecha por el pecado. Por tanto, para experimentar su obra, usted debe primero arrepiéntase completamente de sus pecados y destruir la división del pecado entre Dios y usted.
Primero, si no es cristiano, arrepiéntase de no haber creído en Dios y de no aceptar Jesucristo.
Dios nos creó e incluso nos dio a su Hijo unigénito como expiación, debido al amor que tiene por nosotros (1 Juan 4:10). No conocer ni creer tal amor de Dios es el más grande pecado de todos.
Así que, primero usted debe creer que Dios está vivo y que cuando oramos Él puede responder y sanarnos. También debe arrepentirse de no haber creído a Dios y de no haber aceptado a Jesucristo. Después que acepte al Señor, usted recibirá el Espíritu Santo como un don. Luego, el fuego del Espíritu hará arder sus deseos y le limpiará instantáneamente.
En segundo lugar, si usted ya se convirtió a Cristo, arrepiéntase de no tener la fe verdadera.
Quizá usted diga que ya creyó, pero tiene que arrepentirse de no haber creído a Dios y al Señor con un corazón sincero y en completa certeza de fe. Es probable que dichas personas confíen en los métodos del mundo en vez de dios cuando enfrentan problemas (2 Crónicas 16).
Si ellos creen en el Dios todopoderoso, entonces confiarán en Dios. El depender de métodos del mundo muestra una falta de fe en Dios. Entonces, usted debe arrepentirse de no haber creído perfectamente en Él. Y usted debe depender de Él y mostrar su fe. Entonces, Él responderá su oración.
En tercer lugar, arrepiéntase de no guardar los mandamientos de Dios.
1 Juan 5:3 dice que el amor de Dios es guardar Sus mandamientos y Proverbios 8:13 enseña que el temor del Señor es odiar la maldad. Si usted dice que cree, que ama y rinde reverencia a Dios y aun así vive en pecado, entonces es un mentiroso, como lo menciona 1 Juan 2:4. Usted no puede recibir ninguna respuesta incluso si pide a Dios que le perdone a menos que guarde Sus mandamientos. Cuando se arrepiente de no haber guardado los mandamientos y comienza a vivir por la Palabra con verdadero amor por Dios, entonces puede recibir sanidad.
En cuarto lugar, arrepiéntase de que quiso cosechar sin sembrar ante Dios.
Si quiere recibir sanidad y respuestas, debe plantar semillas de fe en Dios (Gálatas 6:7). Debe plantar semillas de tiempo, esfuerzo y devoción. Debe adorar en espíritu y verdad, orar, trabajar con fidelidad para el reino de Dios y dar sus diezmos y ofrendas (Mateo 6:21). Dios no ve sus acciones en sí mismas, sino que recibe la fragancia de su corazón en sus acciones. Cuando su fragancia de fe, devoción y amor agrada a Dios, el fruto de sanidad y respuestas vendrá pronto. El deseo de su corazón puede ser cumplido cuando planta las semillas de fe con sinceridad.
2) Usted debe poseer fe espiritual en el Señor
Jesús no tenía pecado original ni cometió ningún pecado en su vida, pero Él fue azotado y vertió su preciosa sangre. Fue para redimirnos de todo tipo de pecados. Isaías 53:5 dice que por su llaga fuimos sanados. Si usted cree esto, debe confesar que ya ha sido sanado y regocijarse y dar gracias. Entonces, se le dará la fe espiritual que es digna de que Dios responda. Pero el tiempo de las respuestas puede ser diferente de una persona a otra.
Dios obra de manera diferente dependiendo del corazón y de la situación de cada persona. Si usted es una persona que lleva una vida de fe diligente constantemente incluso después de recibir la sanidad, Dios puede sanarle aunque su fe no sea suficiente para recibir la respuesta. Pero algunas personas son sanadas poco a poco conforme crece su fe. Tales diferencias existen debido al propósito fundamental de la sanidad de Dios está en la salvación de cada persona.
También, incluso, si usted fuera sanado, si peca nuevamente, le puede suceder algo peor (Juan 5:14). Lo que es importante es que debe vivir constantemente una vida guiada por la Palabra de Dios después de ser sanado. Cuando pide con un corazón sincero, Dios le dará rápidamente la respuesta.
Amados hermanos en Cristo, hay algo más importante que la sanidad y que recibir respuestas y bendiciones: Dios quiere que todas las personas y todas las naciones sean salvas y que alcancen el cielo. Le animo a aceptar a Jesucristo, recibir perdón de sus pecados y poseer la fe espiritual que Dios quiere. Oro en el nombre del Señor para que, al hacer esto, usted reciba respuestas a cualquier ruego, oración o súplica y que alcance perfecta salvación.
“¡El ministerio de sanidad bíblica por el poder de Dios conmovió mi corazón!”
Dr. Oleg Ostreiko, Neurocirujano de Rusia
“Fui muy bendecido al escuchar el discurso especial del Dr. Andre Gasiorowski acerca de la vida y la fe del Dr. Jaerock Lee (foto 1). El Dr. Lee conoció a Dios mientras estaba al borde de la muerte y ha logrado muchas obras para Dios. Su vida fue especial y él ha mostrado el alcance de las bendiciones que pueden ser dadas a aquellos que realmente aman a Dios y creen en Su Palabra. Le agradezco al Dr. Jaerock Lee, quien estableció un buen ejemplo de fe verdadera”.
Dr. Valeriy, Ucrania
“Vi las obras de sanidad de Dios a través de las presentaciones de casos de sanidad y aprendí mucho. Puedo ver qué clase de bendición vendrá a nosotros cuando confiamos en el poder de Dios al enfrentar las dificultades. La presentación que más me gustó fue sobre el agua Dulce de Muan por el Dr. David Eu (foto 2). Fue sorprendente que el agua salada del mar se convirtiera en agua dulce potable y que hayan sido manifestadas obras poderosas a través de ella. Es mucho más sorprendente para mí, porque es similar a los relatos escritos en la Biblia”.
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