La Sabiduría de lo Alto es pura
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Septiembre 23, 2018 |
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“Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz” (Santiago 3:17-18).
Dr. Jaerock Lee
Pastor Principal de la Iglesia Central Manmin
Chairman, The United Holiness Church of Jesus Christ ■ Director del consejo, La Iglesia de la Santidad Unida de Jesucristo
■ Presidente vitalicio, La Asociación Misionera de Avivamiento Cristiano Mundial
■ Fundador y Director del consejo, Red Cristiana Global
■ Fundador y Director del consejo, Red Cristiana Mundial de Médicos
■ Fundador y Director del consejo, Seminario Internacional Manmin
■ Fundador y Director del consejo, Seminario Teológico La Alianza Santidad
■ Doctorado de ministerio, y Doctorado honorífico de Divinidades
■ Sus sermones fueron transmitidos por el Sistema Cristiano de Transmisión y la Compañía Transmisora del Lejano Oriente.
■ Condujo cruzadas en la ciudad de Nueva York, Washington D. C., Baltimore, Maryland, Los Angeles, y en Hawaii, en los EE.UU.; Japón; La India; Pakistán; Filipinas; Argentina; Honduras; Perú; Rusia; Alemania; Kenia; Tanzania; Uganda; la República Democrática del Congo; Jerusalén en Israel; y Estonia.
Cada uno de ustedes quizá tenga algo que considerar como valioso. Lo que usted valora puede ser salud, longevidad, fama, autoridad, riqueza, gloria, conocimiento o sabiduría. ¿Qué cree que es lo más valioso?
El valor de la sabiduría es declarado en el libro de Proverbios que presenta la sabiduría de la vida. Por ejemplo, Proverbios 3:13-14 dice, “Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, Y que obtiene la inteligencia; Porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, Y sus frutos más que el oro fino”. Y los siguientes versos 16 y 17 dicen: “Largura de días está en su mano derecha; En su izquierda, riquezas y honra. Sus caminos son caminos deleitosos, Y todas sus veredas paz”. Por eso Proverbios 4:7 dice: “Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría...” Y 1 Corintios 1:25 se refiere a la sabiduría de Dios diciendo “Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres”.
Respecto a cómo obtener sabiduría, 1 Corintios 3:18-20 declara: “Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio. Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: El prende a los sabios en la astucia de ellos. Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos”.
Las personas en el mundo pueden ver la maldad y esquemas engañosos como ‘sabiduría’ pero no lo son. Si usamos dichos esquemas de maldad, Dios que es bueno, no nos protegerá. Así que, aunque ganemos muchas cosas por medios de maldad por el momento, algún día todas se habrán ido. Por el contrario, si usted recibe la sabiduría de Dios quien es bondadoso, experimentará prosperidad en todo y recibirá amor de Dios y le dará la gloria a Él en cualquier lugar: en casa, en la escuela y en su trabajo.
1. La sabiduría de lo alto
La primera parte de Santiago 3:17 dice: “Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. Proverbios 9:10 dice: “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría...”, Proverbios 16:6 enseña: “...Y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal”. ‘Mantenerse apartado del mal por el temor de Dios, quien es bueno’, es la manera de recibir la sabiduría de Dios.
Jesús, quien es bondad, amor y la verdad, habla y actúa sólo en la sabiduría de Dios. En Lucas 10, un abogado le dijo a Jesús que lo pusiera a prueba: “Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna? Él le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees? Aquél, respondiendo, dijo: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo”. Y Jesús le respondió con sabiduría: “Bien has respondido; haz esto, y vivirás”.
Ya que la situación no salió como él quería, le preguntó a Jesús: “¿Y quién es mi prójimo?” Jesús sintió que a él le faltaba amor en su corazón pero hirió sus sentimientos y sólo trató de darle entendimiento con la parábola del buen Samaritano. Él dijo “Un hombre... cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. ...un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo. Lo mismo hizo un Levita. Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones?”
En esa época los samaritanos eran tratados por los judíos con desprecio ya que ellos habían mezclado su sangre con la de los gentiles. Pero como una respuesta a la pregunta de Jesús, el abogado no pudo mas que responder: “El que usó de misericordia con él”. Ahora Jesús le responde: “Ve, y haz tú lo mismo”. Jesús no hizo notar la falta de amor del joven abogado de inmediato, pero se lo hizo entender con la parábola.
Si alguien sin la suficiente bondad fuera puesto en tal situación, hubiera avergonzado al abogado haciéndole ver su falta de amor de manera directa. O hubiera notado la mala intención del abogado y le hubiera pagado con palabras de sarcasmo, incluso si él no lo hubiera hecho ver directamente. Sin embargo, si uno tiene la sabiduría de la bondad como Jesús la tiene, no podría ignorar a la persona ni herir sus sentimientos. Él quizá sólo ayudaría a la persona a obtener entendimiento sobre sí misma. Esta es la sabiduría de Dios y la sabiduría de la bondad.
2. La sabiduría de bondad de un corazón limpio
Dios es luz y bondad. Mientras más echemos fuera el pecado y el mal, moremos en la Luz y logremos la santificación, más podemos ser guiados por el Espíritu Santo y recibir la sabiduría de lo alto. Recibir la sabiduría de Dios es similar a recibir el Espíritu de dirección. Cuando usted echa fuera la mandad, puede tener un corazón limpio, y mientras más bondad tenga, puede recibir la sabiduría de manera más detallada y profunda.
La sabiduría de Dios siempre es de bondad. Si una persona tiene maldad en su corazón, incluso si los demás le hacen saber la sabiduría de la bondad, dicha persona no podrá seguirla. Echar fuera la maldad en primer lugar es la manera de recibir la sabiduría y luego beneficiarse de ella.
Si usted no tiene maldad en su corazón, puede sopesar los corazones de los que escuchan y decir palabras de bondad. Usted puede decir algo agradable, con gracia y virtud a cualquier persona. Usted también puede ofrecer una oración de bondad y tratar de evitar cualquier palabra que pudiera entristecer el corazón de Dios.
De hecho, tales palabras buenas y virtuosas de oración de bondad no proceden de sus esfuerzos. Mientras usted tenga un corazón malo, su maldad sale en sus palabras sin darse cuenta. Por el contrario, si tiene bondad, puede ofrecer con naturalidad una oración de bondad y hablar palabras buenas y virtuosas.
Quizá usted ha sido malinterpretado por otras personas por algunas palabras que no habló o por cosas que no hizo. Usted dijo algo con buena intención pero obtuvo problemas o fue criticado por otros. En tales situaciones, es mejor que entregue todo en manos de Dios en vez de discutir si es bueno o malo. Ya que al poner excusas, es probable que más bien invite a mayores malos entendidos.
Por supuesto, usted puede mostrar su inocencia discutiendo, pero en este proceso, pueden revelarse las faltas de otras personas. Incluso si las fallas de aquellos no son reveladas, podrían sentirse incómodos con usted debido a que tienen miedo de que sus faltas sean reveladas.
Por lo tanto, 2 Timoteo 2:23 dice, “Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas”. La especulación a menudo lleva a argumentar y luego se rompe la paz entre las personas. Ellos podrían darse la espalda mutuamente. Aquel que es verdaderamente sabio y bueno nunca contiende sino que da protección a otros silenciosamente. Y cuando la verdad es revelada y su malentendido es aclarado, sus corazones se derriten y llegan a tener una profunda confianza en la otra persona.
Cuando ocurren dificultades inesperadas, si usted ora por la ayuda del Espíritu Santo, puede ser una oportunidad para bendición (Proverbios 3:6). Al tratar con calma de entender la voluntad de Dios, usted puede dar una oportunidad para descubrirse y renovarse a sí mismo. Incluso si usted es acusado falsamente de algo, Dios conoce su inocencia y recupera todo para usted en el tiempo determinado por Él. Esta es la sabiduría de lo alto que es pura.
3. La sabiduría sin bondad es en vano
Si usted no considera a otros, ve todo sólo desde su perspectiva y se queja, entonces quizá usted hace lo mismo delante de Dios. Quizá usted está consciente de que debe ofrecer una oración de bondad que mueva el corazón de Dios, pero el mal puede salir en su oración en la medida que haya maldad en usted.
Si usted tiene sentimientos malos, incluso si usted escucha la palabra de sabiduría diciéndole que ore en bondad, usted no puede beneficiarse de ello. Aunque sea enseñado a dar gracias en todo, si su corazón está lleno de resentimiento no puede ofrecer una oración de gratitud. Usted no puede dejar de decir palabras negativas sin fe y sólo culpa a otros en su oración. Por tanto, usted debe verificar si su oración ha agradado a Dios o lo ha contristado y verificar si su oración es para obtener respuesta de Dios o no. Dios se deleita y da respuestas rápidas a una oración de bondad de los justos (Santiago 5:16).
Absalón, el hijo de David era guapo e inteligente (2 Samuel 14:25) pero él usaba su astucia para algo malo ya que él era malo. Abaslón estaba furioso con su medio hermano Amnón porque él violó a su hermana Tamar. Tampoco estaba cómodo con su padre David ya que él no había castigado a Amnón. Pero él no reveló imprudentemente sus resentimientos y esperó un momento adecuado para la venganza. Dos años después, Absalón organizó un evento de esquileo e invitó a Amnón. Los sirvientes de Absalón, bajo sus órdenes, mataron a Amnón. Luego, él huyó de David.
Después de unos años, Joab percibió que el corazón de David se inclinaba hacia Absalón y lo trajo a Jerusalén. Pero David no lo vio por dos años. Absalón pensó que él había perdido el favor ante los ojos de su padre, había guardado rencor hacia él e hizo un plan para rebelarse en su contra. Él entrenó a sus guerreros personales y acopió armas y carros. Era su tropa personal para la rebelión. Absalón fabricó situaciones como si David no amara al pueblo pero él sí los amaba. Al hacerlo, él ganó popularidad del pueblo y ganó su confianza (2 Samuel 15:2-6).
Absalón finalmente se levantó en rebelión y David tuvo que correr apresuradamente. Absalón incluso ganó para su lado a Aitofel, quien era el consejero de David. El consejo de Ahitofel era tan fabuloso como para que dijeran que era como si uno consultara la palabra de Dios (2 Samuel 16:23). Sin embargo, la rebelión de Absalón terminó en un fracaso. Fue porque Dios cegó su ‘sabiduría’. Ahitofel presentó una estrategia para sobrepasar el poder de David pero Absalón escuchó a Husai, quien sugirió una estrategia ventajosa para David. Incluso Absalón, quien era inteligente y ‘sabio’ escogió el camino de la destrucción cuando Dios cegó su juicio. Esto indica que no importa lo sabio o inteligente que uno pueda ser, si la sabiduría no es esa sabiduría pura que viene de Dios, es solamente algo no más útil que una burbuja.
Amados hermanos en Cristo, la sabiduría de Dios trasciende la sabiduría humana y difiere de la sabiduría del mundo. La sabiduría está basada en bondad, por eso, usted debe santificarse, tanto para comprender la sabiduría como para practicar lo que ha comprendido. Le exhorto que pida a Dios, quien es el origen de la sabiduría, que le provea la sabiduría que es pura y que usted la reciba. Oro en el nombre del Señor que al hacer esto, usted prospere en todo y glorifique a Dios con fruto abundante.
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