Manifestar el Fruto del Espíritu_ 9 Frutos del Espíritu Santo (1)
|
|
|
3614 |
|
Julio 21, 2019 |
|
|
|
Pastor Principal Rvdo. Jaerock Lee
“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley” (Gal. 5:22-23).
El apóstol Pablo era un judío ortodoxo. Sin embargo, conoció el Señor en su camino a Damasco y se arrepintió de su pasada forma de vida. No había tenido la oportunidad de entender el verdadero evangelio por el que recibimos la salvación por fe en el Señor Jesucristo. No obstante, luego de recibir el Espíritu Santo, lideró la evangelización a los gentiles. Los 9 frutos del Espíritu Santo se mencionan en el capítulo 5 de la carta a los Gálatas, una de las epístolas de Pablo. Si entendemos el contexto social de la carta a los Gálatas, comprenderemos la importancia de manifestar los frutos del Espíritu.
1. Llamados a Libertad
Durante su primer viaje misionero, Pablo fue a la ciudad de Galacia. En la sinagoga judía no leyó la Ley de Moisés, sino que predicó el evangelio de Jesucristo. La palabra que predicaba era confirmada por las señales que lo acompañaban y numerosas almas eran ganadas para el Señor. Algunos de los creyentes en Galacia amaban y confiaban de tal manera en Pablo que hubieran dado hasta sus ojos por él (Gal. 4:15). Luego que regreso a Antioquía, tuvo que hacerse cargo de un problema en la iglesia en Galacia. Algunos que vinieron de Judea argumentaron que los gentiles no podían ser salvos si no se circuncidaban. Entonces, surgieron conflictos y discusiones. En esas circunstancias, la iglesia en Antioquía envió a Bernabé y a Pablo a Jerusalén a fin que los apóstoles tomaran una decisión sobre este asunto. El capítulo 15 de Hechos de los Apóstoles narra en detalle lo que sucedió en el Concilio en Jerusalén. Los discipulos del Señor, los ancianos y algunos representantes de la iglesia se reunieron y sostuvieron un largo debate sobre este asunto. Concluyeron que debían prohibir a los gentiles sólo 4 cosas. Hubiese sido muy complicado para los creyentes gentiles guardar la Ley de Moisés. Por eso, se les permitió una mayor libertad a fin que fueran salvos por fe en Jesucristo. Esta decisión fue comunicada a las Iglesias gentiles. Sin embargo, los que no comprendían la verdad del evangelio continuaban arguyendo que se debía guardar la Ley de Moisés. Incluso hubo algunos falsos profetas que calumniaron a Pablo por no enseñar la Ley mosaica. Cuando la iglesia en Galacia tuvo este problema, Pablo les escribió una carta y les explicó la verdadera libertad de un cristiano. Les dijo: ¿Recibieron el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? ¿Comenzaron por el Espíritu, y ahora van a acabar por la carne? Aquel que les suministra el Espíritu y hace maravillas entre ustedes, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe? Pablo defendió la verdad del evangelio y enfatizó que la razón por la que los gentiles no debían circuncidarse era porque la circunsición del corazón es más importante. Explicó acerca de los deseos de la carne y los deseos del Espíritu; de las obras de la carne y los frutos del Espíritu para que entendieran la forma en la que podían usar la libertad que habían obtenido por el evangelio.
2. Andar por el Espiritu
¿Por qué Dios les dio la Ley de Moisés? Fue porque sin la Ley la gente no sabría lo que es el pecado. No podrían discenirlo ni tampoco podrían resolver el problema del pecado para alcanzar la justicia de Dios; es decir, para llegar a ser justificados ante Dios. No obstante, no se puede resolver completamente el problema del pecado únicamente por la Ley. Por esa razón, el Señor Jesús vino a esta tierra en el tiempo propicio para que pudiéramos ser justificados por fe. Gal. 3:13-14 dice: Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: MALDITO TODO EL QUE ES COLGADO EN UN MADERO), para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu. Esto no significa que la Ley ha sido abolida; es decir, eliminada. El Señor dijo en Mateo 5:17 lo siguiente: No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Y en el verso 20, continuó: Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. El apóstol Pablo dijo a los creyentes en la iglesia de Galacia: Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros. Y concluye afirmando…sino servíos por amor los unos a los otros. Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO. Pero si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros. Ahora Bien: ¿Qué debe hacer para servir a los demás con amor y llegar a ser como Cristo? Debe andar en el Espíritu, así no cederá a los deseos de la carne. Si tiene los 9 frutos del Espíritu, Cristo se habrá formado completamente en usted. La gracia de Jesucristo, quien murió en la cruz por usted, lo habrá liberado del pecado y ahora deberá manifestar los frutos del Espíritu para no volver a ser nuevamente esclavo del pecado. Si usa mal esa libertad para pecar, crucificando otra vez al Señor, no heredará el reino de los cielos. Por otro lado, si anda en el Espíritu y manifiesta los frutos del Espíritu, Dios lo protegerá de su adversario, el diablo, y le concederá todo lo que le pida en oración.
3. El Amor es el Primero de los 9 Frutos del Espíritu
El 1er fruto entre los 9 frutos del Espíritu es el amor. En la medida en que cultive amor, tendrá gozo y podrá regocijarse en cualquier circunstancia. Entonces, estará paz con todos. Y como está en paz con Dios, en paz consigo mismo y en paz con los demás, también manifestará el fruto de la pacienecia. Y como tiene paciencia con todos, manifestará el fruto de la misericordia. Mostrará misericordia incluso con aquellos a quienes no puede comprender en absoluto. Aun si hacen algo que no puede entender, los comprenderá y aceptará. Y los que tienen misericordia tendrán asimismo bondad. Considerarán con humildad a los demás como mejores que ellos mismos. No buscarán su propio beneficio, sino que buscarán lo mejor para los demás. No dañarán a los que están heridos que son como cañas débiles ni tampoco se darán por vencidos con los que son como una vela que está por apagarse. Si manifiesta el fruto de la bondad, no insistirá en imponer su propia opinion, sino más bien será amable y fiel en toda la casa de Dios. Los que son gentiles, no serán piedra de tropiezo para otros. Más bien estarán en paz con todos. No juzgarán a nadie sino que acepatarán y comprenderán a los demás con un corazón amplio y generoso. A fin de producir y manifestar estos frutos de amor, gozo, paz, paciencia, bondad, benginidad, fidelidad y mansedumbre, deberá tener dominio propio. Por ejemplo; manifestar en abundancia el fruto de la bondad es bueno. No obstante, todo deberá hacerse en armonía y equilibrio.
4. Contra Tales Cosas No Hay Ley
El Espíritu Santo guía a los hijos de Dios a la verdad para que puedan disfrutar de verdadera libertad y felicidad. La verdadera libertad es ser libre del pecado y de Satanás que le impiden servir a Dios Creador. Esa libertad es la felicidad que viene de andar con Dios. La llave para abrir la puerta de la bendición es el fruto del Espíritu. Sin embargo, las llaves por sí solas no abren puertas. Santiago 1:25 explica “Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.” Recibirá bendiciones si pone por obra la Palabra de Dios con la ayuda del Espíritu Santo. Amados Hermanos en Cristo: A fin de recibir el amor y las bendiciones de Dios, es imperativo que tengan en cuenta cuáles son los frutos del Espíritu y los cultive en su corazón. Si manifiesta abundantemente estos frutos del Espíritu en su vida diaria con la ayuda del Espíritu Santo, no sólo disfrutará de verdadera libertad sino que, asimismo, oirá claramente la voz del Espíritu Santo. El mismo Espíritu lo guiará delicadamente y prosperará en todo lo que haga. Oro en el nombre del Señor para que reciban la gloria de brillar como el sol en la ciudad de la Nueva Jerusalén.
|
|