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El Espíritu Santo nos consuela
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 6597 |
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Julio 11, 2010 |
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 "Y yo rogaré al Padre, y El os dará otro Consolador para que esté con vosotros para siempre" (Juan 14:16)
El término "Consolador" en este verso se refiere al Espíritu Santo quien nos protege, nos guía, y ayuda a los creyentes en Jesucristo. El Espíritu Santo descendió primero sobre 120 creyentes cuando estos se reunieron y oraron en el aposento alto de Marcos en Jerusalén después de la ascensión de Jesús. Después del descenso del Espíritu Santo muchos creyentes, al igual que apóstoles de la iglesia primitiva fueron facultados con Su poder y predicaron valientemente el Evangelio del Señor (Hechos 2:46-47). ¿Qué debemos hacer para vivir una vida cristiana ferviente con la ayuda del Espíritu Santo?
1. Debemos creer que el Espíritu Santo mora en nosotros y debemos depender en Él.
Si alguno se arrepiente de sus pecados y es bautizado en el nombre de Jesucristo, Dios envía el Espíritu Santo a su corazón como un don (Hechos 2:38). Dios demuestra muchas pruebas de la presencia interior del Espíritu Santo. Cuando los apóstoles predicaron los mensajes llenos del Espíritu Santo, miles de personas se arrepintieron y aceptaron al Señor en ese mismo lugar. También manifestaron asombrosos milagros por el poder del Espíritu Santo, incluyendo la sanidad de un paralítico quien se levantó y caminó.
Aunque nuestros ojos espirituales no estén abiertos, nosotros podemos creer que el Espíritu Santo mora en nosotros. Ya que el Espíritu en nosotros nos produce fe, podemos llamar como "Señor" a Jesucristo y podemos alabarlo y adorarlo. Algunos creyentes dudan con pensamientos humanos diciendo: "¿En verdad mora en mí el Espíritu Santo? Quizá me ha abandonado; soy una persona que comete estos pecados". Cualquiera puede recibir el Espíritu Santo a menos que la tierra de su corazón sea como aquella tierra junto al camino, el cual duda de la Palabra de Dios, y la juzga y condena.
Aunque hayamos cometido pecados, si nos arrepentimos de ellos y nos esforzamos por vivir de acuerdo a la Palabra, podemos ser perdonados. Consecuentemente, el Espíritu Santo no será arrebatado de fácil manera de la vida de los creyentes. Por lo tanto, nosotros, los creyentes, debemos creer que el Espíritu Santo mora en nosotros y debemos confiar en Él. También debemos creer que Él es nuestro Consolador y debemos depender en Él en todo lo que hacemos. Debemos despojarnos de toda forma de la vieja persona y vivir de acuerdo a la voluntad de Dios. Enfrentamos las cosas que no entendemos y las resolvemos. Entonces debemos creer que el Espíritu Santo nos permite hacer lo que no podemos hacer y nos ayuda a entender lo que no entendemos, y dependemos de Él.
2. No debemos ignorar la Palabra de bondad otorgada por el Espíritu Santo.
El Espíritu Santo nos ayuda a entender la Palabra de bondad mediante los mensajes predicados o a través de Su voz. Pero si nosotros cerramos la puerta de nuestro corazón pensando: "Esta palabra no se aplica a mi vida", no podremos tener el conocimiento de la bondad, cumplir la bondad de corazón, y levantar nuestra fe. Supongamos que ustedes han escuchado el mensaje acerca del amor y la bondad espiritual, o sobre el fruto del Espíritu. Entonces, el Espíritu Santo les ayuda a profundizar la manera de alcanzar el mayor nivel de bondad y la medida completa de la fe, y los guía a caminar en el camino hacia la Nueva Jerusalén, el mejor lugar de morada en el Cielo.
Algunas personas dicen que no pueden alcanzar el mayor nivel de bondad o que su fe no es digna de mostrar las obras del mayor nivel de fe. Pero Dios nos mira con fe y nos dice que sí podemos alcanzar el mayor nivel de bondad y poseer el mismo nivel de fe al igual que los padres de la fe. El Espíritu Santo nos ayuda a entender lo que debemos conocer y hacer en nuestro nivel de fe, y nos guía a practicarlo de manera suave y delicada.
A pesar de las obras del Espíritu Santo que nos despiertan, algunos creyentes desafían Sus obras. Por ejemplo, el Espíritu Santo les permite entender cuán grande es el amor de Dios, pero estas alejan su rostro de la Palabra de Dios diciendo: "No he sentido o experimentado el amor de Dios, por eso no puedo amarlo". Esta la obra que se obtiene al involucrarse con pensamientos humanos y desafiar a la Palabra de bondad. Si nos mantenemos desafiando a la Palabra del Espíritu Santo que despierta, no podremos ser guiados a tener buenos pensamientos y tampoco podremos morar en el amor y gracia de Dios.
3. Debemos esforzarnos por vivir de acuerdo a la guía del Espíritu Santo y a la voluntad de Dios.
Ya que el Espíritu Santo siempre guía a los hijos de Dios a vivir de acuerdo a Su voluntad, estos deben esforzarse por vivir de acuerdo a ella de manera voluntaria. No debemos asignar responsabilidades al Espíritu Santo diciendo: "El Espíritu Santo hará todo". Debemos esforzarnos para poner en acción la Palabra de Dios otorgada por el Espíritu Santo.
Aquel quien cree verdaderamente en el Espíritu Santo mora en Él, anhela escuchar la Palabra de Dios y clama a Él a fin de ser guiado por el Espíritu Santo, y se obliga a sí mismo a ser obediente a Él para poder practicar la Palabra hablada por el Espíritu Santo. Incluso cuando a la persona le parezca difícil practicar la Palabra hablada por el Espíritu, aquel que cree que el Espíritu Santo ayuda a los creyentes confiesa: "Yo puedo hacerlo porque el Espíritu Santo mora en mí", e intenta practicar esto mientras depende de Él. Al principio estos esfuerzos le son costosos, pero con el transcurso del tiempo y la acumulación de obras se hace más fácil escuchar al Espíritu Santo y ser guiado y supervisado por Él. Entonces se puede vivir una vida constantemente exitosa con la ayuda del Espíritu Santo.
Amados hermanos y hermanas, anhelo que ustedes habiten en el amor y poder de Dios mediante la ayuda y guía del Espíritu Santo, viviendo una vida feliz cada día y confesando que es fácil vivir la vida cristiana por la presencia interna del Espíritu Santo. ¡Ruego esto en el nombre del Señor Jesucristo!
*Para información adicional o para leer el mensaje en su totalidad, por favor visite el portal de la Iglesia Central Manmin en www.manmin.org y en el menú en español seleccione la sección "Palabras de Vida".
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