Vida ejemplar en espíritu
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Noviembre 28, 2010 |
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"Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo" (1 Corintios 11:1).
Existen tantas personas en el mundo, sin embargo, hay muy pocas que están llevando una vida ejemplar ante los ojos de Dios. El Apóstol Pablo había dedicado su vida a la predicación del Evangelio con toda su pasión, y finalmente murió como mártir. Su vida fue excelentemente ejemplar en Cristo. Del mismo modo, en la medida en que nosotros creamos y obedezcamos a Dios, al igual que el Apóstol Pablo, podemos recibir fuerza y gracia de parte de Dios para agradarlo a Él. ¿Qué debemos hacer entonces para poder vivir una vida ejemplar en Cristo y llevar muchas almas al camino de la salvación?
1. Debemos involucrarnos solamente con pensamientos espirituales.
En medio de cualquier tipo de dificultad, debemos observar todo con ojos espirituales y tomar acciones con pensamientos y sentimientos espirituales. Hay una máxima que dice: "Todo depende de nuestra mente". Asimismo, la prosperidad de nuestro asunto depende de la elección de nuestra mente. Esto también es verdadero en la fe. Si nosotros nos mantenemos con nuestra mente en los pensamientos espirituales, estos serán revelados como acciones del espíritu, y produciremos frutos del espíritu y recibiremos bendiciones. Por el contrario, si damos cabida a los pensamientos humanos, mostraremos acciones carnales y produciremos frutos de la carne.
Los pensamientos espirituales se dan en la verdad y nos llevan a pensar en todo con fe, esperanza y amor. Además provocan que demos gracias y que nos regocijemos en todo tiempo, y que veamos todo con bondad. Por el contrario, los pensamientos carnales provocan que nos involucremos en todo tipo de falsedad, incluyendo el odio, los sentimientos adversos, las quejas y murmuraciones. Los pensamientos de duda y los pensamientos negativos también pertenecen a los pensamientos carnales.
En Romanos 8:6 leemos: "Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz". En base a este verso debemos examinar qué tipo de pensamientos nos provocan estar llenos con el Espíritu Santo y nos consuelan, o por el contrario, nos provocan sentirnos afligidos y agobiados. Si nosotros nos involucramos continuamente con pensamientos negativos, ¿nos será posible un cambio en la situación actual o recibir la fortaleza para producir buenos frutos? En lugar de esto quizá tengamos molestias en el corazón y perdamos la fuerza y entusiasmo. Las cosas a la final empeoran.
En medio de las mismas dificultades, podemos pensar y actuar positivamente con fe. No obstante, la gente del mundo tiene que sobreponerse a las dificultades con su propia fortaleza y fuerza de voluntad si es que desean pensar y actuar positivamente. Los hijos de Dios pueden recibir la fortaleza de Dios, llegar a ser llenos de la esperanza del Cielo en fe, e incluso tener más condiciones para agradecer que la gente del mundo. Si pensamos en las cosas espirituales y dependemos en Dios, Su gracia y bendición descenderá sobre nosotros.
2. Debemos guardar nuestro corazón y armarnos con la verdad no sea que las cosas del mundo nos quieran dominar.
Si es que seguimos siempre los pensamientos espirituales, podemos guardar nuestro corazón y permanecer en la verdad para tener confianza ante Dios. Por el contrario, si permitimos que las cosas del mundo nos dominen y las aceptamos, la confianza espiritual inmediatamente desaparecerá. Esto es así ya que nos sentimos mal e inquietos aunque no seamos disciplinados inmediatamente. Para poder cortar las cosas del mundo, no debemos mirar, ni escuchar, ni buscar las cosas del mundo.
Si alguien acepta a la ligera incluso la cosa más pequeña perteneciente a este mundo, el cual está lleno de pecado y maldad, puede llenarse con cosas carnales fácil y rápidamente. Las cosas carnales que la gente del mundo disfruta empiezan a parecerle atractivas a esta persona, y las acepta poco a poco diciendo: "¿Está mal que yo acepte todas las cosas que hacen los demás?" Esas cosas quizá no lo lleven a la muerte inmediatamente, pero conforme las acepta, él llegará a desearlas más. Al final no podrá ejercitar el dominio propio sobre ellas; aunque intente cortarlas diciendo: "No debo hacerlo", no podrá escuchar la voz del Espíritu Santo y se sumergirá en cosas carnales aún más graves. Es por esto que no debemos aceptar ni siquiera las cosas más pequeñas desde un principio si es que están relacionadas con las tentaciones del mundo.
Dios anhela que Sus hijos amados lleguen a ser santificados; Él quiere que ellos llenen su corazón con el amor de Dios, la esperanza por el Cielo, el deseo de glorificar a Dios al producir frutos en sus tareas asignadas por Dios, y que tengan un corazón que anhele la santificación. Si usted encuentra algo que le provoca a buscar las cosas del mundo, debe reconocer que es una obra de Satanás y valientemente alejarla en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. En pocas palabras, si ustedes cortan el mundo y las cosas del mundo y guardan sus corazones con la verdad, tendrán un atajo para vivir una vida ejemplar y alcanzar los deseos de su corazón.
3. Debemos cultivar la fidelidad en todo a fin de producir frutos.
El deber del hombre es el de tener temor reverente ante Dios. Aquel que teme a Dios en realidad no solo es fiel en sus deberes asignados por la iglesia, sino que también produce frutos fielmente en todos los aspectos. Por supuesto, coloca sus responsabilidades asignadas por Dios por delante de toda otra responsabilidad, pero al mismo tiempo realiza todos sus deberes en calidad de niño o padre y como miembro que es de la sociedad. Si ustedes adoran a Dios en espíritu y verdad, y oran a Dios con fe y amor, ciertamente son guiados a ser fieles en todos los aspectos por supervisión del Espíritu Santo. Cuando usted desarrolla fielmente las tareas de hombre y produce fruto, puede glorificar a Dios y convertirse en gozo para la iglesia.
Para esto es necesario que invierta cada día y cada hora en planes detallados, y que haga todo con sinceridad de corazón. Principalmente debe asistir a los servicios de adoración y a las reuniones de oración con un corazón piadoso y lleno de anhelo por la gracia de Dios. Además debe ser fiel en todo con el claro propósito de la glorificación de Dios.
Si usted se esfuerza por observar y escuchar todo con el estándar de la verdad y piensa en todo con la verdad, Dios le dará sabiduría, entendimiento, fuerza y buena salud, y concederá los anhelos de su corazón.
Por lo tanto, usted debe permanecer en el amor de Dios y asemejarse al Señor más y más para que pueda producir frutos abundantes y glorificar a Dios. Ruego esto en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
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