Renueve su entendimiento
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Enero 23, 2011 |
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 "No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta" (Romanos 12:2)
Si usted quiere recibir el Año Nuevo con gozo y producir muchos frutos, en primer lugar, usted debe renovar su entendimiento y ser transformado. Solo cuando usted se transforme a sí mismo por medio de la verdad y se vista con el nuevo ser, podrá hacer la voluntad de Dios que es buena, agradable y perfecta.
1. No os conforméis a este siglo.
El relato que se encuentra en 2 Timoteo 3:1-5 expresa la condición espiritual de esta época. Dice así: "También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella".
En la actualidad las personas aman su vida tanto que la adornan con varias joyas, relojes muy costosos y ropa de marcas famosas. Manejan automóviles de lujo y van en busca de todo tipo de tendencias mundanas. Cuántas personas se revelan unas a otras por causa del dinero a pesar de ser padres e hijos, hermanos y hermanas y parejas. Más aún, los líderes de las diversas sociedades y los intelectuales no dudan en cometer crímenes en beneficio propio. Cualquier persona puede sentir que el caos está desenfrenado en todas partes.
Que triste es escuchar que el amor de las personas en realidad se ha apagado y que cometen pecados que quebrantan las leyes morales. ¡Algunos padres se olvidan de sus hijos y, por el contrario, algunos hijos golpean, acusan o incluso asesinan a sus padres! Podemos observar que estos son "los postreros días de tiempos peligrosos" descritos en la Biblia. Por lo tanto, no debemos conformarnos a este siglo, sino ser transformados por la renovación de nuestro entendimiento para poder convertirnos en hijos de Dios que son de agrado para Él.
2. Deben ser renovados y transformados en su entendimiento.
Un granjero debe cultivar su tierra y convertirla en una buena tierra para poder cosechar abundante fruto. De la misma manera, es muy importante cultivar la tierra de nuestro corazón y hacer que se convierta en buena tierra. Un hombre hereda de sus padres la naturaleza pecaminosa y otros atributos de la carnalidad, por lo que su corazón se encuentra como en barbecho. Y al tomar falsedades en el hogar y en el lugar de estudio por medio de lo que ve, escucha y aprende, la tierra de su corazón se vuelve más en barbecho, ya que lo que aprende es diferente a la Palabra de Dios.
Oseas 10:12 dice: "Sembrad para vosotros en justicia, segad para vosotros en misericordia; haced para vosotros barbecho; porque es el tiempo de buscar a Jehová, hasta que venga y os enseñe justicia". ¿Qué deben hacer para cultivar la tierra de su corazón y renovar su entendimiento? En primer lugar, deben adorar a Dios en espíritu y en verdad. Cuando ustedes asisten al servicio de adoración tienen que mantener su vestimenta ordenada y limpia, orar y cantar himnos a Dios con todo su corazón y sinceridad y cuidadosamente escuchar los mensajes que se predican. Y deben ofrendar a Dios con gozo y gratitud, y presentar sus cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios. Entonces tendrán entendimiento espiritual de la Palabra de Dios y recibirán la gracia y fortaleza de Dios para poder desechar sus pecados y vivir por la Palabra de Dios. Ésta es la transformación por medio de la renovación de su entendimiento.
3. Deben buscar la voluntad de Dios que es buena, agradable y perfecta.
A. La buena voluntad de Dios.
La bondad hace referencia a la Palabra de Dios que es la verdad, así como también la voluntad y pensamiento de Dios. En Marcos 10:17-18 un hombre se acerca corriendo donde estaba Jesús y le pregunta: "Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios".
Jesús no quiso decir que Él no es bueno. En realidad quiso dar a entender que la bondad desde el punto de vista del ser humano es totalmente diferente del punto de vista de Dios, en ese sentido, solo Dios es bueno. Cualquier hijo de Dios debe darse cuenta que Dios es realmente bueno, y que solo Su Palabra es buena y verdadera, por lo que tiene que seguirla escuchando, aprenderla y hacer de la Palabra de Dios su pan espiritual y ponerla en práctica.
B. La agradable voluntad de Dios
Hebreos 11:6 dice: "Pero sin fe es imposible agradar a Dios…". Al contrario, cuando muestran las obras de la fe, Él se agrada y responde rápidamente sus peticiones.
En Mateo 8, un centurión le pide a Jesús que sane a uno de sus siervos de su parálisis. Jesús le dijo: "Yo iré y lo sanaré", pero el centurión le respondió: "Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará". Al Jesús escuchar esto se maravilló y dijo a aquellos que lo estaban siguiendo: "De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe". Y Jesús le dijo al centurión: "Ve, y como creíste, te sea hecho", y el siervo fue sanado en ese mismo momento. Así, cuando ustedes muestran la prueba de su fe siguiendo la verdad que es la buena voluntad de Dios, Él se agrada y complace sus peticiones.
C. La perfecta voluntad de Dios
Aunque ustedes conozcan la buena voluntad de Dios y tengan fe, su fe es considerada incompleta si no muestran las obras de fe. Es porque en Santiago 2:26 está escrito: "Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta". Es importante profesar su fe con sus labios, pero mucho más importante para perfeccionar su fe son las obras de la fe. Si ustedes deciden orar sin cesar, deben hacerlo sin cambiar; si ustedes deciden estar gozosos, deben regocijarse en cualquier prueba. Estás obras pueden hacer su fe perfecta.
Cuando Abraham obedeció el mandato de Dios de ofrecer en sacrificio a su único hijo Isaac, fue hecho completamente justo por Dios, fue llamado "amigo de Dios" y nombrado como "el Padre de la fe". Ruego en el nombre del Señor que no se conformen en lo absoluto a este siglo, sino que sean transformados por medio de la renovación de su entendimiento, para que puedan discernir la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta y mostrar las obras de la fe que son dignas de recibir las mismas bendiciones que recibió Abraham.
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