Cielo
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Noviembre 27, 2011 |
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"Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones" (Apocalipsis 22:1-2).
Hace 38 años había un hombre que estaba sufriendo de muchas enfermedades. Él estaba luchando para encontrar la forma de vivir. Estaba desesperado por continuar su vida, así que lo intentó usando toda clase de métodos. Pero nada funcionó y su condición solamente se deterioraba. Después de siete años, él se cansó y su esperanza se extinguió. Fue incluso abandonado por sus seres amados y solamente estaba esperando la muerte.
Sin embargo, en este horrible final de su vida, Dios se encontró con él. Cuando él se arrodilló delante de Dios, todas sus enfermedades fueron sanadas instantáneamente. ¡Este es mi testimonio!
1. El amor de Dios quien quiere darnos el Cielo
¿Cómo puedo expresar con palabras mis emociones de aquel día? Yo derramé lágrimas de agradecimiento sollozando, e inmediatamente empecé a asistir a la iglesia con los miembros de mi familia. Pero al iniciar mi vida en Cristo, reconocí la gracia de Dios aun más sorprendente. Me di cuenta de lo siguiente: "¡Dios entregó a Su único Hijo Jesús para que muriera en la cruz para salvarme!" ¡Dios entregó tan inmenso amor por una persona que era un don nadie! A partir de ese momento yo tuve esperanza. Yo deseaba propagar este amor que recibí a todas las personas alrededor del mundo.
Con esta esperanza, Dios me dio un llamado para convertirme en Su siervo, y Él estableció la Iglesia Central Manmin en 1982. Yo tenía solamente 7.000 won, que en ese tiempo eran cerca de US$ 7.00. Celebramos el servicio de apertura con 13 miembros incluyendo niños, en un santuario de casi 360 pies cuadrados. Aunque el principio fue pequeño, Dios estaba con nosotros y constantemente hubo sorprendentes señales y maravillas. La iglesia creció de manera muy rápida. En la actualidad tenemos 120.000 miembros registrados y más de 845 pastores a tiempo completo y empleados de la iglesia.
Las obras de Dios no fueron solamente en el avivamiento y crecimiento de la iglesia. Él nos permitió crecer como una denominación grande que tiene más de 9.000 iglesia filiales. Estableció el Centro de Oración, la escuela preescolar, nuestro seminario de teología, y el Seminario Internacional Manmin (MIS por sus siglas en inglés). Él nos capacitó para propagar la palabra y el poder de Dios por medio de publicaciones y los ministerios de telecomunicaciones, y mis libros han sido y están siendo en la actualidad traducidos a más de 70 idiomas.
En los años 2000, Dios nos permitió proclamar Su poder en inmensas cruzadas internacionales. Tuvimos cruzadas en los Estados Unidos, Alemania, Japón, Pakistán, Perú, India, Kenia, Uganda, Israel, y muchas otras naciones. Hubo cientos de miles e incluso millones de personas que se reunieron y aquellos que fueron sanados de enfermedades incurables en estas cruzadas llenaron los escenarios para dar sus testimonios.
Las obras de Dios que han estado con nosotros por los últimos 29 años pueden ser discutidas por muchos días más. ¿Por qué Dios nos mostró tantas obras? Fue para dejarnos ver el amor de Dios. Él quiere que todas las personas en el mundo crean en Dios el Creador, sean liberados de la desesperación y del dolor, y que alcancen el reino de los cielos. Yo espero que este amor del Padre y la esperanza por el Cielo llenen sus corazones completamente.
2. El Cielo es nuestro hogar original y es donde deberíamos regresar
Muchas personas tienen nostalgia por sus lugares de origen, donde nacieron y fueron criados. Pero el hogar original que debemos extrañar no es un pueblo físico que perecerá, sino el hogar original de nuestro espíritu que nunca perecerá: el Cielo. La vida en esta Tierra dura normalmente unos 90 años. No muchas personas viven para llegar a los 100 años. Aunque se disfrute de toda clase de esplendor, la vida terrenal es solamente como un sueño nocturno. Dios está preparando nuestro lugar de morada donde viviremos después que esta corta vida terrenal haya pasado.
Por supuesto, Dios quiere que todos reciban salvación. La razón por la cual Jesús tomó la cruz es para redimir a toda la humanidad de sus pecados. Nosotros solamente debemos tener fe para recibir esta gracia de la salvación y poder entrar al Cielo. Tenemos que aceptar a Jesucristo con fe, y entonces tenemos que vivir una vida digna de un hijo de Dios; apartarnos del pecado y vivir por la Palabra de Dios es la evidencia de que tenemos fe. Ese es nuestro requisito para poder entrar al Cielo.
Apocalipsis 22:14 dice: "Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad". Las 'ropas' hacen referencia al corazón de los hombres. Esto significa que podemos entrar al Cielo cuando nos apartamos del pecado y limpiamos nuestro corazón.
Así como los padres que están esperando que nazca un bebé prepararán todo para este bebé, Dios también está preparando nuestros lugares de morada celestial con todo Su amor. Yo espero que ustedes siempre recuerden dónde está nuestro hogar original y que tengan los requisitos para entrar ahí.
3. El Cielo es un lugar que está rodeado por la gloria de Dios
Dios es el Creador de todas las cosas en el universo. Él es el gobernador de todo. Su digna autoridad y poder no se pueden comparar con ninguna clase de autoridad en este mundo. ¿Cómo podemos expresar con palabras lo que es el Cielo que tiene la gloria de ese maravilloso Dios? Incluso el lugar más bello de este mundo no se puede comparar con la belleza del Cielo. Las vidas de las personas adineradas en la Tierra parecerá desgastada al compararla con las vidas celestiales.
El oro, el cual es considerado tan valioso en esta Tierra, es un material usado para las calles y los muros de las ciudades en el Cielo. Cada puerta de la Nueva Jerusalén está hecha de una perla gigante. El cielo se puede generalmente clasificar en: el Paraíso, 1er reino, 2o reino, 3er reino de los Cielos, y luego la Nueva Jerusalén. 1 Corintios 15:41 dice: "Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria". Así como la gloria del sol, la luna y las estrellas son diferentes una de otra, la gloria que disfrutaremos también será diferente de acuerdo al nivel de nuestra santidad.
Entre los muchos lugares celestiales, aquellos que desechan todo el pecado y la maldad y recuperan totalmente la imagen de Dios, entrarán en la Nueva Jerusalén. Las casas en la Nueva Jerusalén serán como castillos. Ustedes pueden tener cualquier clase de instalación en su casa, como un salón de baile, una piscina, un zoológico, una selva, o incluso un lago. Toda la casa estará decorada con diversas piedras preciosas que emanan luces con múltiples colores. Muchos ángeles los asistirán. Disfrutarán de autoridad como la de los reyes. Ni siquiera podemos imaginar la vida celestial verdadera, sin importar cuánto tratemos de explicarla. El gozo y la felicidad de ese momento nunca decrecerán, por el contrario, solamente aumentarán.
El lugar de morada más inferior del Cielo es el Paraíso. El apóstol Pablo miró justamente este Paraíso y debido a esto, él dedicó toda su vida a Dios. Él atravesó por muchas dificultades y peligros para su vida mientras predicaba el evangelio, pero la gloria celestial que él había visto le permitió superar todo. Dios nos está diciendo con mucho detalle sobre esta gloriosa vida celestial, tal como si pudiéramos tocarlo.
Amados hermanos y hermanos en Cristo: Mucha gente mundana niega el Cielo y el Infierno. Pero esto no significa que el Cielo y el Infierno desaparecerán solamente porque ellos los nieguen. Hebreos 9:27 dice: "Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio". Después que la vida de alguien termine, habrá un juicio y todos irán ya sea al Cielo o al Infierno.
El amor de Dios quien desea que todas las personas sean salvas ha establecido la Iglesia Central Manmin. Y continuando hasta este mismo día, Dios nos ha mostrado las evidencias por medio de señales y maravillas para que nosotros podamos creer en el Cielo. Por medio de las evidencias que Dios nos está mostrando, Él quiere que cada uno reconozca el verdadero valor y entren al Cielo. La Iglesia Central Manmin cumplirá esta esperanza de Dios.
Hasta que todo el mundo conozca la gloria del SEÑOR Dios como las aguas cubren el mar, y hasta que todos los pueblos y naciones escuchen y experimenten al Dios viviente, Manmin no se detendrá. Ruego en el nombre del Señor para que, cuando nosotros terminemos todos nuestros ministerios en esta Tierra, podamos agregar el sonido de nuestras alabanzas al sonido de la alabanza que se escucha a lo largo del río de agua de vida en el Cielo.
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