No peque el rey
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Julio 08, 2012 |
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 "Y Jonatán habló bien de David a Saúl su padre, y le dijo: No peque el rey contra su siervo David, porque ninguna cosa ha cometido contra ti, y porque sus obras han sido muy buenas para contigo" (1 Samuel 19:4).
Supongamos que usted tiene un amigo con el cual comparte un amor verdadero y es alguien que usted ama como a sí mismo. Digamos que la compañía de su padre en peligro de bancarrota mediante la ayuda de su amigo llega a recuperarse. Sería natural para su padre y usted querer devolver su gracia por el resto de sus vidas. Sin embargo, le rompería el corazón si su padre se olvidara de la gracia e intentara hacerle daño a su amigo.
No obstante, había un hombre bondadoso quien llevaba a cabo sus responsabilidades como un hijo obediente hasta el final, aunque su padre había sido olvidado por Dios debido a su maldad. Este hombre era Jonatán. Él era el hijo de Saúl; primer rey de Israel. Cuando el padre de Jonatán pecó, él no dudo en amonestarlo. Jonatán ni siquiera escatimó su propia vida para mantener a su padre apartado del pecado. ¿Qué haría usted si se encontrara en la posición de Jonatán?
1. Jonatán intenta detener a su padre de cometer pecado con amor espiritual
Como hijo primogénito de Saúl, Jonatán era el sucesor al trono. Él se ganó el cariño y confianza del pueblo ya que era un gran soldado y un líder respetado.
En ese entonces, David apareció de repente ante Jonatán. David venció a Goliat, el campeón del ejército de los filisteos, en el nombre del Señor y llevó una batalla difícil a la victoria. Sin David, los israelitas hubieran perdido la batalla en contra de los filisteos. Cuando Jonatán vio a David, pudo observar que él era un hombre de Dios y llegó a amarlo como a sí mismo.
Desde que David hizo una contribución significativa a la batalla, el rey Saúl lo hizo un comandante militar. Él aseguró su posición cada vez más como héroe de la nación al conquistar cada batalla. Sin embargo, se suscitó un incidente que agitó al rey Saúl. Cuando David estaba regresando de una victoria sobre los filisteos, las mujeres cantaron: "Saúl venció sus miles y David a sus diez miles".
Desde ese día en adelante Saúl vio a David con recelo. Él pensó: "¿qué más podrá tener sino el reino?" Saúl incluso le arrojó una lanza a David mientras él tocaba el arpa. Fue Jonatán quien más sufrió en su corazón al ver la terrible enemistad que Saúl tenía hacia David. Continuamente le rogaba a Saúl que tuviera misericordia con David, pero esto era inútil.
Jonatán siempre hablaba bien de David a su padre, el rey Saúl. En 1 Samuel 19:4-5 dice lo siguiente: "...no peque el rey contra su siervo David, porque ninguna cosa ha cometido contra ti, y porque sus obras han sido muy buenas para contigo; pues él tomó su vida en su mano, y mató al filisteo, y Jehová dio gran salvación a todo Israel. Tú lo viste, y te alegraste; ¿por qué, pues, pecarás contra la sangre inocente, matando a David sin causa?"
¿Qué hubiera hecho usted si se encontraba en la posición de Jonatán? Un antiguo refrán dice que la autoridad y el poder no son el tipo de cosas que los padres, hijos y hermanos pueden compartir. Jonatán era la persona que tenía que suceder a Saúl si David no hubiera existido. Por el contrario, su familia se hubiera desmoronado si David se convertía en rey.
Pero Jonatán no dio paso al afecto carnal ni a elegir el mal, sino que él podía elegir entre lo que estaba bien o mal. Él no podía simplemente esperar y ver a su padre ir por el camino de la destrucción. Es por eso que él podía advertir a su padre con amor espiritual para que no cometiera pecados.
2. Jonatán cumple con bondad su deber hacia su padre hasta el final
Mientras la reputación de David fue creciendo a medida que pasaba el tiempo, Saúl oficialmente ordenó a sus hombres que lo mataran. Jonatán ayudó a David a que escapara y solicitó a Saúl que lo salvara. En 1 Samuel 20, al ver que el puesto de David se encontraba vacío, Saúl preguntó por qué él no había ido a comer en el día segundo de la nueva luna. Para ver la manera que Saúl respondería, Jonatán dijo: "David me rogó que lo dejara ir a Belén ya que su familia celebra el sacrificio anual en la ciudad". Si Saúl no tenía la intención de matarlo, lo tomaría a la ligera.
Sin embargo, al escuchar esto su ira se encendió y dijo: "Hijo de la perversa y rebelde, ¿acaso no sé yo que tú has elegido al hijo de Isaí para confusión tuya, y para confusión de la vergüenza de tu madre? Porque todo el tiempo que el hijo de Isaí viviere sobre la tierra, ni tú estarás firme, ni tu reino. Envía pues, ahora, y tráemelo, porque ha de morir" (1 Samuel 20:30-31).
Entonces Jonatán le respondió y le dijo: "¿Por qué morirá? ¿Qué ha hecho?" e intentó probar la inocencia de David. Entonces Saúl incluso arrojó la lanza a su propio hijo para herirlo en un ataque de ira. Luego Jonatán se entristeció al darse cuenta de que la deshonra de su padre hacia David era tan grave.
De esta manera, Jonatán protegió a David, un hombre de Dios, poniendo su propia vida en riesgo y amonestó a Saúl con amor para que pudiera apartarse de sus pecados. La razón por la cual la bondad de Jonatán fue más hermosa, es que él no simplemente intentó prevenir a su padre de pecar sino que además cumplió con su deber de hijo. Además, las personas bondadosas sufren en su corazón al ver que la maldad de otros es revelada, pero si la persona que revela esa maldad es algún miembro de su familia, es aún más doloroso para ellos.
Él sabía que Dios ya se había olvidado de su padre. Anticipó lo que le sucedería al estar en la maldad y ser abandonado por Dios, sin embargo nunca dejó a su padre. Al final, exhaló su último suspiro junto a su padre cuando se encontraban involucrados en una batalla en contra de los filisteos. Él no dejó a su padre sino que estuvo con él hasta la muerte.
3. La verdadera bondad detiene a las personas de cometer pecado y los guía a la verdad
Cuando la Biblia relaciona una historia acerca de una persona que comete pecados, también relata cómo toda su familia siente dolor y además cómo sus vecinos sufren de daños. Hay pocas personas cuyos pecados causaron sufrimiento a todas las personas de su nación. Si el líder de un grupo comete pecados, los daños que siguen por ello son mucho más serios.
Los pecados son nuestros enemigos peligrosos que destruyen no solo nuestras vidas sino también las personas a nuestro alrededor. Sin embargo, si las personas que usted ama toman el camino equivocado y no les aconseja temiendo que quizás pueda herir sus sentimientos y quebrantar la paz, en realidad eso no es amor ni bondad. Es simplemente afecto carnal.
En 1 Samuel 2:12 el sacerdote Elí tuvo ese tipo de afecto carnal. Sus dos hijos cometieron graves pecados delante de Dios, pero él no los castigó, simplemente les dijo que no cometieran más pecados; pero ellos no quisieron apartarse de sus pecados. Como resultado, tanto Elí como sus dos hijos, murieron y su familia enfrentó desastres. La verdadera bondad dirige con la verdad y aconseja a las personas que dejen de pecar.
Los miembros de nuestra iglesia no se mantienen callados cuando los miembros de su familia hablan palabras negativas o utilizan palabras que decepcionan a Dios. Amonestan y animan a hablar la verdad con amor ya que conocen lo que es la bondad. Saben lo que a Dios le agrada y cuán perfecta es la bondad y, con este tipo de bondad, aman a su familia por lo que les guía a poner en práctica la Palabra de Dios y a no cometer incluso pecados insignificantes. De esta manera, los guía a la verdad.
Amados hermanos y hermanas en Cristo: Debido a que él se encontraba lleno del amor espiritual, Jonatán podía aconsejar a su padre, debido a su bondad, a pesar del pecado de su padre. Ruego en el nombre del Señor que ustedes puedan amar aún a las personas malas hasta el final y que de manera valiente señalen sus pecados y los guíen en el camino de la verdad.
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