Abundaba en buenas obras y en limosnas
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Octubre 14, 2012 |
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"Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido quiere decir, Dorcas. Esta abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía. Y aconteció que en aquellos días enfermó y murió. Después de lavada, la pusieron en una sala... Entonces, sacando a todos, Pedro se puso de rodillas y oró; y volviéndose al cuerpo, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó" (Hechos 9:36-37, 40).
A Rockefeller, llamado "el rey del petróleo", se le dijo a la edad de 54 años que moriría en un año debido al cáncer. Su madre, quien era una cristiana sincera, le aconsejó que diera todo lo que tenía a los pobres y que viviera como un filántropo. Él obedeció y generosamente dio todo a los pobres, y se sintió muy feliz. Luego su salud fue restaurada y vivió hasta los 98 años.
Entre los personajes bíblicos había una discípula llamada Tabita, quien también abundaba con buenas obras y limosna, es decir, caridad. Dios se deleitó en sus obras y la bendijo y permitió que reviviera de la muerte. ¿Qué tipo de obras mostró ella que pudieron mover el corazón de Dios y le permitió experimentar ese milagro asombroso?
1. Tabita revivió a través de las buenas obras y las limosnas
Tabita, quien fue también llamada Dorcas, vivió en Jope, una ciudad pobre. En ese entonces hubo serias persecuciones a las iglesias y a los creyentes en la ciudad de Jerusalén. Como resultado de ello, gran cantidad de creyentes se dispersaron en todas las direcciones y algunos de ellos se establecieron en Jope, por lo que se convirtió en un área cristiana.
Considerando la situación en aquel entonces, no era fácil para las personas tener fe. Muchos eran golpeados y encarcelados solo por ser cristianos, y eran apedreados hasta la muerte mientras predicaban el evangelio, como lo fue el diácono Esteban. Otros eran expulsados de las sinagogas. Los creyentes en Jesucristo eran excluidos de la sociedad por los judíos y su libertad les había sido quitada ya que Israel se encontraba bajo el control del Imperio Romano.
Por lo general no era fácil mantener la fe en tales situaciones difíciles. Sin embargo Tabita, a pesar de que era mujer, predicaba el evangelio diligentemente y hacía el bien en todo tiempo sin escatimar su propia vida. Ella ayudaba a las viudas, los pobres y huérfanos con buenas obras y limosna.
Entre tanto, Tabita murió de una enfermedad. Entonces aquellos que habían recibido de su ayuda le pidieron a Dios que la reviviera. Ellos creían que el Dios Omnipotente podía incluso revivir a los muertos. En el momento preciso, habían escuchado que el apóstol Pedro, quien había manifestado el poder de Dios, estaría cerca; entonces enviaron a dos hombres y le pidieron que viniera con ellos.
Cuando Pedro llegó a Jope, todas las viudas lloraban y le mostraban todas las túnicas y los vestidos que Tabita solía hacer para ellas. La razón por la cual Tabita recibió tanto amor de tantas personas fue porque ella había hecho el bien de lo profundo de su corazón.
Algunos quizás pregunten: "Tabita trabajó fielmente para Dios y actuó con bondad. Por lo tanto, ¿por qué murió de una enfermedad?" Claro está que si guardamos la Palabra de Dios, ninguna enfermedad vendrá a nosotros, como está escrito en Éxodo 15:26. Pero si no se sigue un orden físico y se lleva una vida irregular, no se puede ser protegido por Dios ya que eso no es correcto ante Sus ojos.
Tabita no comía ni dormía apropiadamente por ayudar a las viudas pobres, por lo tanto se debilitó y terminó enfermándose. No obstante, Dios claramente le mostró cuánto Él estaba complacido por sus buenas obras y limosnas al revivirla de la muerte.
2. Buenas obras agradables a Dios
Existen muchas maneras de hacer el bien aparte de las obras de caridad. Usted puede orar por la iglesia y sus miembros y por los pastores; puede predicar el evangelio con amor por las almas, lo cual es una de las buenas obras. Puede ser voluntario para la obra de Dios con acción de gracias por haber recibido Su gracia.
En este caso, una importante buena obra es construir un templo, el cual es el cuerpo del Señor. Dios se deleita no solo cuando nosotros alcanzamos el templo invisible en nuestros corazones al santificarnos, sino también cuando construimos templos visibles (1 Corintios 3:16-17).
Digamos, por ejemplo, que entregamos buses a la iglesia como una ofrenda, estos se convertirán en ayuda para transportar a los miembros de la iglesia, lo que está relacionado con la salvación de las almas. Además, si usted quiere dar muebles como un piano o un podio que son necesarios para el santuario de Dios, esto glorifica Su santuario y agrada a Dios. En otras palabras, cuando nosotros nos deleitamos en Dios, Él concede los deseos de nuestro corazón (Salmos 37:4).
3. La manera correcta de dar a los pobres
Mateo 6:3-4 nos dice: "Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público". Nosotros debemos dar a la gente necesitada con amor verdadero, no simplemente por compasión. Asimismo, quizás pueda ayudar a alguien de manera secreta, que incluso la persona que recibe su ayuda no sepa quién lo ayudó.
Lo que debemos tener en cuenta al dar a los pobres, es que debemos hacerlo por la orientación clara del Espíritu Santo. Tal como menciona Gálatas 6:10 que dice: "Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe"; debemos ayudar a aquellos de la familia de la fe.
Como está escrito en 2 Tesalonicenses 3:10: "...si alguno no quiere trabajar, tampoco coma", no debemos ayudar a aquellas personas que no están dispuestas a trabajar ya que son lo suficientemente saludables para valerse por sí solas.
Si usted ayuda a una persona que está pasando por pruebas porque se ha puesto en contra de la voluntad de Dios, es posible que usted mismo enfrente dificultades al igual que esa persona. En este caso, usted debe ayudarles a darse cuenta de sus pecados, a que se aparten de ellos y que lleven una vida cristiana apropiada.
Por consiguiente, debemos brindar nuestra ayuda primeramente a aquellos que se están esforzando para superar las dificultades con fe. Esto es, preocuparnos por las personas que no pueden vivir por sí solas, como por ejemplo, aquellos que han pasado por accidentes desafortunados, personas débiles, huérfanos, viudas y estudiantes que no tienen apoyo financiero. Entonces podrá ampliar su corazón y ayudar a otras personas.
4. Bendiciones otorgadas como recompensa por las buenas obras y las limosnas
Tabita agradó a Dios al mostrar muchas obras buenas y una bondad invariable. En Hechos 9:40 leemos: "Entonces, sacando a todos, Pedro se puso de rodillas y oró; y volviéndose al cuerpo, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó".
Debido a que Tabita se había convertido en gozo para Dios por hacer buenas obras delante de Él, pudo experimentar tal obra asombrosa de Su parte. Pedro extendió sus manos y la levantó mostrando viva a Tabita a los miembros de la iglesia y a las viudas. Luego esta noticia se difundió a todas las persona de Jope y muchos llegaron a creer en el Señor.
En Hechos 10, Cornelio también tuvo temor de Dios e hizo muchas obras buenas y de caridad. A pesar de que él era un gentil, Dios lo recordó porque hizo muchas buenas obras. Por medio de esto, su familia y amigos, al igual que él mismo, recibieron el Espíritu Santo y la salvación.
Amados hermanos y hermanas en Cristo: Mateo 10:42 nos dice: "Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa". Ruego en el nombre del Señor que ustedes puedan emanar la fragancia de Cristo al cuidar de sus hermanos y hermanas al rededor de ustedes y que sientan gozo al hacerlo.
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