[El Mensaje de la Cruz] ¿Por qué es Jesús Nuestro Único Salvador?
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Febrero 28, 2007 |
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Requisitos para el Salvador (2)
"Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. Más hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria" (1 Corintios 2:6-7).
{El Orden de Publicación}
¿Por qué es Jesús Nuestro Único Salvador?
1. El Camino de la Salvación de la Humanidad de Acuerdo con la Ley de Redención de la Tierra 2. Requisitos para el Salvador (1) 3. Requisitos para el Salvador (2)
Cuando los Cristianos le dicen a otras personas que desconocen del Amor de Dios que solamente Cristo Jesús es el Salvador y que no podemos recibir salvación por medio de nadie más, este grupo se queda intrigado o acusa a la Cristiandad de ser “Presuntuosos”.
Sin embargo, cuando las personas tienen un concepto claro de los requisitos para el Salvador, ellos pueden aceptar a Cristo Jesús quien murió en la cruz y resucitó, y recibir salvación. Además de eso, ellos pueden recibir al Espíritu Santo y el poder de Dios y convertirse en testigos del Señor, dirigiendo a muchos otros de nuevo al camino de la salvación.
En la última edición de Noticias de la Iglesia Manmin Central, yo dije que de acuerdo con la ley de la redención de la tierra (Levítico 25:25), el Salvador de la humanidad tenía primeramente que ser el “pariente más cercano” de Adán y segundo, no tenía que ser un descendiente de Adán. Vamos a explorar ahora el tercero y el cuarto requisito que tienen que ser cumplidos por el Salvador.
1. Jesús Satisface la Tercera Condición: "El Salvador Tiene que Tener la Fortaleza para Vencer al Diablo Enemigo”.
Rescatar a compañeros soldados capturados en una batalla requiere fortaleza para vencer al enemigo. Bajo el mismo ejemplo, rescatar a la humanidad que se ha convertido en esclava del diablo enemigo, requiere de un poder espiritual que pueda gobernar sobre el enemigo. En el reino espiritual, el poder llega al vivir sin pecado. Así como la oscuridad es desvanecida por la luz, cuando las personas permanecen totalmente en la luz sin tener ningún pecado, ellos pueden vencer espíritus malignos pertenecientes a la oscuridad.
Hay dos clases de pecados: el pecado original y el pecado cometido por uno mismo. “El pecado original” se refiere a los atributos pecaminosos transmitidos a nosotros desde Adán, y “pecados cometidos por uno mismo” se refiere a los pecados que las personas cometen durante su vida en este mundo. Las personas en este mundo determinan que no importa cuan malvado el corazón de un persona pueda ser, siempre y cuando ese corazón malvado no produzca acciones malvadas, esa persona no esta considerado como “pecador”. En términos espirituales, sin embargo, una persona es ya un pecador si él alberga pecado en su corazón (1 Juan 3:15; Mateo 5:28)
Un individuo que ha cometido pecado en acción o en su corazón aunque sea una sola vez, no tiene el poder para salvar a la humanidad. Por un lado, todas las personas después de Adán nacen con el pecado original y cometen pecados durante el transcurso de sus vidas. Por otro lado, Nuestro Jesús fue concebido por el Espíritu Santo y no por otro descendiente de Adán. Entonces, Jesús nació sin heredar el pecado original y al El obedecer totalmente la Palabra de Dios desde el momento de Su nacimiento, Jesús no cometió ningún pecado durante el transcurso de Su vida en la tierra (Hebreos 7:26; 1 Pedro 2:22).
De allí que, Jesús posea el poder para salvar a la humanidad del diablo enemigo y no esta destinado al curso de la Ley, la cual dicta que “la paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23). Al estar Él sin pecado, Jesús podía salvar a todos los pecadores y con Su autoridad espiritual, Él podía regir todo en el universo. Arrodillado ante Jesús ahora estaba no solamente el diablo enemigo y Satanás sino también todos los tipos de enfermedades y debilidades. Esta provisión de la Ley del reino espiritual aplica no solamente a Jesús sino también a los hijos de Dios que creen en Jesús. Todo aquel que ame a Dios y viva bajo Su Palabra posee el poder espiritual de manera que cuando él expulse al diablo enemigo y a Satanás en el nombre de Cristo Jesús, ellos no pueden resistirse.
Yo he tenido esa experiencia innumerable ocasiones. Antes de creer en Dios, yo siempre luchaba para pagar por medicamentos y por visitas al hospital al estar sufriendo de una gran variedad de enfermedades durante siete años. Después de aceptar al Señor, sin embargo, yo he estado viviendo por la Palabra y al no tener nada que ver yo con el pecado, toda mi familia ha permanecido protegida y saludable, sin necesidad de ir al hospital. Además, cuando yo ordeno u oro en el nombre de Cristo Jesús, gente que está sufriendo de toda clase de enfermedades incurables y terminales incluyendo cáncer, leucemia, SIDA, y muchas otras más han sido sanados, innumerables ciegos, sordos y mudos han sido restaurados, y los espíritus malignos expulsados.
Nadie más en la historia de la humanidad con excepción de Jesús – puede satisfacer los requisitos para el Salvador. Todos esos grandes hombres como Buda, Confucio y Sócrates nacieron con el pecado original como descendientes de Adán y no vivieron una vida santa en los preceptos de Dios; solamente Jesús esta calificado para ser el Salvador de la humanidad.
2. Jesús Satisface la Cuarta Condición: “El Salvador Tiene que Poseer Amor por el cual Él Pueda Sacrificarse a Si mismo".
Si un hermano va ha ser castigado por la ley por ser delincuente en los pagos de su deuda, él puede evitar el castigo si su adinerada hermana paga la deuda a su favor. Toda la fortuna de su hermana, sin embargo, no significaría nada si ella no amara a su hermano. Su hermana puede cancelar su deuda solamente cuando ella ame a su hermano lo suficientemente para cancelar la deuda aún cuando ella va ha cargar con las pérdidas ella misma.
La tierra puede ser redimida de acuerdo con la ley de la redención de la tierra solamente cuando el pariente más cercano del que ha vendido la tierra está dispuesto a ayudarlo con amor. Lo mismo puede ser dicho en cuanto a redimir a la humanidad de sus pecados. Aún cuando Jesús satisface las primeras tres condiciones para ser el Salvador, sin amor Él no habría redimido a los pecadores de sus pecados. Convertirse en el Salvador de la humanidad requiere que Él atraviese una colosal suma de sufrimiento y angustia conocido como el “castigo por muerte” en beneficio de los pecadores. Con esta finalidad, Jesús fue tratado como si Él hubiera sido el peor y el más malvado de los criminales, sujeto a toda clase de desdén y humillación, crucificado en la cruz, y dejado hasta derramar toda Su agua y sangre. Aún cuando hay muchas maneras de ejecutar a los criminales, de acuerdo a la ley del reino espiritual, el Salvador quien iba a redimir a los pecadores de sus pecados no iba a simplemente morir sino que Él tenía que ser colgado en la cruz y desangrarse hasta la muerte.
En ésto, Gálatas 3:13 nos dice, “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición—porque está escrito, ‘MALDITO TODO EL QUE ES COLGADO DE UN MADERO’”. Aquí, “la maldición de la ley” se refiere a la ley espiritual descrita en Romanos 6:23, “La paga del pecado es muerte”. Como la muerte, la maldición de la ley, viene a un pecador de acuerdo a la ley del reino espiritual, la manera por medio de la cual el Salvador iba a salvar a la humanidad de sus pecados tendría que ser también de acuerdo con la ley del reino espiritual. Esto significa que el Salvador tendría que ser colgado de un madero en beneficio de los pecadores malditos.
Lo mismo se aplica a lo del Salvador desangrado hasta morir. Levítico 17:14 dice, “La vida de toda carne está en su sangre”, cuando Hebreos 9:22 nos recuerda, “Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión”. Ya que la “sangre” es lo mismo que la “vida” en términos espirituales, la sangre del Salvador era necesaria en orden de que los pecadores fueran perdonados y recibieran la vida.
Entonces, el hombre puede ser redimido de sus pecados no por la sangre de ningún hombre colgado de un madero sino por la sangre limpia y pura que está sin ningún rasgo de atributos pecaminosos. Por lo que, ¿Supone usted que un hombre sin pecado moriría una muerte tan brutal en beneficio de otros? Tal sacrificio puede ser hecho solamente cuando el individuo ama a la otra persona más que a su propia vida. Al mostrar a la humanidad tan grande amor, Jesús se convirtió en Nuestro Salvador (Romanos 5:7-8).
Hermanos y hermanas en Cristo,
El amor de Nuestro Dios no cambia y no es egoísta. A través de ese amor, Dios ha entregado a Su Único hijo aún por los pecadores desobedientes. Es un amor verdadero por medio del cual Jesús pudo sacrificar Su propia vida e implorar, “Padre, perdónalos; porque no saben lo que hacen”, por aquellos pecadores que se burlaron y crucificaron a su Salvador.
Desde la última edición de Noticias de Manmin Central, hemos examinado los cuatro requisitos que tienen que ser cumplidos por el Salvador de la humanidad. ¡Pueda cada uno de ustedes comprender totalmente que sólo Jesús es Nuestro Salvador, acepte a Cristo Jesús, y no solamente reciba salvación sino también obtenga una fe verdadera y guíe a muchos otros hacia el camino de la salvación, en el nombre de Nuestro Señor yo oro!
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