La Palabra de vida - Amor espiritual (12) - El amor se alegra con la verdad
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Junio 09, 2013 |
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 “(El amor) no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad”. (1 Corintios 13:6 LBLA)
Pastor Principal Dr. Jaerock Lee
Si nosotros amamos a Dios no actuamos en la injustica sino que lo hacemos en la verdad. Además, nos regocijamos con la verdad. El amor es una expresión activa de regocijo con la verdad.
Y en Juan 14:6 leemos: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. Tal como se menciona en este verso, la verdad se refiere a Jesucristo, y la verdad es el evangelio y la Palabra de Dios escrita en los 66 libros de la Biblia.
Si nosotros amamos a Dios y recibimos amor de Su parte, no podremos dejar de alegrarnos con Jesucristo y con la obra del evangelio en el cual el reino de Dios se extiende. Entonces, ¿a qué se refiere específicamente cuando dice que nos regocijamos con la verdad?
1. Alegrarse con la verdad
1) Es alegrarse con el ‘evangelio’
El ‘evangelio’ son ‘buenas noticias’; es la buena noticia de que somos salvos por medio de Jesucristo y que iremos al reino de los cielos. En todas las épocas y todos los países, muchas personas buscan la verdad. ‘¿Cuál es el propósito de la vida? ¿Qué es valioso en la vida?’ Para obtener las respuestas a estas preguntas, las personas estudian ideas y filosofías, o intentan obtener las respuestas por medio de las religiones. Pero nadie puede obtener la verdad y entrar en el Cielo, sino por medio de Jesucristo que es la verdad.
Hemos escuchado el Evangelio, aceptado a Jesucristo, recibió la salvación, y hemos ganado la vida eterna. Una vez que hemos sido perdonados de nuestros pecados por medio de la sangre del Señor y nuestro futuro se mueve del Infierno al Cielo, podemos de esta manera entender el significado de la vida y llevar una vida valiosa. Por consiguiente, es obvio que podemos regocijarnos nuevamente con el evangelio.
Aquellos que se regocijan con el evangelio lo entregan a los demás diligentemente. Ellos cumplirán con las responsabilidades entregadas por Dios y trabajarán fielmente para difundir el evangelio. 1 Timoteo 2:4 dice: “El cual (Dios) quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad”. Debido a que usted conoce esta voluntad de Dios, se regocija cuando las personas escuchan el evangelio y las almas salvadas incrementan en número al aceptar al Señor.
No obstante, algunas personas son celosas de los demás cuando evangelizan a muchas personas y producen abundante fruto. Algunas iglesias son envidiosas de las demás iglesias cuando estas crecen y le dan a Dios la gloria. Esto no es ‘regocijarse con la verdad’.
Si tenemos amor espiritual en nuestros corazones, entonces nos regocijaremos cuando veamos que el reino de Dios está siendo cumplido en gran manera. Además, nos regocijamos con alguien que es más fiel y da más frutos que nosotros, como si fuera nuestra propio fruto. Nos regocijaremos juntos cuando veamos a una iglesia que está creciendo y es amada por Dios. Este es el corazón que se regocija en el evangelio, el cual proviene del amor espiritual.
2) Significa regocijarse con todo lo que pertenece a la verdad
Hay que alegrarse de ver, oír y hacer las cosas que pertenecen a la verdad, como la bondad, el amor y la justicia. Aquellos que se regocijan con la verdad son tocados incluso con pequeñas obras de bondad. Además, debido a que toda la Palabra de Dios es verdadera, ellos confiesan que es más dulce que la miel. Por ello disfrutan escuchar los sermones y leer la Biblia todo el tiempo. Además, se regocijan en poner en práctica la Palabra de Dios.
Por ejemplo: la Palabra de Dios dice: “Servir, entender y perdonar”, y aquellos con gozo obedecen la Palabra. A aquellas personas que obedecen estas palabras no les agrada el odio, ser envidiosos y celosos, y juzgar y condenar mucho a las demás personas. Por lo tanto, aquellas personas que se regocijan con la verdad, se regocijarán cuando otras personas estén bien y no sentirán celos. Es inimaginable para ellos pensar cosas malas, como: “algo debe estar mal con esa persona”, o regocijarse a causa de la infelicidad de otras personas.
Cuando ven que algo injusto sucede, sufren por ello. Además, aquellos que se regocijan con la verdad aman el corazón que pertenece a la bondad tal como un corazón inmutable, veraz e íntegro. También se regocijan con palabras y obras buenas.
Al ver a estos hijos, Dios se gozará con ellos en alegría tal como menciona Sofonías 3:17 (LBLA) que dice: “El SEÑOR tu Dios está en medio de ti, guerrero victorioso; se gozará en ti con alegría, en su amor guardará silencio, se regocijará por ti con cantos de júbilo”.
¿Existe alguien que se encuentra desalentado pensando que realmente no se regocija con la verdad por completo? Usted puede examinar su ser, no obstante, no debe desanimarse o sentirse decepcionado. Si se esfuerza al máximo, el Dios de amor considera incluso ese esfuerzo como alegrarse con la verdad.
3) Nos indica que debemos obedecer la Palabra de Dios e intentar ponerla en práctica
Es algo extraño encontrar a una persona que se regocija solo con la verdad desde un comienzo. Mientras tengamos tinieblas y falsedad en nosotros, puede ser que pensemos en cosas malas o que quizás también nos regocijemos con la injusticia. Solo cuando cambiamos con el paso del tiempo a través de la Palabra y la oración y desechamos toda la falsedad del corazón, podemos regocijarnos completamente en la verdad. Hasta que llegue ese momento, debemos esforzarnos en gran manera.
Por ejemplo, no todos los cristianos sienten decir: “Oh, me siento tan feliz de asistir al servicio de adoración”. En el caso de un nuevo creyente o aquellos que poseen una fe débil, puede ser que se sientan cansados o sus corazones pueden estar en otro lugar. No obstante, la obra de llegar al santuario y asistir al servicio de adoración es el esfuerzo de intentar obedecer a la Palabra de Dios. Esto también es ‘regocijarse con la verdad’. ¿Por qué ellos intentan esto de esta manera? Es para recibir la salvación y entrar al Cielo.
Hemos escuchado la palabra de la verdad y hemos creído en Dios, creemos que existe un juicio y que el Cielo y el Infierno existen. Además conocemos que las recompensas dadas a cada uno de nosotros en el Cielo son diferentes. Es por ello que intentamos de manera más diligente santificarnos y obrar de manera fiel en toda la casa de Dios. Aunque quizás no pueda regocijarse con la verdad totalmente, sin embargo, si se esfuerza por hacer lo mejor en la medida de su fe, esto es alegrarse con la verdad.
2. Las bendiciones son dadas cuando tenemos hambre y sed por la verdad
Los hijos de Dios no se gozan en las injusticias, sino que se regocijan con la verdad. Esta es la única razón por la cual la verdad posee el inmenso poder de renovar todas las cosas en nosotros y hacerlas hermosas.
En la medida que escuchemos el evangelio, que es la verdad, y vivamos de acuerdo al mismo, podremos ser cambiados más perfectamente en hijos de Dios. Nuestros rostros resplandecerán con gozo porque estamos llenos de esperanza y amor espiritual. Mientras más somos trasformados mediante la verdad, recibiremos más amor de parte de Dios y de las demás personas. Por ello, nuestras vidas se llenarán de alegría.
Nosotros debemos regocijamos con la verdad. Además, debemos tener hambre y sed por la verdad. Si físicamente tiene hambre y sed, usted deseará con todo su corazón comida y bebida. Cuando tenemos deseo por la verdad, también debemos desearlo de esta manera, para que rápidamente podamos cambiar y convertirnos en personas veraces. Tenemos que vivir una vida de siempre ‘comer y beber’ la verdad.
El ‘comer y beber la verdad’ es guardar la Palabra de Dios en nuestros corazones y ponerla en práctica. La Palabra de Dios, la cual es la verdad, presenta claves para solucionar los problemas difíciles de nuestra vida, los secretos para las bendiciones y el camino de la salvación y la vida eterna. Por lo tanto, cuando la ponemos en práctica las bendiciones nos siguen.
Amado hermano o hermana: si usted realmente ama a Dios, lo demostrará en lo externo. Esto es, si escuchamos y vemos algo acerca de la verdad, nos sentiremos alegres y felices. Por lo tanto, las personas nos dirán: “¡Te ves tan feliz!” Derramaremos lágrimas de gratitud sólo al pensar en Dios y en el Señor, y seremos conmovidos por pequeños actos de bondad y derramaremos lágrimas.
Las lágrimas que pertenecen a la bondad, tales como las lágrimas de gratitud y de duelo por las demás almas, más tarde se convertirán en piedras hermosas para decorar las casas de cada uno en el Cielo. Ruego en el nombre del Señor que por su regocijo con la verdad, las evidencias que muestren que son amados por Dios, se desborden en sus vidas.
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