“¡Alabo al Señor quien entona el cántico de mi vida!”
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Junio 23, 2013 |
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Diaconisa Eunjung Kim (Zona 2-15, Orquesta Nissi)
Mi esposo y yo nos conocimos en la universidad mientras estudiábamos en la Universidad de Yonsei. Después de la graduación, tocábamos en una orquesta. Yo me especialicé en la ejecución del cuerno francés que emite sonidos delicados y suaves, y el Diácono Jongwoon Park, mi esposo, se especializó en trombón, que hace sonidos de tonos bajos y solemnes.
La Orquesta Nissi, transformadora de vidas
Un día, el Diácono Sanghyun Kim, quien estudió la trompeta en la misma universidad, nos presentó la Orquesta Nissi. Nos parecía grandioso que una iglesia tuviera su propia orquesta compuesta por miembros de la iglesia y especializada en ejecutar alabanzas.
En febrero de 2002 me registré como miembro de la Iglesia Central Manmin y llegué a ser miembro de la Orquesta Nissi y del Ensamble de vientos de la iglesia. La Orquesta Nissi tiene actualmente 45 miembros y 27 candidatos a miembros. Durante la semana practicamos con regularidad, y damos gloria a Dios con nuestra ejecución en la Vigilia entera del viernes, los servicios dominicales, los eventos de las iglesias cristianas de Corea y cruzadas de la iglesia en el extranjero.
Poco después de haberme registrado, experimentamos y conocimos al Dios vivo. En julio de 2002, el Pastor Principal Dr. Jaerock Lee estaba predicando en un Seminario para Pastores desarrollado en Pyeongchang, Provincia de Gangwon. Yo fui testigo del poder de Dios en ese lugar.
Aquel día, el cielo estaba lleno de nubes negras y parecía que pronto llovería. Pero cuando llegamos al lugar del evento, una parte del cielo en forma circular, justo sobre el local, estaba despejada – a diferencia del cielo que lo rodeaba – y había innumerables estrellas.
Algo más sorprendente aún es que vi estrellas que se movían de un lado a otro, que subían y bajaban y que se movían en línea recta. Logré ver varios tipos de estrellas en movimiento y estrellas fugaces. Un avión también sobrevoló, como si estuviese demostrando que las estrellas no eran aviones.
Tras esta experiencia llegamos a romper nuestros criterios de conocimiento y a poseer fe. El incidente bíblico en el que los tres magos acudieron al lugar de nacimiento de Jesús guiados por una estrella en movimiento, vino a mi corazón de modo más vívido. Dios mostró señales tan sorprendentes al dirigir el orden del universo para plantar fe en los asistentes del seminario.
Dios incrementó nuestra fe mostrando Sus obras de sanidad
En el 2006 yo esperaba mi primer bebé, pero estaba mostrando señales de parto prematuro. Entonces recibí la oración del Dr. Jaerock Lee grabada en el Sistema de Respuesta Automático (822-830-5230, ext. 41) y di a luz a mi bebé en la fecha indicada.
Luego tuve a mi segundo bebé. Mientras pensaba que estaba muy ocupada, me volví ociosa en mi vida cristiana y estaba perdiendo la gracia y la llenura del Espíritu. Escasamente lograba seguir cumpliendo con mi labor como miembro de la Orquesta Nissi y no podía adorar en espíritu y verdad durante los servicio, y tampoco oraba.
Mi esposo y yo discutíamos a menudo por culpa de las diferencias en nuestras opiniones sobre cómo criar a nuestros hijos. En ocasiones como estas, mi segundo hijo, Yejun, padecía de convulsiones muy fuertes. Mi hija Yerin padecía de celulitis. Cada vez que mis hijos se enfermaban, yo recibía la oración de Dr. Lee y tomaba su mano. Luego mis hijos sanaban por completo. No obstante, parecía que yo me volvía diligente en mi caminar cristiano solo cuando ocurría algún accidente, pero cuando los problemas se calmaban, yo volvía a tener una fe tibia.
El 9 de noviembre de 2012, estaba ocupada haciendo las labores de la casa y, por error, mi pie golpeó el borde de mi cama. El cuarto dedo de mi pie izquierdo estaba fracturado. Mi pie estaba muy inflamado, acompañado de intenso dolor, así que no podía caminar.
Cuando fui al hospital, el doctor me dijo que debía usar un yeso, pero si este no funcionaba para arreglar mis huesos fracturados, tendría que hacerme una operación. Pero en lugar de hacer lo que me dijo el médico, ofrecí un ayuno de tres días y me arrepentí por no haber amado a Dios en primer lugar, y también oré, me regocijé y agradecí. Puse de lado el yeso, y me preparé para recibir sanidad por fe.
El 16 de noviembre de 2012, sostuve la mano del Dr. Lee con fe. De repente, mi dedo del pie recibió fortaleza y pude volver a caminar con ese pie. ¡Aleluya!
Ahora mi familia se siente feliz por causa del amor del Señor. Los niños están creciendo con salud y bien. Doy gracias y gloria a Dios quien nos ha transformado y nos ha dado habilidad para tocar instrumentos y tener esperanza por las mejores moradas en el Cielo, en la Nueva Jerusalén.
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