Vitaly Tabaranu (33 años, Iglesia Manmin de Moldavia) Desde mi niñez asistía a la iglesia. Sin embargo, vivía en el pecado desobedeciendo la Palabra de Dios. No obstante ello, creía que era salvo. Mi vida no tenía sentido. ...
“Mi hija fue sanada de una enfermedad cardíaca congénita por la oración del pañuelo”
Hermana Miryung Choi (Edad 32 años, Tokio, Iglesia Manmin de Tokio Japón)
En Septiembre de 2013 mi amada hija, Siyeong, fue diagnosticada con una enfermedad cardíaca congénita. Esto me sorprendió, y luego me arrepentí por no haber llevado una vida cristiana apropiada.
Mi madre siempre me hablaba de las obras poderosas que ocurrían por medio del Dr. Jaerock Lee, Pastor Principal de la Iglesia Central Manmin, y me aconsejó que llevara una vida apropiada como creyente. No obstante, yo casi nunca la escuchaba. Y ahora que había sucedido este incidente tan espantoso, abrió mis ojos espirituales.
Pude darme cuenta de que Dios no podía protegerme porque había sido manchada por mis pecados mundanos, y le di gracias por permitirme darme cuenta de ello. Pude entender que Él tuvo compasión por mí, pues estaba espiritualmente enferma debido a mis pecados mundanos, y me arrepentí.
Asistí a los Servicios de adoración de la Iglesia Central Manmin en Japón mediante la Internet. Cierto día, escuché que la Rev. Heesun Lee, Pastora Guía Mundial de Manmin, vendría a Japón para celebrar el Servicio por el 20º. Aniversario de la Iglesia Manmin de Iida (Pastor Seungkil Ryu). Me preparé con ferviente anhelo y oración.
El 22 de febrero de 2014, salí de Tokio y llegué a Iida luego de cinco largas horas de viaje en tren. Afortunadamente, Siyeong, que normalmente no bebía leche y se quejaba, actuó como una oveja mansa durante el día. Mientras nos acercamos a la Iglesia Manmin de Iida, mi corazón se estremecía.
Asistí a la Reunión de Sanidad con el pañuelo (Hechos 19:11-12) y me arrepentí por completo con lágrimas y quebrantamiento por no haber dado mis diezmos a Dios, no haber guardado el día de reposo santo y por haber hecho amistad con las cosas del mundo. Luego, recibí el fuego del Espíritu Santo y sentí calor en mi cuerpo. Pude recibir la oración de la Rev. Heesun Lee y ofrecí mi oración de agradecimiento.
Pude recibir la seguridad de la sanidad de Siyeong, así que hice que le hicieran un examen de ultrasonido al día siguiente. El resultado reveló que una parte de la abertura de un defecto congénito del tabique ventricular se había cerrado y el otro se había estrechado. Ahora ella crece bien. ¡Aleluya!
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