“Dios, gracias por bendecirme como lo prometiste. ¡Te amo!”
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Julio 27, 2014 |
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Anciano Sangbaek Lee (55 años, Zona 2-11 en Corea del Sur)
Desde la izquierda, el anciano Sangbaek Lee, la estudiante de seminario Jieun Lee, la hermana Yeeun Lee, y su esposa la Diaconisa Myungsun Kim teniendo un tiempo feliz en el Señor.
El 24 de julio de 1998, asistí por primera vez a la Vigilia entera del viernes de la Iglesia Central Manmin. En ese momento mi familia estaba en otra iglesia, pero mi esposa fue guiada a Manmin por un conocido, y ella recibido abundante gracia en la Vigilia entera del viernes. Yo también deseaba ir a la iglesia. Tal como ella lo dijo, la iglesia estaba llena del Espíritu Santo en todo momento. Debido que me gusta cantar alabanzas, me sentí feliz como si yo estuviera en el Cielo mientras se escucha el himno del coro, al ver las actuaciones especiales y al cantar alabanzas y en la oración en la segunda mitad.
Durante la primera semana de septiembre de 1998, me registré en la Iglesia Central Manmin y mi vida cristiana cambió en gran manera. A través de los mensajes sobre guardar el día de reposo y dar todo el diezmo, llegué a entender por qué mi negocio dio en quiebra dos veces durante la crisis del FMI en Asia. Y escuché el sermón del Pastor Principal Dr. Jaerock Lee, ‘El Mensaje de la Cruz’. Mientras escuchaba el mensaje, pude conocer el amor de Dios el Padre, por qué Jesús es nuestro único Salvador y los significados espirituales de la crucifixión y pasión de Jesús. Esto me llevó a poseer fe verdadera.
En el año 2012, mi lugar de trabajo atravesó dificultades financieras por causa de la recesión. En ese momento, mi compañía tenía un déficit similar a mis ingresos anuales. Así que le dije a mi jefe que contratara a otra persona cuyo sueldo anual fuera menor al mío. En ese momento, un anciano de la iglesia se preparó para la apertura de una compañía de seguros y me pidió que trabajara con él. Así que me retiré de mi antiguo trabajo.
De hecho, yo era un hombre tímido, así que no fue fácil presentar productos de seguros a los extraños. Yo estaba encargado de las ventas al dar una sesión informativa que es la manera más común para las ventas; sin embargo, no tuve ningún resultado positivo. Mi compañía me consideró para realizar las ventas focalizadas a los Directores Ejecutivos. Para mí era algo más cómodo y lo disfruté más. Yo había estado a cargo de muchos campos del negocio, incluyendo contabilidad, gestión de personal y recursos humanos.
Aconsejaba a la gente y le presentaba nuestros productos de seguros. No obstante, los contratos no se cerraban de manera fluida. Debido que mi desenvolvimiento no era bueno durante más de dos años después de empezar a trabajar como vendedor de seguros, gasté todos mis ahorros y dinero para pagar mi préstamo hipotecario. Por ello caí en una situación financiera muy difícil.
No obstante, mantenía en mi corazón la Palabra en 3 Juan 1:2: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”. Y estaba enfocado en hacer que mi alma prosperara. Caminé el camino correcto, traté de buscar la paz con mis compañeros de trabajo y me despojé de los motivos egoístas y de la avaricia. Cuando mi desempeño era malo, me examinaba para buscar las cosas falsas en mí y me arrepentía. Me esforcé en gran manera para vivir según la Palabra de Dios.
Además dejé de hacer chistes que había hecho habitualmente para alcanzar un corazón sincero. Oré fervientemente para despojarme de la naturaleza pecaminosa de mi corazón. Adoré en espíritu y en verdad durante los servicios y alabé con todo mi corazón. Eventualmente, alcancé el hermoso corazón del espíritu el 31 de marzo de 2014.
Hasta antes de la última semana de marzo, mi desenvolvimiento era malo por ello pensé que debía irme a otra compañía que ofreciera un pago mensual. Sin embargo, en ese momento los contratos se cerraron con las empresas que había aconsejado en el mes de marzo así que me hice a la idea de intentarlo de nuevo. En abril, luego de alcanzar el corazón del espíritu, Dios empezó a darme bendiciones a grandes escalas. Yo estaba dando cien dólares de diezmo, pero llegué a dar mil dólares de diezmo. ¡Aleluya!
Utilicé las mismas palabras en las ventas como aquellas palabras que había utilizado anteriormente, pero las respuestas de los Directores Ejecutivos eran muy buenas. Además de ello, me presentaron a otros Directores Ejecutivos. Al ver esto, me convencí de que estaba bajo la guía de Dios. Cuando retuve la Palabra de la promesa de Dios en mi corazón, oré y actué de acuerdo a la misma, y Dios la cumplió.
Soy miembro del Coro Shalom, un líder del Coro Peniel y líder de subdistrito de mi zona. Mi esposa es líder de una célula. Mi primera hija es estudiante del seminario llamada por Dios y miembro del Coro de Voces Celestiales del Comité de Artes Escénicas. Mi segunda hija es miembro de los Cantantes de Cristal. Doy todas las gracias y gloria a Dios que ha bendecido a mi familia, por mantenernos saludables y poder llevar vidas cristianas felices.
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