Vitaly Tabaranu (33 años, Iglesia Manmin de Moldavia) Desde mi niñez asistía a la iglesia. Sin embargo, vivía en el pecado desobedeciendo la Palabra de Dios. No obstante ello, creía que era salvo. Mi vida no tenía sentido. ...
En el pasado Diciembre, la dermatitis atópica se desarrolló de cabeza a pies. Esta era especialmente severa alrededor del cuello y las piernas; incluso, cuando yo movía mi cuello o piernas, una parte de la superficie de la piel se rompía y empezaba a sangrar. La dañada piel se volvió dura y gruesa. Yo era incapaz de mover mi cuello y necesitaba ayuda para caminar. Mi madre y yo pasamos muchas noches despiertas. Ella era incapaz de dormir porque tenía que evitar que yo me rascara a mi misma y porque estaba en angustia de verme sufrir. En ocasiones, esto se volvía tan insoportable que yo le decía a ella, “¡Mamá! ¡Yo me quiero ir al cielo donde no sentiré picazón!” Entonces me arrepentí de haber estado enojada en el Santuario y de como había hablado con mis amigos durante los servicios de adoración. Después de preparar una ofrenda con la mesada que había ahorrado, yo recibí la oración del Pastor General Dr. Jaerock Lee el 7 de Enero del 2007, y milagrosamente la rigidez de mi cuello y piernas disminuyó y la obra de sanidad empezó a realizarse. Durante el Evento Especial de la Escuela Dominical del 20 de Enero, líquido brotó de toda mi cara pero yo pensé para mi misma, ‘¡Yo voy a dar gloria a Dios y recibir Su sanidad!’ y entregué mi todo en alabanza. El siguiente día, el líquido dejó de brotar y nueva carne empezó a formarse. Yo recibí la oración del Pastor General de nuevo el 11 de Febrero. Mi madre me dijo después que ella había estado ayunando por 3 días y que se había arrepentido del disgusto que sintió cuando yo caí enferma. Después de todos estos eventos, mi condición empezó a mejorar rápidamente y para el 4 de Marzo, todos los rasgos de la dermatitis atópica habían desaparecido. ¡Aleluya!