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«La prosperidad del alma es el atajo para las bendiciones»
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Septiembre 11, 2016 |
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Diácono Jaeyoung Yim (47 años), Iglesia Manmin de Gumi
Cuando era un niño de quinto grado, mi padre tenía pleuresía que la medicina, en ese momento, no podía curar. Sin embargo, cuando fue a la iglesia pudo sanarse y mi familia aceptó al Señor. En 1998, fui guiado a la Iglesia Manmin de Gongju por mi hermano. Pude experimentar las obras poderosas por medio del Pastor Principal, Dr. Jaerock Lee, y pude ser lleno de la gracia.
No obstante, debido a que yo iba a menudo a las obras de construcción en zonas distantes por causa de mi negocio y me sentí tan cansado, no lograba orar mucho. En el invierno no había mucho trabajo que hacer en el campo así que comencé a invertir en acciones. A medida que seguí la codicia mundana en mi corazón, a menudo me quedaba dormido durante los servicios de adoración. Pero yo solo pensaba que no podía evitarlo porque mi trabajo requería trabajo físico.
Mi esposa, la Diaconisa Jongsun Kim, en ocasiones sufría de infecciones de la vejiga. Seguramente tenía momentos difíciles ya que me encontraba sumergido en mucha deudas por causa de las acciones y también porque ella tenía algunos problemas en servir a mis padres que vivían con nosotros. El médico le dijo que podía ser el resultado del estrés.
Ella comenzó a arrepentirse por haberse sentido incómoda por todas las cosas por las cuales había atravesado y oró para desechar las enemistades. Entonces fue sanada mediante la oración por los enfermos del Pastor Principal. En ocasiones mi hijo Seungmook convulsionaba debido a la fiebre alta pero fue sanado por medio de la oración del Pastor Principal grabada en el Sistema de Respuesta Automática y de esta manera pudo crecer saludable en la fe.
El Dios de amor me ayudó con mi negocio a pesar de la recesión económica nacional; cuando guardé el día de reposo y di mi diezmo. Sin embargo, yo estaba profundamente endeudado debido a que continué invirtiendo en acciones. Justificaba mi codicia diciendo que ayudaría a los demás si ganaba mucho dinero. Me sentía muy feliz cada vez que tenía ganancias. Pero cada vez que tenía pérdidas me sentía desesperado. Mi esposa intentó detenerme pero le mentí, y en secreto seguí invirtiendo. En una ocasión ella habló de divorcio conmigo.
Sin embargo, a comienzos de 2013 me sucedió algo sorprendente. Finalmente dejé de invertir en acciones a pesar que no lo había podido hacer por mis propias fuerzas. Cuando escuché la voz original del pastor pensé cuánto dolor había causado a mi esposa por causa de mi codicia. Tomé la decisión de parar de hacerlo. Me sentí muy feliz. Entonces comencé a pagar mis deudas y a tener gran deseo por las bendiciones espirituales.
En febrero de 2016, mi esposa y yo nos dimos la mano con el Pastor Principal durante el feriado del Día del Año Nuevo Lunar. Después de esto empecé a recibir bendiciones, es decir, había cuatro sitios de construcción en los cuales empezaron a trabajar conmigo a pesar de que era invierno. Comencé la construcción de un nuevo departamento en Gumi, por ello comencé a asistir a la Iglesia Manmin del lugar. Las bendiciones no se detuvieron allí. A comienzos de mayo, el Pastor Lee invitó a los estudiantes a la casa de oración de la montaña. Como director financiero de los Estudiantes de la Escuela Dominical, pude visitar la casa de oración.
Este fue un momento decisivo en mi vida cristiana. Pude observar de cerca al pastor y ver la esperanza que tiene para nosotros y nuestra renovación con la fe. Pude ver como servía incluso a los jóvenes y hacer todo lo posible para sembrar esperanza por el Cielo en ellos. Me conmovió hasta las lágrimas. Luego de esto, tuve más entusiasmo en los servicios de adoración y oración. Dios me dio la gracia para arrepentirme por completo, y puede recuperar mi primer amor y sentir el crecimiento en mi fe. Además, en el mes de junio se produjo un increíble aumento de siete obras de construcción más en Cheonan. ¡Aleluya!
Desde que comencé a orar Dios me guió para recibir tales bendiciones en mi negocio. Permitió que me diera cuenta de que la prosperidad del alma es el acceso directo para recibir bendiciones. Le doy toda mi gratitud y gloria al Dios de amor.
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