Vitaly Tabaranu (33 años, Iglesia Manmin de Moldavia) Desde mi niñez asistía a la iglesia. Sin embargo, vivía en el pecado desobedeciendo la Palabra de Dios. No obstante ello, creía que era salvo. Mi vida no tenía sentido. ...
El Vicepresidente de Perú David Waisman y su esposa visitan la Iglesia Manmin Joong-ang
Noticias Manmin
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Noviembre 13, 2005
De una nacion llena con impresionantes restos de la herencia Inca. El Vicepresidente de Perú David Waisman y su esposa visitan la Iglesia Manmin Joong-ang
Felicito a Manmin por su 23 aniversario y comparto el amor y compañerismo en el Señor
Del viernes 28 de Octubre al miércoles 2 noviembre; el Vicepresidente David Waisman y su esposa la Sr. Giovanna Molina Waisman visitaron la Iglesia Manmin Joong-ang en Seúl, Corea. El sábado la pareja Waisman asistieron a un almuerzo donde intercambiaron un dialogo amistoso con el Rev. Dr. Jaerock Lee, Pastor General de la Iglesia Manmin. El día siguiente asistieron a los servicios del domingo por la mañana y la noche. Durante el mensaje a la congregación, el Dr. Waisman dijo: “estoy verdaderamente agradecido por compartir el amor y compañerismo espiritual con el Rev. Dr. Jaerock Lee y con ustedes.”
1. El Vicepresidente Waisman y su esposa durante el servicio de adoración en Manmin 2. El Vicepresidente dirigiéndose a la congregación. 3. Visita al Lugar del Agua Dulce Muan
“Fui sanada de mis dolores en el riñón cuando escuche la oración por enfermos automatizada y el Poder de Dios a través del pañuelo ungido.”
Sra. Giovanna Molina Waisman, Esposa del vicepresidente David Waisman
Mi riñón siempre me molestaba, tal vez se puso peor debido al largo viaje. En la mañana del domingo 30 de octubre, no podía mover mi cuerpo libremente sin que me doliera.
Parecía imposible asistir al Servicio del Domingo por la mañana. Por consejo de los empleados de Manmin quienes nos habían llevado a la Iglesia, Recibí la “Oración por los Enfermos” grabada en un mensaje automatizado por Teléfono y Oración “con el Pañuelo ungido con el Poder de Dios”.
Luego algo maravilloso sucedió. El dolor que me atormentaba desapareció.
Me sentí con nuevas fuerzas y pude asistir al servicio. ¡Aleluya! Con esta experiencia de primera mano tengo la plena seguridad que “Dios es todo poderoso y lleno de Poder”; sentí que mi fe creció a otro nivel.