Vitaly Tabaranu (33 años, Iglesia Manmin de Moldavia) Desde mi niñez asistía a la iglesia. Sin embargo, vivía en el pecado desobedeciendo la Palabra de Dios. No obstante ello, creía que era salvo. Mi vida no tenía sentido. ...
«Me siento tan feliz de dedicarme a la salvación de las almas»
Pastora Deborah Jiyoung Lee (45 años), Pastora de la Zona de Extranjeros de la Iglesia Central Manmin
Cuando yo era más joven era una persona introvertida y tenía muchos pensamientos. Pensaba sobre cómo una persona debía vivir. Durante mi tiempo en el colegio, me devoraba los libros relacionados a la filosofía y la religión. Yo admiraba algunas ideologías tales como el socialismo y el humanismo. Sin embargo, nada de esto trajo respuesta a mis inquietudes.
Cierto día mis amigos de la universidad me llevaron a la iglesia y comencé a asistir creyendo encontrar respuestas a mis inquietudes. Recibí el Espíritu Santo durante un retiro de la iglesia y comencé a tener la esperanza de vivir para el Señor sinceramente.
Luego de la graduación, fui designada administradora de una organización de la misión de la escuela. Desde temprano en la mañana, me arrodillaba en el piso de la clase y oraba para que las almas vinieran. Pero no había avivamiento y las personas no cambiaban. Más bien perdí el gozo debido a los conflictos causados por el juicio, la condenación, los celos y el odio en mi corazón a pesar de que parecía trabajar ardientemente en lo externo. Incluso sentía culpa de enseñar la Palabra a los demás.
Me aferré a Dios al ofrecer ayuno y oración. Derramé muchas lágrimas de frustración y tuve sed espiritual. Mientras tanto, en 1997, por casualidad leí el boletín semanal de la Iglesia Central Manmin. Muchas de las preguntas que tenía durante muchos años fueron respondidas con claridad. El momento que leí la frase: «La ausencia de pecado es una fuente de poder en el reino espiritual», esto me estremeció todo el cuerpo y me entusiasmé al respecto.
«¡Vaya! ¡Aquí está la verdad que por tanto tiempo estuve buscando!»
Visité a toda prisa la Iglesia Central Manmin y compré todo tipo de cintas de sermones del Dr. Jaerock Lee. Escuché «El Mensaje de la Cruz», «Espíritu, Alma y Cuerpo», «Estudio de Job» y «Estudio de Génesis». Era algo tan dulce como la miel que destila del panal. Estaba convencida de que era la respuesta a mi oración. En julio de 1998 me registré en la iglesia con gran gozo por haber hallado la palabra de vida. A medida que trabajaba con fidelidad, recibí muchas funciones. Comencé a asistir al Seminario Teológico Santa Alianza con la visión de una misión y, en el 2002, me convertí en pastora.
Luego del 25 diciembre de 2010, en el rápido fluir espiritual, comencé a examinar mi pasado. Yo creía que estaba trabajando fielmente, pero había descuidado en gran manera la circuncisión del corazón. Pude darme cuenta que había sido sincera a mi propia manera. Comencé a depender más del Espíritu Santo para despojarme de mi naturaleza pecaminosa. Desde ese momento, comenzaron a salir atributos pecaminosos de mi vida y la paz y el gozo vinieron a lo profundo de mi corazón.
En diciembre de 2015 tuve la bendición de alcanzar el corazón del espíritu. En los últimos dos años he estado a cargo de los miembros de otros países que viven en Corea como la Pastora de la Zona de extranjeros. Ha sido algo asombroso sentir el amor del pastor que consuela a los miembros trascendiendo el lenguaje y la cultura (fotografía).
El pastor principal se apareció en un sueño a uno de los miembros. Él visitó su ciudad natal, se hizo cargo de los miembros de su familia y oró por ellos. Muchos de los miembros han recibido la solución a sus problemas por medio de la oración del Pastor Principal lo cual ha incrementado su fe.
Lo que era imposible se ha hecho posible, y las cosas que son posibles se han hecho aún mejores en sus vidas. Ellos han evangelizado a otras personas y con el paso del tiempo se sienten cada vez más felices. ¡Aleluya!