Vitaly Tabaranu (33 años, Iglesia Manmin de Moldavia) Desde mi niñez asistía a la iglesia. Sin embargo, vivía en el pecado desobedeciendo la Palabra de Dios. No obstante ello, creía que era salvo. Mi vida no tenía sentido. ...
Diaconisa mayor Myeongsuk Park (60 años), Zona 13, Iglesia Central Manmin
En los últimos cinco años yo no pude escuchar muy bien. Me sentía muy mal e incómoda al hablar con los demás. Me revisaron los oídos y se demostró que mi habilidad para escuchar se había perdido dado que yo trabajé como operadora telefónica por veinte años. En el pasado fui sanada de ceguera gracias a la oración del Dr. Jaerock Lee, así que me propuse ser sanada por fe.
Cuando tenía 22 años yo estaba pasando junto a mis hermanos menores que estaban jugando. De repente una rama voló por el aire y fue directo a mi ojo izquierdo. Esto causó daños en la retina. Perdí la vista y en el ojo; no podía ver la luz. Dado que dependía de un solo ojo, este rápidamente se vio afectado con una oculopatía y pronto perdí la vista. En medio de esta situación desesperada, asistí a la tercera Reunión especial de avivamiento realizada en 1995 y fui sanada de ceguera de mi ojo izquierdo y de la debilidad en el otro ojo.
Yo deseaba recibir la sanidad de la pérdida de audición solo con el poder de Dios. En septiembre de 2012 asistí a la Reunión de Sanidad Divina en el Centro de Oración Manmin. La presidenta, la Sra. Boknim Lee, me sugirió que hiciera un voto de oración de 100 días en la Reunión de Oración de Daniel, que asistiera a los servicios en el Centro de Oración y que escribiera un diario de gratitud. Cuando hice esto descubrí que mi gratitud no provenía del corazón, aunque yo siempre decía estar agradecida. Me arrepentí de esto y comencé a buscar razones por las cuales agradecer cada día.
Al hacer un diario comencé a dar gracias tan solo por ser salva y tener entrada al Cielo. Encontré el amor de Dios en todo tipo de circunstancia. No recobré la habilidad de escuchar de inmediato, pero tenía la certeza de que Dios escucharía mi oración si esta alcanzaba la justicia para recibir respuestas. Continué confiando en Dios.
Recibí la oración del pastor principal en cada servicio de adoración y ofrecí mi oración. Al comenzar el 2016 me di cuenta de que me sentía más cómoda al escuchar y ya no tenía tantos problemas causados por la falta de audición como antes.
Al inicio de agosto de 2016 participé en el Retiro de Verano Manmin con un corazón lleno de anhelo. Puse mis manos sobre los oídos y recibí la oración del pastor principal con fe. Después que todos los programas del retiro terminaron, yo estaba en un vehículo. Entonces sucedió algo impresionante. Mi oído izquierdo se abrió de repente al sonar de la máquina, y en seguida ocurrió lo mismo con el oído derecho.
Todo a mi alrededor parecía muy bullicioso. Yo estaba atónita; no sabía qué decir. Mi esposo estaba a mi lado y al darse cuenta de lo ocurrido dijo con alegría: «¡Has sido sanada!». Cierto día me quedé dormida y desperté porque alguien hizo caer un teléfono celular. Mis oídos lograron escuchar muy bien, incluso esos sonidos. ¡Aleluya!
Mi habilidad para escuchar mejoró cada vez más y ahora puedo escuchar a mi familia cuando hablan en la sala, aunque yo esté en mi habitación. Estoy trabajando como líder de subdistrito. Mi esposo, el Anciano Taebong Kwon, es un líder de distrito; mi hija, la Hermana Ahkang Kwon es miembro del Equipo de Danza de Adoración de Poder; mi hijo, el Hermano Ilkang Kwon y su esposa llevan vidas de creyentes juntos. Todos somos muy felices. Doy todas las gracias y gloria a Dios.