Vitaly Tabaranu (33 años, Iglesia Manmin de Moldavia) Desde mi niñez asistía a la iglesia. Sin embargo, vivía en el pecado desobedeciendo la Palabra de Dios. No obstante ello, creía que era salvo. Mi vida no tenía sentido. ...
«La gente dice que con el paso del tiempo yo me veo más joven»
Diaconisa Sanok Park (79 años), Iglesia Manmin de Gwangju
Comencé a asistir a la Iglesia Manmin de Gwangju en enero de 2010 por invitación de mis hijos. A mis 79 años, debido a que yo creo en Dios el Creador, soy muy saludable y libre de enfermedades.
Después de comenzar a aplicarme el agua dulce de Muan en mi rostro (Éxodo 15:25), las señales de envejecimiento comenzaron a desaparecer y las personas me decían que yo había rejuvenecido. Antes de ir a la iglesia yo solía tener dolor de espalda por causa del duro trabajo y me sometía a tratamientos de acupuntura. Cuando sentí dolor en mis rodillas yo fui al hospital y los médicos me dijeron que debía someterme a una cirugía. No obstante, cuando comencé a asistir a la iglesia, todos los síntomas desaparecieron.
En la primavera del 2012 fui sanada de artritis reumática. Sentí dolor con solo tocar mi cuerpo y cada articulación de mis huesos tenía dolor, como si alguien me estaba lastimando con un cuchillo. Mis brazos estaban paralizados y no podía levantarlos, y no podía ir al baño sin ayuda. Tuve que quedarme en la cama. Al escuchar los sermones en la iglesia, yo oré: «Dios, tú puedes abrir los ojos de los ciegos y devolver la vida a los muertos. Yo también quiero recibir sanidad». Apoyada en un bastón yo fui hasta Seúl para asistir a la Reunión de Sanidad Divina en el Centro de Oración Manmin. A medida que asistía a las reuniones durante 12 días, recibí la fe de lo alto y mejoré día tras día. Al poco tiempo me despojé del bastón y regresé a casa.
En junio del 2014 me ocurrió algo sorprendente. Todos los miembros de la iglesia estaban leyendo mucho la Biblia y yo quería hacerlo con ellos. Mientras lo hacía con el uso de una lupa, una luz resplandeciente brilló ante mis ojos y fue como si hubieran prendido una luz ante mí. Pensé que mi visión estaba mejorando. Y tal como pensé, mi visión mejoró y pude leer la Biblia y el boletín semanal de la iglesia sin necesidad de lentes. ¡Hasta puedo enhebrar una aguja! ¡Aleluya!
Yo vivo sola en una granja en Sunchang, provincia de Jeonbuk. Algunas personas preguntan si me siento sola, pero yo les respondo: «Dios está vivo y que tengo GCN. ¿Cómo podría sentirme sola?»
No puedo ir a la iglesia durante la semana porque la Iglesia Manmin de Gwangju está lejos, pero puedo asistir a la Reunión de oración de Daniel y otros servicios a través de GCN. En verdad me agradan los programas de GCN.
Los miércoles yo lavo mi cabello y cambio mi ropa después del trabajo, y asisto a los Servicios de los miércoles como si estuviese en la iglesia. También asisto a las vigilias los viernes desde las 11:00 pm hasta las 4:00 am, y alabo y danzo ante Dios. ¡Me siento muy feliz!
Yo vivo con esperanza por el Cielo y la llenura del Espíritu Santo porque ya no tengo que ir al hospital y escucho la Palabra de Dios, además de recibir la oración del Pastor Principal Dr. Jaerock Lee todo el tiempo, a través de GCN. Yo les digo a mis amigas en mi localidad: «Mírenme. Yo no necesito ningún medicamento y me mantengo saludable porque creo en Dios. Yo no he hecho nada por Él, pero Dios me ha dado abundantes bendiciones». Le doy todas las gracias a Él.
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