Vitaly Tabaranu (33 años, Iglesia Manmin de Moldavia) Desde mi niñez asistía a la iglesia. Sin embargo, vivía en el pecado desobedeciendo la Palabra de Dios. No obstante ello, creía que era salvo. Mi vida no tenía sentido. ...
Diaconisa mayor Jongsim Baek (53 años), Zona 12, Iglesia Central Manmin
Mi visión solía ser 0.6/0.4, así que tuve que utilizar gafas. Sin embargo yo no podía ponérmelas porque me lastimaban detrás de las orejas cuando las utilizaba. Esto me causaba grandes problemas. En 2016 el Pastor Principal, el Dr. Jaerock Lee, dijo que iba a orar por los miembros de la iglesia para que mejoraran su visión antes del Retiro de Verano Manmin. Por lo tanto, me preparé para ser sanada con un anhelo del corazón.
El 8 de agosto, la primera noche del retiro, recibí su oración. Después de eso ya no sentí cansancio, hormigueo ni sequedad en mis ojos. A principios de octubre me sometí a un examen visual y los resultados fueron 1,0/1,0 (20/20). Llegué a ver todo con más claridad, y no tuve dificultad en absoluto incluso cuando leía las letras pequeñas.
A finales de octubre me sentí mareada de repente, y duró dos semanas. Incluso tuve náuseas y pérdida de apetito. Me sentía débil, lo cual me causaba problemas incluso al hacer los quehaceres cotidianos. El mareo estaba todo el tiempo conmigo.
El 10 de noviembre acudí al hospital para saber qué causaba esos problemas. Tuve que someterme a un examen de ultrasonido en una clínica de neurocirugía y me dijeron que tenía otolitiasis. Al día siguiente, hablé acerca de mi enfermedad a la Asociación de Devotos de la Oración a la cual pertenezco. Oraron fervorosamente por mi sanidad, y sentí que había recibido fortaleza.
Yo quería ser sanada completamente, entonces recibí la oración del Pastor Principal durante la Vigilia entera del viernes. Justo después de la oración, el mareo desapareció y ya no sentí ninguna náusea, sino alivio en mi estómago. Yo estaba perfectamente sana.
El 14 de noviembre acudí al hospital de nuevo y me dijeron que me encontraba normal sin ningún problema. Doy todas las gracias y gloria a Dios quien me ha sanado. Y agradezco al Pastor Principal por orar por mí.