Vitaly Tabaranu (33 años, Iglesia Manmin de Moldavia) Desde mi niñez asistía a la iglesia. Sin embargo, vivía en el pecado desobedeciendo la Palabra de Dios. No obstante ello, creía que era salvo. Mi vida no tenía sentido. ...
«Después de ser sanada de varias enfermedades, me convertí en una gran admiradora del agua dulce de Muan»
Hermana Maya Devi, Iglesia Manmin de Delhi (India)
En mayo de 2016, sentía mucha picazón en mi pulgar derecho, como si hubiera sido picado por un mosquito. Mientras yo continuaba rascándome, la parte afectada comenzó a formar pus y a sangrar. Yo sentía mucho dolor. En ese momento la temperatura en la India era muy alta, 50o C. Además, debido a que había constantes cortes de poder, era imposible utilizar el acondicionador de aire y el ventilador. Esto causó que las enfermedades cutáneas se volvieran pandémicas.
Mis hombros también estaban inflamados y sentía gran dolor. Apenas podía mover mi brazo derecho. Me puse medicamentos y tomé analgésicos, pero los síntomas empeoraron cada vez más.
Entonces decidí recibir la sanidad de parte de Dios y dejé de tomar medicinas. Me rocié el agua dulce de Muan en las áreas afectadas. Luego recibí la oración por los enfermos de parte del Pastor Principal, el Dr. Jaerock Lee, que tenía guardada en mi teléfono celular. Entonces sucedió algo impresionante. La herida que parecía incurable sanó rápidamente; el dolor y la inflamación desaparecieron. Al comenzar el mes de junio yo había sido sanada por completo.
Mi esposo, el Hermano Sunil Kumar, fue sanado de trastorno estomacal, y dejó de tener las pesadillas que lo atormentaban. A medida que guardaba el Día del Señor como un día santo, él recibió grandes bendiciones financieras. Con corazones agradecidos por la gracia de Dios, con gozo nos ofrecimos como voluntarios en la iglesia. ¡El agua dulce de Muan es la medicina de mi hogar! Todos los miembros de mi familia están saludables; nunca sufrimos un resfriado o fiebre.
Le doy toda mi gratitud y gloria al Dios de amor. También agradezco al Pastor Principal por haber orado por nosotros.