Vitaly Tabaranu (33 años, Iglesia Manmin de Moldavia) Desde mi niñez asistía a la iglesia. Sin embargo, vivía en el pecado desobedeciendo la Palabra de Dios. No obstante ello, creía que era salvo. Mi vida no tenía sentido. ...
«Al leer Noticias Manmin me convencí de que mi hijo sería salvo»
Diaconisa mayor Byeongrye Mun (82 años), Zona 31, Iglesia Central Manmin
Una sombra oscura descendió sobre mi familia cuando mi hijo mayor fracasó en sus exámenes de ingreso a la universidad y comenzó a sufrir un trastorno mental. Él deambulaba por todo lugar en el pueblo y gritaba fuerte. Yo conseguí un chamán para que hiciera un exorcismo, y luego lo llevé al hospital. Pero nada pudo ayudarlo. Pasé muchos años llorando y sufrí bastante.
Cierto día en 1993, una conocida me dio un ejemplar de Noticias Manmin y me dijo que muchos habían sido sanados de sus enfermedades gracias a la oración del Pastor Principal, el Dr. Jaerock Lee, de la Iglesia Central Manmin. Leí el noticiero y quedé convencida de que sería la manera de salvar a mi hijo. Viajé a Seúl desde Seosan, en la provincia de Chungnam, y encontré la iglesia gracias al croquis en el periódico. Me registré como miembro de la Iglesia Central Manmin.
Mientras escuchaba el mensaje, me di cuenta de que había cometido el pecado de idolatría que Dios más aborrece, y me arrepentí por ello profundamente. Entonces mi hijo fue liberado de todos sus problemas mentales. ¡Aleluya!
En 1998, mi segundo hijo colapsó debido a un accidente cerebrovascular. Las posibilidades de que sobreviviera eran de apenas 30 %. No obstante, él se recuperó y recobró la salud al recibir la oración con el pañuelo (Hechos 19:11-12). En el 2002 me diagnosticaron espondilitis. El médico indicó que sería necesaria una cirugía mayor para sacar el hueso de mi columna y reemplazarlo con un hueso artificial. Luego de recibir la oración del Pastor Principal, sin embargo, fui sanada por completo.
Mi familia ahora vive en paz en todo tiempo gracias al Señor. Mi segundo hijo ha recibido bendiciones financieras en su negocio, a pesar de la recesión económica. Él se mudó a un local más grande y mi nuera trabaja como líder de subdistrito. Mi hija es líder de célula y miembro del Coro Luz Dorada, y mi yerno es miembro del Grupo de voluntarios de Manmin. Ahora todos vivimos con esperanza por el cielo.
Yo solía sufrir de problemas familiares y cotidianos que no podía manejar, pero fue Noticias Manmin lo que me llevó a la iglesia llena de vida y de poder. Doy todas las gracias y gloria a Dios quien permitió que recibiera un ejemplar del noticiero.