«¡Mi bebé tenía un alto riesgo de padecer síndrome de Down, pero nació normal!»
|
|
|
4581 |
|
Julio 09, 2017 |
|
|
|
Diaconisa Minkyung Lee (31 años), Zona 1, Iglesia Central Manmin
Hace siete años, me encontraron varias protuberancias en mi seno y ovario, pero a través de la oración del Pastor Principal, el Dr. Jaerock Lee, todas desaparecieron.
Luego de casarme en enero de este año, escuché que si una persona tiene antecedentes de familiares con enfermedades en su útero o en los ovarios, o que tenían nódulos en su seno, pueden tener dificultades para tener un bebé. Al final del mes de febrero, fui a una clínica de Obstetricia y Ginecología para comprobar mi embarazo. Le dije a la doctora que siete años antes había tenido un gran mioma uterino de 5,9 cm y dos o tres bultos alrededor de él y un bulto de 3 cm en mi ovario.
Ella me dijo: «Incluso un mioma uterino de 4 cm es muy grande. Un mioma uterino tan grande hace que tenga dificultad en la concepción, e incluso si deja de crecer, es imposible que desaparezca naturalmente. Y aunque desaparezca, siempre quedan rastros; así que hagamos un chequeo». Luego del examen, ella me dijo: «No hay rastros de nódulos en su útero ni en sus ovarios, en absoluto. Se encuentran muy limpios. ¿En realidad tuvo nódulos?»
Pude entender que Dios me había sanado completamente sin dejar rastro alguno. Di gracias a Dios y sentí una vez más que el poder del pastor es realmente grande.
El 7 de abril me encontraba en mi 11.a semana de embarazo, y tuve la primera prueba de anomalía congénita para mi bebé. El primero fue el de translucencia nucal (TN). Cuando la TN es 2,5 a 3 mm, el bebé es considerado normal. Si tiene más de 3 mm, posee el riesgo de tener síndrome de Down. El escaneo de mi bebé mostraba 4,12 mm y era mucho más grueso que los bebés normales.
La doctora dudó de la anomalía cromosómica, y me sugirió que realizara una muestra de vellosidades coriónicas. Dado que se extraen muestras del tejido placentario del feto y las examinan, es una prueba precisa para comprobar el síndrome de Down. Mi esposo y yo no nos preocupamos porque creemos en Dios el Creador y en el poder de la re-creación del pastor. Bebí el agua dulce de Muan a través de la cual suceden obras poderosas (Éxodo 15:25) y nos preparamos con oración.
El 9 de abril recibimos la oración del Pastor Principal. Él oró para proteger al feto de cualquier tipo de anomalías cromosómicas, incluyendo el síndrome de Down. En ese preciso momento sentí calor en mi corazón y tuve la certeza de que mi bebé se había vuelto normal por el poder del pastor. En un sueño en la noche, el Pastor apareció y me dijo: «¡Tu bebé es normal». Estaba más segura.
El 11 de abril, tuve un reexamen del examen de translucencia nucal antes del muestreo de vellosidades coriónicas. La translucencia nucal de mi bebé disminuyó de 4,12 mm a 2 mm en solo tres días. Era normal. La doctora se preguntó cómo había ocurrido esto al expresar: «He visto algunos casos raros que disminuyeron en dos semanas, pero nunca había ocurrido en tres días».
Y la prueba de muestreo de la vellosidad coriónica también era normal. Además, cinco grandes resultados de las pruebas relacionadas con el síndrome de Down y síndrome de Edward no mostraron ningún problema en absoluto. ¡Aleluya!
Yo estaba tan agradecida de haber vivido en paz sin preocupaciones en ninguna clase de situaciones desde que conocí al Dios vivo. Doy todas las gracias y la gloria a Dios que respondió a mi oración con el asombroso poder de la re-creación, y con Su bendición.
|
|