Vitaly Tabaranu (33 años, Iglesia Manmin de Moldavia) Desde mi niñez asistía a la iglesia. Sin embargo, vivía en el pecado desobedeciendo la Palabra de Dios. No obstante ello, creía que era salvo. Mi vida no tenía sentido. ...
Comencé a perder energía y aptitud física en abril de 2018. No podía terminar mi trabajo y esto me deprimía. Mi cuerpo estaba tan hinchado que la gente me preguntaba por qué subí tanto de peso. Mi cuello también estaba hinchado y uno de mis amigos dijo que lucía como si llevara un anillo de goma. Me hicieron análisis médicos y encontraron que tenía hipotiroidismo. El doctor estaba tan sorprendido de cómo fui a trabajar con un nivel tan bajo de hormonas tiroideas. Dijo que tenía que controlar el nivel hormonal con medicamentos, y que si no tomaba la medicina, el nivel bajaría de inmediato. Es decir, tenía que tomar la medicina por el resto de mi vida. Yo tenía un deseo de ser sanada por el poder de Dios, pero tomé las medicinas porque de otro modo no podría ir a trabajar. Aun así el nivel de hormonas era bajo y tenía que incrementar la dosis y seguir tomándola para mantener el nivel normal. Siempre me sentía cansada y aletargada. Afortunadamente el Retiro de Verano de Manmin se aproximaba y realmente quería ser sanada por Dios. Desde el día antes del retiro, tuve la convicción de que ya no iba a tener que tomar medicamentos, así que dejé de tomarlos. En el primer día del retiro, La pastora Soojin Lee hizo una oración a Dios por los enfermos en con el pañuelo sobre el cual el pastor principal, Dr. Jaerock Lee Había orado (Hechos 19:11-12). Yo recibí la oración con un corazón desesperado y para mi sorpresa, me sentí ligera y no estuve tan cansada desde el final del retiro. Quería ser sanada completamente, así que asistí a la ‘Reunión de oración de Daniel especial continua de 2 términos’ que fue realizada el 8 de octubre. Comenzaba a llorar siempre que oraba con el pañuelo donde oró el pastor principal. Sentí cómo Dios estaba tocando y confortando mi corazón. Me arrepentí de dejar de orar y no tener una fe completa en Dios. Cada mañana recibía las oraciones del pastor principal por los enfermos y por el nuevo día antes de salir a trabajar. Recibí los resultados del análisis médico el día 10 de diciembre y todo estaba normal. El doctor me había dicho que nunca podía dejar de tomar los medicamentos, pero por fe no he tomado ninguna medicina desde hace 4 meses. Fui sanada completamente sólo por el poder de Dios. ¡Aleluya! Le doy las gracias y la gloria a Dios por haberme sanado con la sangre del Señor y me guio hacia una vida de bendición.
Resultados de exámenes médicos
La hormona estimulante de la tiroides es 30 veces mayor a lo normal. El nivel de la hormona tiroides era menor que lo normal, pero se recuperó a niveles normales después de las oraciones.