¡Señor, todo lo que puedo hacer es sonreír por causa Tuya!
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Mayo 04, 2008 |
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~ Diaconisa Eun-Sook Ko (12-1 Parroquia; 2-5 Misión de Mujeres)
Después de conocer a mi futuro esposo en el trabajo y de casarme con él, puse fin a mi vida en Cristo ante la oposición de mis suegros. Mi vida se volvió insoportablemente cansada y difícil mientras mi esposo y yo trabajábamos para mantener a mis cuñados.
Todo lo que quedó después de 12 años de matrimonio fue depresión
Mi esposo es el mayor de seis hermanos y hasta que su hermano menor, quien estaba en 5º grado cuando nos casamos, había terminado la escuela, éEl y yo tuvimos que llevar una vida extremadamente ocupada y sentimos que los 12 años simplemente se fueron volando. Al principio, fue agradable para mí ofrecerles ayuda a mis cuñados, pero cuando me di cuenta de que tenía que seguir dando más aún cuando ya había dado demasiado, me frustré cada vez más. Sin embargo, no quería que mi esposo se preocupara por las cosas concernientes a la casa, así que mantuve la creciente frustración para mi sola. Cuando mis suegros se enfermaron, mi paciencia alcanzó su límite. ‘Oh… ¿Qué es la felicidad? Me siento tan cansada’ [GOLPE] Tan pronto como regresé a casa un día de Diciembre de 1995, desmaye. Después de ser llevada al Hospital Asan en una ambulancia, fui diagnosticada con depresión e internada en el Departamento de Psiquiatría del hospital. Me había vuelto tan sensible que no podía siquiera tragar agua y las aguja de las jeringas simplemente rebotaban en la piel. “He hecho todo esto por mi esposo. ¿dónde estoy ‘yo’?” Lloré mucho. Le había entregado todo mi ser a los demás y todo lo que quedaba era un envase vacío. Habiendo perdido el sentido de ‘Quién era yo’, todo lo que deseaba hacer era esconderme de todos los que conocía.
Regresando a Dios como el Hijo Pródigo
Después de pasar cerca de quince días en el hospital, empecé a extrañar a mis viejos amigos. Le pedía a mi esposo que se pusiera en contacto con ellos y cuando los vi por primera vez en mucho tiempo, no podía parar de sonreír. “¿Qué es esto?” “Eun-Sook, asegúrate de escuchar esta grabación, ¿okay? Era un casete de música de alabanza. Cuando vi la cruz en la cubierta, tuve el deseo de regresar a Dios justo en ese instante, pero no queria regresar a Él en estas apariencias. Sin embargo, pensé que me moriría si no hacía algo, así que empecé a orar. “Dios, voy a ir y me reuniré Contigo este Domingo. Guíame a un lugar donde me pueda reunir Contigo”. A las 3 de la tarde en punto, del 28 de Enero del 1996, fui a la Iglesia Manmin Central con un mapa de la iglesia trazado en un folleto olvidado en el Hospital de uno de mis amigos, la Diaconisa In-Ae Im.. Una vez dentro del Santuario Principal, me di cuenta de cómo estaba todo decorado como si se fuesen a realizar una reunión de avivamiento. El himno que dio inicio, “El amor de Dios es más grande de lo que la boca o el bolígrafo pueden expresar”, atravesó mi corazón y me mantuve llorando el resto del culto. ‘¿Podría ser esto como lo que el Hijo Pródigo sintió cuando regresó a su padre?’ Yo era el Hijo Pródigo regresando a mi Padre celestial después de muchos años de tormento que habían arrebatado una cuota gigantesca de mi cuerpo y de mi corazón. Mientras escuchaba el mensaje del Pastor General, reconocí que también había hecho cosas equivocadas. El verdadero amor se regocija en dar a los demás y recibí del Señor la clase de amor que le llevó a sacrificar Su propia vida. Sin embargo, aquí estaba yo, esperando siempre recibir el pago por lo que di a los demás. Peor aún, incluso culpé a otros, criticándolos por no poder recompensarme cuando yo les había entregado cierta cantidad, y busqué su reconocimiento. Cuando me arrepentí de mi estupidez por la cual había culpado a otros, mi corazón fue llenado de una paz que se sentía como la luz tibia del sol sobre el suelo.
Descubriendo el “verdadero yo” en El Señor
Siempre pensé que era una buena persona pero al empezar a escuchar los mensajes del Pastor General sobre “Espíritu y Carne”, “El Capítulo del Amor” y otros parecidos, reconocí cuántos elementos de maldad existían en mi corazón. Cuando hacía algo bueno, poco a poco y uno por uno, el gozo aumentaba. ‘¡Esto es lo que significa que uno ponga sus ojos en Dios, en lugar de las personas!’ Del Pastor General quien se entrega todo por el bien de los demás, aprendí la verdadera “bondad”. Mientras asistía a muchos de los cultos de adoración y participaba en las ‘Reuniones de la Vigilia de Oración de Daniel’, me vi envuelta en una clase de gozo que nunca experimenté en el mundo. De la palabra y de la oración, había descubierto “mi verdadero yo”. Al convertirme en una obrera de la iglesia y al visitar los hogares de otros miembros que se encuentran en medio diferentes de luchas y dificultades, tuve que reconocer a profundidad todas las cosas con las cuales Dios me ha bendecido y descubrí las buenas cosas de mi esposo. Realicé mi mejor esfuerzo para servirle con todo mi corazón, y él empezó a compartir muchas conversaciones y muchas otras cosas y me di cuenta de cómo está poniendo mayor cuidado de las cosas del hogar. Mi esposo también me facilita todo para que pueda guardar en santidad el Día del Señor y para que pueda mantener una vida de oración, mientras nuestros tres hijos están creciendo fortalecidos en la fe. Apoyando a mi esposo con la Palabra de Dios
“Cariño, no te ves muy bien”. “Bueno, un préstamo muy grande está siendo retrasado y a menos de que pueda obtenerlo pronto, o todo un año de negocios habrá sido en vano”. Mi esposo fue a reunirse con el deudor y yo salí de casa para ir a recibir la oración del Pastor General. Escribí “Youngduk Recuperación de Deudas” y recibí su oración. Esto fue cerca de las 3 de la tarde. “¡Cariño, todo está resuelto!” Mi esposo había ido a reunirse con su cliente pero apareció esa tercera persona, quien había sido favorecida por el deudor, y aceptó pagar el préstamo. Le pregunté por la hora en que se había realizado este acuerdo y mi esposo contestó que eran las 3 de la tarde en punto. Recordé entonces la parte en Mateo cuando Jesús sanó de lepra al siervo del centurión basado solamente en la fe del centurión, y le dijo, “Ve, y como creíste, te sea hecho” (Mateo 8:5-13). En otra ocasión, tuve un sueño en el cual discutí con el Pastor General el proceso de un préstamo grande que se estaba realizando, y él me dijo, “Eso es codicia”. Le comenté a mi esposo sobre esto. Él lo guardó en su corazón y cuando recibió los documentos y las cuentas importantes, encontró una parte que había sido falsamente declarada y pudo entonces, prevenir la perdida de una significante suma de dinero. De evento e incidentes como este, mi esposo busca el consejo cada vez que enfrenta problemas en el trabajo. Como gerente de una oficina bancaria, uno de sus mayores obstáculos era dirigir a sus empleados por sus diferentes capacidades y personalidades. Hubo una época en la cual un empleado nuevo había sido enviado de la oficina central y a pesar que había sido bueno en la escuela, era un extraño en lo que se refería al trabajo real. “No te frustres. Se paciente y enséñale uno a uno los aspectos relacionados con el trabajo. Cuando tomes el tiempo para cuidar de El, se convertirá un día en una parte valiosa de la compañía”. Mi esposo hizo tal cual le aconsejé y un poco más tarde, le escuché decir lo orgulloso que estaba por haber escuchado que el nuevo empleado estaba sobresaliendo en los diferentes departamentos. De ves en cuando, me dice “Gracias”. En Diciembre del 2007, fue promovido a la posición de Gerente de Filiales de Primer nivel, y a inicios de este año, fue nombrado Gerente de una oficina filial en un banco importante de una zona muy prominente de Seúl. Le doy toda la gloria al Dios de bondad por darles siempre a Sus hijos solamente las buenas cosas. ¡Aleluya!
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