''La Misión de amor del Señor'': Una reunión de desertores Norcoreanos que ya han escogido sus lugares en el Cielo
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Octubre 05, 2008 |
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La Felicidad no está garantizada
Tras haber cruzado la línea de la muerte que divide a Corea del norte y Corea del Sur, no les ha resultado nada fácil a antiguos desertores adaptarse a la sociedad de Corea del Sur. Entre los desertores pertenecientes a la elite, se encuentran graduados de las universidades de Corea del Norte quienes habían trabajado como agentes del gobierno, y quienes han encontrado puestos de trabajo estables y con una paga razonable en el gobierno de Corea del Sur y en instituciones de investigación. Pero también existen aquellos desertores con menos educación y menos experiencia profesional que hoy están confinados a recibir un salario muy bajo. Lo que es más, cada vez que cruzan las fronteras de Corea del Norte, China u otros países a Corea del Sur, muchos de ellos incurren en grandes deudas con intermediarios. Viéndose imposibilitados de abandonar al resto de los miembros de la familia que quedan en el norte, estos les envían dinero a través de estos intermediarios, quienes en el mejor de los casos se quedan con el 30% por comisiones pero a veces ese dinero nunca llega a destino. Además de todo eso, también están los recuerdos de los seres queridos en el Norte, los que han fallecido en accidentes, asesinados o llevados prisioneros al intentar cruzar la frontera. O bien, están aquellos que todavía no pueden llegar a Corea del Sur y se han quedado a mitad del camino. Mientras los desertores norcoreanos sufren una angustiosa tragedia combinada con pobreza, soledad, discriminación invisible y diferencias culturales; nosotros, por otro lado, debemos esforzarnos por aceptarlos y cuidarlos como miembros del cuerpo de Cristo. Ya que lo han arriesgado y abandonado todo al salir de Corea del Norte en busca de libertad, es nuestro deber tratarlos con calidez, comprensión y paciencia, para así esperar que ellos se nutran y crezcan en la fe y lleguen a los servicios en la iglesia por su propia voluntad.
Experimentando el poder de Dios
Cuando se fundó en el 2004 "La Misión el Amor del Señor (Pastor a cargo: Rev. Sang-Joon Park), eran sólo 5 los miembros. Para comienzos del 2008, la reunión sumaba 70 personas, y en Septiembre, el número de miembros había llegado a 180. Esto se debe a que muchos desertores norcoreanos se han acercado a Manmin tras haber escuchado las buenas noticias de sanidad y bendición. Muchos de ellos no habían escuchado antes ni siquiera "un testimonio". En cambio, hoy en día, es habitual encontrarlos dando testimonio de que Dios los ha sanado de artritis, enfermedades gastrointestinales, conjuntivitis, secuelas de operaciones realizadas por cáncer al páncreas, y de profunda depresión. Asimismo, testifican como sus espaldas fueron enderezadas al orar el Dr. Jaerock Lee sólo teniendo sus pañuelos (Hechos 19:11-12). Durante el Retiro de Verano en Agosto, Sung-Joo Hwang (alias; 35; Onsong County, North Hamgyong Province; 35) quien anteriormente había sido sanado de un ataque al corazón y se había puesto de pie, abandonado así la silla de ruedas tras la oración del Dr. Jaerock Lee, dio testimonio de haber tirado por completo el bastón al usar la oración del pañuelo.
~ Reunión del Domingo a la mañana de "La Misión de Amor del Señor"
Luego de soportar un tremendo sufrimiento diariamente en Corea del Norte, y tras haber pasado ese viaje horrendo hacia Corea del Sur y luchado contra diversas enfermedades, finalmente en el Sur están siendo libres y sanados. La luz de la esperanza del cielo ilumina los rostros de los antiguos desertores, quienes tras haber sido llevados a Manmin, se encontraron con Dios y experimentaron sus señales y prodigios. Luego de haber sido designados a diferentes distritos, los desertores pueden ver y comprender el amor que reciben por parte de los obreros que los visitan en sus casa con el mayor de los cuidados. Lo que lamentan de su pasado es no haber escuchado "el mensaje" antes. Aferrándose a la pureza que permanece sin contaminase con los avances de la civilización, estos antiguos desertores se esfuerzan, así como también sus hijos, por vivir La Palabra que escuchan. Al igual que cualquier miembro Manmin, ellos depositan su esperanza en la Nueva Jerusalén en el reino de los cielos, y se despojan del peso que los ha estado asediando. Desde "El tiempo de Examen de consciencia", ellos han estado acostumbrados a criticarse a sí mismos y a los demás. Más por medio del amor de Dios, están esforzándose al máximo por tratar de ponerse en el lugar de otros y de despojarse del mal hábito de estar a la defensiva cuidándose de los demás. Están aprendiendo a ser uno en El Señor.
[Mini Entrevista] Somos un pueblo agradecido y cariñoso.
Diaconisa Myung-Ok Hug (alias; "La Misión de Amor del Señor" Presidente; North Hamgyong Province)
P: ¿Cómo fue que acabó yendo a Manmin? R: Desde hacia ya tiempo en Noviembre del 2003, no podía moverme cómodamente debido a que padecía de artritis en mis rodillas. Pensaba que iba a morir en una tierra extranjera; estaba sumida en el miedo y la soledad. Luego un día, me topé con un libro del Dr. Jaerock Lee y con una copia de las Noticias Manmin, y con la ayuda de unos amigos, me acerqué a Manmin un tiempo después. Al año siguiente y mientras escuchaba un mensaje durante la Reunión de Avivamiento, recibí el fuego del Espíritu Santo y fui sanada de la artritis. ¡Ah! Me dije: "Voy a estar bien ahora". Poco después, hasta recibí la noticia de que mis hijos también habían conocido a Dios, estaba tan agradecida. En mi caminar con Cristo, también he sido sanada de problemas gastrointestinales y no tuve más problemas con la respiración. Y he tomado consciencia del cielo y del infierno.
P: He escuchado que Ud. Ha llevado a muchos a los pies de Cristo. R: Yo exclamaba, "Dios vive" cada vez que tenía la oportunidad de llevar a alguien a Cristo, y he podido hacerlo con 60 personas. Hoy por hoy, me encuentro muchísimo mejor de salud que cuando llegué por primera vez a Corea del Sur, y lo mas importante todavía es que siempre estoy llena de gozo y regocijo. A medida que escucho el mensaje de Vida, éste va mudándome en una mejor persona, los demás me lo dicen y mi corazón se llena de esperanza por la Nueva Jerusalén. Es mi anhelo que los miembros de "La Misión de Amor del Señor" mantengan su esperanza y fundamento en esta sociedad, así como también que cada uno de ellos pueda entrar al reino de los cielos donde no existen las lagrimas, ni aflicción ni sufrimiento.
P: ¿Qué se espera de los miembros de Manmin? R:En Corea del Norte, existe tanta gente que se mueren de hambre porque no tiene ni siquiera un plato de guisado de maíz. Muchos son los que arriesgan sus vidas al escapar de Corea del Norte por razones ideológicas, pero muchos también lo hacen para escapar del hambre. Debido a que muchos han sido tratados como si fuesen animales en su viaje desde Corea del Norte hacia Corea del Sur pasando por China, estos desertores que ahora están en el Sur son fácilmente lastimados incluso por comentarios triviales pronunciados sin ninguna intensión particular. Esto es tan real entre los desertores miembros de la elite quienes sienten como si los demás sintieran lastima de ellos y los trataran como mendigos. Todos conforman un solo pueblo pero debido a que sus experiencias de vida son tan diferentes, se necesita un cuidado especial. Se hallan sumidos en una necesidad imperante de amor, interés y aliento. Somos un pueblo agradecido, cariñoso y responsable; una vez que llegamos a Dios, marchamos hacia la meta sin mirar atrás y sin cambiar nuestro corazón.
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