Vitaly Tabaranu (33 años, Iglesia Manmin de Moldavia) Desde mi niñez asistía a la iglesia. Sin embargo, vivía en el pecado desobedeciendo la Palabra de Dios. No obstante ello, creía que era salvo. Mi vida no tenía sentido. ...
Diácono Changjin Kim (Vice-presidente de la Misión de Hombres de la Iglesia Manmin Kwangju del Este)
Yo administraba una tienda de mascotas, y todo parecía estar bien, hasta que en el 2003 enfrenté una dificultad inesperada justo luego de incrementar mi negocio. Para mí fue impactante porque nunca me imaginé que fracasaría y que caería en la desesperación. Me convertí en un adicto al alcohol y padecía de temblor de mis manos. Abandoné a mi familia y anduve fuera de casa como un vagabundo.
Las discusiones con mi esposa parecían interminables. Ella siempre se escapaba a casa de su familia en la ciudad de Kwangju. Me estaba convirtiendo en un hombre decaído que se arrastraba hacia las mujeres, el alcohol, y los juegos de azar. Finalmente mi esposa decidió divorciarse de mí y se fue con nuestro hijo.
Yo me quedé sin dinero y viviendo sin ninguna esperanza. Al meditar en mi pasado yo me lamenté. Cierto día extrañé verdaderamente a mi esposa e hijo...
-Hola, soy yo. ¿Cómo has estado? -Muy bien, ¿y tú?
Llamé por teléfono a mi esposa con mi corazón desesperado como quien se aferra a un imposible, pero su voz fue inesperadamente amable y dulce. Ella me sugirió que empezáramos una nueva vida por nuestro hijo, y me dijo también que había estado esperando mi llamada porque había estado orando desde que empezó su nueva vida de fe en la Iglesia Manmin Kwangju del Este.
En ese momento no tenía esperanza ni un lugar donde habitar, así que fui directo al hogar de mi esposa en la ciudad de Kwangju y empecé a asistir a la iglesia y a escuchar los mensajes del Dr. Jaerock Lee. Los mensajes que escuché a través de la señal satelital fueron lo suficientemente fuertes para cambiar mi alma.
Mientras oraba cada día, yo me arrepentí una y otra vez por haber vivido una vida egoísta. Dejé de beber, de fumar, y de reunirme con mis amigos fuera de la iglesia.
Ahora los miembros de mi familia ya no me parecían una carga sino personas muy hermosas. Mientras tanto, llegué a tener el anhelo de vivir en el Cielo con mi familia. No tenía un trabajo adecuado y enfrentaba dificultades financieras, pero le di gracias a Dios por Su gracia que me transformó. Yo mantuve la paciencia, el gozo, y la gratitud sin importar las circunstancias. Yo observé todas las cosas a través de los ojos de la fe. La adicción al alcohol y el temblor de manos habían desaparecido.
En Julio del 2007 ingresé a trabajar en la sucursal de la ciudad de Kwangju de la Compañía de Seguros Joong-Ang de Seúl. Tomé el camino correcto en todo y consideré la compañía y clientes como superiores a mi propio beneficio, me esforcé por obedecer la Palabra de Dios en lo poco y en lo mucho. Al momento disfruto de abundantes bendiciones materiales por la gracia de Dios.
Le doy gracias y gloria a Dios y al Señor, y aprecio al Pastor Principal Dr. Jaerock Lee quien me ha guiado a llegar a ser un obrero de Dios por medio de la Palabra de Vida.