Vitaly Tabaranu (33 años, Iglesia Manmin de Moldavia) Desde mi niñez asistía a la iglesia. Sin embargo, vivía en el pecado desobedeciendo la Palabra de Dios. No obstante ello, creía que era salvo. Mi vida no tenía sentido. ...
Yo Soy Libre de los Efectos Posteriores de la Cirugía del Cáncer
Diáconisa Nakyung Shin (Parroquia 32, Misión de Mujeres 2-5)
En Noviembre de 2006 me sentía cansado, tanto mental como físicamente, y empecé a defecar con sangre y a perder 1 kg de peso diariamente. Se me diagnosticó cáncer de colon de tercera etapa, y el médico dijo que luego de la cirugía debía recibir terapia anticancerosa por 12 sesiones. Yo creí tener paciencia muy firme, pero el tratamiento anti cáncer era muy difícil de sobrellevar. Perdí mi cabello y las largas horas de inyecciones me causaban náusea que no me permitía comer bien. Yo incluso pensé que moriría pronto. Con un corazón desesperado intenté hallar esperanza en Dios. A pesar de haber buscado la Palabra de Dios en muchas iglesias yo no me sentía plenamente satisfecho. Asistí a la Iglesia Central Manmin por invitación de mi hermano menor Hangchul Shin. Ahí vi a muchos miembros testificando luego de haber sido sanados y bendecidos. Dios dice en Éxodo 15:26 que Él es nuestro Sanador. Aunque yo estaba enfermo, continué asistiendo a las Reuniones de Oración Daniel y a las Reuniones de Sanidad del Centro de Oración Manmin diariamente, así como también a las Vigilias Enteras cada viernes por la noche. Mi hermano menor me llevaba en su auto a cada reunión. A través de los mensajes me di cuenta que todas las enfermedades son producto del pecado y obtuve la certeza de mi sanidad cuando me arrepentí y empecé a depender de Dios con fe.
- Nivel Normal del Examen Antígeno - No hay evidencia de la Recaída (Por la Endoscopia).
Dejé de recibir el tratamiento anti cáncer y me dediqué a intentar descubrir el muro de pecado que me separaba de Dios. Cierto día en Julio, el espíritu de arrepentimiento vino sobre mí. Yo me arrepentí verdaderamente por no haber amado ni perdonado a los demás a pesar de haber conocido la Palabra de Dios. Junto a mi familia, me reuní con el Dr. Jaerock Lee y recibimos su oración. Mediante este acto, junto a la certeza de mi sanidad, yo mantuve el gozo y la esperanza de vivir más, especialmente en la Palabra como un hijo de Dios.
Desde ese entonces he logrado vivir una vida llena de gozo y fe, con la seguridad de que ya no me encuentro enfermo porque Dios me ha sanado. Estoy fuerte y ya no siento dolor. Es por eso que visité el hospital en marzo para que se confirme mi sanidad, y por supuesto, los resultados reflejaron que estoy sano. Al estar sano, tanto en lo espiritual como en lo físico, estoy disfrutando de una segunda vida, y esforzándome en mi trabajo.