Diácono Young-Woo Park El secreto del éxito de su empresa
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Agosto 30, 2009 |
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Diácono Young-Woo Park frente a uno de los anuncios publicitarios que él diseñó
Cuando este hombre empezó a actuar según la Palabra de Dios únicamente sin involucrar su propia opinión, su empresa creció y empezó a recibir mayor cantidad de órdenes de trabajo.
Esta es la historia de la empresa de Young-Woo Park, la cual tuvo éxito luego de superar tiempos difíciles a través de obras de fe.
En mayo de 2006, luego de descubrir mi talento para el negocio de los anuncios publicitarios para vehículos, yo renuncié a mi trabajo y empecé mi propia empresa.
Trabajaba día y noche, y nunca me cansaba de pensar en el éxito. Al principio parecía que todo iba bien, y llegué a ser conocido como una persona honesta. Pero al poco tiempo tuve que enfrentar grandes dificultades.
En primer lugar no recibí los pagos luego de terminar las obras diseñadas, no solamente en una sino en dos ocasiones. Para empeorar las cosas, los días eran muy escasos de trabajo, las órdenes de trabajo casi habían cesado, parecía que aquello que día se veía muy posible, de pronto se tornó en un imposible. Estaba atravesando una crisis financiera muy grave, el salario completo de mi esposa se usaba para pagar mis deudas, y cada día solamente aumentaba los sufrimientos.
Con la visita de los pastores de la tercera y trigésima segunda parroquias llegué finalmente a entender cuál era la raíz espiritual de mi problema. Comprendí que debía corregir mi vida ante Dios, guardar el Día del Señor como un día santo, y dar los diezmos apropiadamente. Mi trabajo consistía en hacer diseños publicitarios para los vehículos, de modo que tenía una sobrecarga especial de trabajo los domingos, ya que es el día que los buses no laboran. Entonces pensé que no trabajar en el Día del Señor sería igual a dejar mi empresa, pero debido a que Dios entendería mi situación, yo pensé que mi caso sería una excepción. ¡Pero ese era el problema! Si no hubiese orado, nunca me habría dado cuenta de que estaba equivocado.
Con lágrimas de arrepentimiento, yo entregué todas las órdenes que requerían que trabaje el domingo. No me fue fácil, y a pesar de que había decidido seguir la Palabra de Dios, continuaba trabajando el domingo después del servicio, pensando que estaría bien.
Sin embargo no podía ignorar la voz que escuchaba en mi interior; yo me estaba comprometiendo con el mundo. Mas aquellos miembros que testificaban acerca de las bendiciones de Dios lograban cambiar sus vidas por medio de demostraciones de fe.
Por lo tanto, tome la decisión de dejar de trabajar por completo durante el Día del Señor, a pesar del hecho de que ese día podía obtener grandes ganancias. Al tomar esta decisión, Dios me permitió trabajar en automóviles completamente nuevos, que acababan de salir de la fábrica. Esto fue por la sabiduría de Dios, pues estas fábricas no trabajan los domingos, lo cual me permitía trabajar durante la semana.
Cada vez que obtenía ganancias separaba el diezmo e hice borrar mi nombre de la lista en el templo budista, el cual mi madre había registrado por mí. Dejé de fumar y beber, y empecé una vida de oración. Esta fue la decisión que tomé para vivir como un verdadero hijo de Dios. Mi esposa y yo fuimos juntos a ver al Pastor Principal Dr. Jaerock Lee y recibimos la oración por nuestra empresa.
Sorprendentemente, desde ese día en adelante, empecé a recibir órdenes de trabajo de empresas muy grandes. Ni siquiera nos era posible aceptar proyectos a mayor escala porque no tenía el capital suficiente, pero Dios nos daba proyectos de menos costo de producción con los cuales lográbamos obtener mayores ganancias fijas. Mientras obteníamos más contratos, la empresa crecía y la cantidad de diezmos también se incrementaba. La bendición aún es sobreabundante hasta el día de hoy.
Estoy muy agradecido de Dios por la gracia que me permitió tener un corazón santificado a través de los momentos difíciles. Doy toda gloria y agradecimiento al Dios que solamente desea darnos bendiciones verdaderas en cada aspecto de nuestra vida y, lo más importante, desea asegurar la prosperidad de nuestra alma.
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