¡Fui rescatada milagrosamente de peritonitis aguda!
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Agosto 08, 2010 |
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Diaconisa Kyunghwa Lee (Zona china)
Obteniendo la certeza de que Dios está con la Iglesia Central Manmin
A principios del año 2000 fui invitada a una iglesia filial de la Iglesia Central Manmin en China, y posteriormente obtuve la serie de sermones de 24 sesiones titulada "El mensaje de la cruz", predicadas por el Dr. Jaerock Lee. Yo quería tener seguridad con respecto a la Iglesia Central Manmin, por lo que alquilé las cintas de audio para escuchar después de tres días de ayuno. Mientras escuchaba estas series, fui conmovida en gran manera y experimenté la sanidad de algunos tipos de enfermedades, incluyendo una enfermedad cardíaca, una estomacal, artritis, anemia y hepatitis. Mediante estas experiencias obtuve la certeza de que la iglesia está en la presencia de Dios y me hice miembro de la iglesia filial. Llegué a vivir una vida ferviente mientras era testigo del poder de Dios y experimentaba cosas espirituales.
Mientras tanto, decidí visitar la Iglesia Central Manmin y aprender del Evangelio de Santidad ahí para luego difundir el Evangelio a muchas almas en China. En febrero de 2009 fui hasta Corea con ese deseo, pero tuve que asumir la responsabilidad de cuidar de mis dos hijas y de mi hermana menor que estaba enferma, a quienes había dejado en China. Aunque yo estaba muy feliz asistiendo a la Iglesia Central Manmin, la cual provee a los cristianos de buenos factores para el crecimiento espiritual, yo estaba angustiada porque no podía apoyar lo suficiente a mis hijas y a mi hermana.
Fui víctima de la apendicitis aguda y fui enviada al hospital
Al atardecer del viernes 28 de mayo de 2010 empecé a sentir un dolor en mi abdomen. Al siguiente día el dolor se había incrementado, y después de ir al trabajo, sentí como si alguien retorcía mis intestinos. El sudor frío corría por todo mi cuerpo y perdí las fuerzas. Empecé a sentir nausea, así que fui al baño y vomité un poco, pero de repente sentí otro retorcijón en mi abdomen y caí al piso. Luché con ese fuerte dolor por un par de horas, y regresé a casa alrededor de las 18:00 hrs. Esa noche no dormí por el dolor tan fuerte.
El domingo 30 de mayo asistí al Servicio dominical matutino y regresé a casa para descansar. Pero el dolor era intenso y tenía escalofrío. Finalmente caí en coma. Después de eso me llevaron al hospital y me diagnosticaron apendicitis aguda, por lo que el médico sugirió que recibiera el tratamiento quirúrgico inmediatamente afirmando que de lo contrario la condición se tornaría en peritonitis y que yo corría el riesgo de perder la vida.
En esa situación emergente, yo no tenía ningún deseo de someterme a una cirugía. Mientras vivía en China una vez experimenté el poder de Dios mientras escuchaba el mensaje de santificación, y ya que yo asistía a la Iglesia Central Manmin, había sido testigo de la sanidad que recibieron muchas personas por medio de la oración de un poderoso siervo de Dios. Yo creí que ciertamente sería sanada por medio de la oración del Pastor Principal Dr. Jaerock Lee. Por eso abandoné el hospital ese mismo día y recibí la oración para los enfermos de parte del líder de mi zona, el Pastor Doochun Shin, y luego empecé a sentirme mejor.
No había otra opción aparte de la cirugía para la peritonitis aguda
El 2 de junio acudí al Pastor Principal Dr. Jaerock Lee y recibí su oración. Después de eso mi cuerpo se sentía liviano, mi columna se enderezó y sentí dolor muy ligero. Pensé entonces que había sido sanada, y me regocijé. Pero esa noche sufrí dolor intenso de la apéndice, tenía fiebre muy alta, y sentí que mis intestinos se retorcían. Por los siguientes tres días tuve dolor extremadamente fuerte, y el 5 de junio, a partir de las 5:00 hrs. difícilmente podía respirar. Después el dolor disminuyó y fui al baño; mientras me aliviaba un poco, tuve un flujo de sangre y pus, además de un líquido blanco. Pensé entonces que la apéndice se había reventado.
Al siguiente día acudía al Pastor Principal y le expliqué mi condición con detalle. Él oró por mí, y regresé a casa. Pero mis vecinos creyeron que algo serio me estaba ocurriendo, así que me llevaron a la fuerza al hospital. El resultado de los exámenes médicos era muy serio. El médico me dijo: "¿Está usted loca? Su apéndice reventó y sus intestinos están mezclados con pus. A menos que usted se someta a una cirugía urgente, sus intestinos se pudrirán y usted morirá".
Yo quería escaparme del hospital, pero no podía hacerlo sola. Los médicos me hicieron muchos exámenes y decidieron que me operarían ese mismo día a las 19:00 hrs. Yo no deseaba depender de los métodos humanos para mi sanidad, así que oraba fervientemente para ser sanada con los métodos de Dios.
Depender de Dios por completo y recibir la oración con el pañuelo
Esa tarde, la cirugía que estaba prevista para las 19:00 hrs. se retrasó porque los médicos cambiaron de opinión. El último examen demostraba que el pus había llenado el abdomen, por lo que pensaban hacer un agujero en el costado, conectar una manguera para drenar el pus a través de ella, y luego harían una endoscopia para decidir si debían o no realizar la operación. Mi médico añadió que la colelitiasis era tan urgente que no sabían en qué parte hacer la cirugía. Después de escuchar su explicación sentí paz y gozo, aunque mi cuerpo sentía profundo dolor.
Alrededor de las 23:00 hrs. yo estaba pensando en cómo vencer la situación, y entonces recordé el verso en Salmos 50:15 que dice: "E invócame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás". Me aferré a esa Palabra de Dios y oré a Él diciendo: "¡Señor, rescátame de este dolor! Sáname de esta enfermedad por medio del pastor a quien amas, y permite que te glorifique".
Un poco después entró a la sala la Pastora Eunhee Bae para visitarme. Yo le dije: "Pastora Bae, yo confiaré en el Señor hasta el fin. Yo seré sana por fe". Ella me respondió: "¿Qué te será imposible si demuestras fe? Alabemos a Dios y oremos". Ella compartió conmigo el mensaje sobre "la semilla de vida", y yo me sorprendí mucho.
Recordé mis errores pasados y el hecho de no tener paz con los demás, así que me arrepentí con lágrimas y lamento. La Pastora Bae puso sobre mí el pañuelo sobre el cual había orado el Pastor Principal Dr. Jaerock Lee, y oró por mí (Hechos 19:11-12). Mi corazón sintió como estar en el Cielo y el gozo fue sobreabundante. Desde ese momento hasta las 4:00 hrs. yo tuve mucha paz y gozo.
Completamente sana después de que Dios me limpió de todas las cosas inmundas que llenaban mi abdómen.
El lunes 7 de junio me hicieron un examen en la mañana. El resultado sorprendió a los médicos, quienes exclamaron: "¡Sorprendente! ¡Increíble! ¡Todo está bien! ¡No hay cálculos biliares!". La presión sanguínea se había normalizado y la fiebre había desaparecido. Durante los últimos 12 días yo no había comido nada, pero empecé a comer papilla en la tarde. Después de esto me ocurrió algo maravilloso; cada vez que iba al baño, dos o tres veces por día, Dios limpiaba mi abdómen y lo limpiaba de las cosas malas que lo habían llenado después de que reventó la apéndice.
Orina oscura y rojiza salía como si fuera veneno, y el pus mezclado con sangre, además de otras cosas malas, salían a manera de diarrea. Mi cuerpo se sentía muy liviano, como si flotara en el aire. El 9 de junio estaba completamente recuperada y regresé a casa como si nada hubiera ocurrido.
Este incidente me ayudó a reflexionar en mi corazón y vida, y causó que renovara mi fervor para convertirme en misionera. Pude sentir el delicado amor de Dios y la oración sincera del Dr. Jaerock Lee, y he decidido retribuir la gracia. Doy gracias y gloria a Dios por sanarme con Su poder.
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