Vitaly Tabaranu (33 años, Iglesia Manmin de Moldavia) Desde mi niñez asistía a la iglesia. Sin embargo, vivía en el pecado desobedeciendo la Palabra de Dios. No obstante ello, creía que era salvo. Mi vida no tenía sentido. ...
Dios otorgó esperanza a una persona pobre y sin educación
En 1982 me encontraba cursando el cuarto grado en la escuela básica. Cierto día estaba participando en las competencias atléticas como corredor de la carrera de relevos de 200 metros, pero a mitad de la carrera, me quedé sin aliento y sentí un fuerte dolor en mi pecho. Caí al piso y al despertar estaba en una cama en el hospital. Entonces me diagnosticaron angina.
Para empeorar las cosas, mi padre bebía demasiado y ejercía la violencia en el hogar. Como resultado, mi madre abandonó el hogar y dejó a sus cinco hijos. Dos años más tarde mi padre murió, y ya que yo era el hermano mayor, dejé de asistir a la escuela secundaria y fui a Seúl para ganar dinero. Trabajé en muchas fábricas y restaurantes, y tuve que pasar humillaciones y desprecio de la gente a mi alrededor, además de derramar muchas lágrimas.
De manera intermitente yo debía cambiar de trabajo a causa de la angina. Sentía intenso dolor en el pecho y me desmayaba. Incluso el latir del corazón se detenía, y hacían uso de la terapia de shock eléctrico para traerme a la vida. En noviembre de 2008 fui invitado por mi hermano a la Iglesia Manmin de Kwangju. Muchos hermanos y hermanas de la iglesia me trataban bien aunque yo no tenía educación ni era alguien en la vida. Sentí al buen Dios que ama a todos sin discriminación y llegué a poseer esperanza por el Cielo. Al observar las manifestaciones del poder de Dios, empecé a desear y orar para ser sanado de la angina por fe.
En mayo de 2010, la Iglesia Manmin de Kwangju estaba tan ocupada preparándose para la Cruzada de Bendición de un día, con el Dr. Jaerock Lee. Yo era introspectivo y no tenía buena salud, pero me uní a la difusión del evangelio y a la repartición de invitaciones para el evento junto con los miembros de la Misión de jóvenes adultos. Después de esto yo sentí una gracia de Dios muy diferente. Yo no podía creer la existencia del Cielo y el Infierno al principio, pero después de experimentar esta gracia, llegué a comprender los significados espirituales de la Palabra de Dios y decidí vivir de acuerdo a la Palabra.
El 29 de junio se realizó la Cruzada de Bendición de un día. El momento que entré en el santuario desaparecieron el mareo y el dolor del pecho, y mi cuerpo se sentía liviano. Me senté en uno de los lugares asignados para los enfermos y miré el rostro del Pastor Principal Dr. Jaerock Lee. Instantáneamente la paz y el gozo se apoderaron de mí y llegué a tener certeza de haber sido sanado. Después de predicar el mensaje, el Dr. Jaerock Lee oró por los enfermos desde el púlpito. Recibí su oración y contesté "Amén". Él impuso sus manos sobre los enfermos por individual, y oró por ellos una vez más.
Cuando impuso sus manos para orar por mí, sentí que él no es un hombre común y que algo entró en mi corazón. En ese momento mi cuerpo se tornó liviano y sentí que volaba por el aire. Sentí certeza de mi sanidad.
Al siguiente día me sometí a un electrocardiograma, y el resultado demostró que yo era normal. Ahora ya no pierdo las fuerzas cuando corro con rapidez. Doy mis gracias sinceras a Dios quien da consuelo, fortaleza, bendición y esperanza por el Cielo a cualquier persona que cree en Él y lo ama, ya sea que tengan educación o no, ya sean pobres o ricos.
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Hermano Taewon Suk (Iglesia Manmin de Kwangju)
