Todo lo podemos con la ayuda de Dios
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Septiembre 26, 2010 |
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Hermano Jaeyoon Kim (California, EE. UU.)
Hno. Jaeyoon Kim y su familia durante la graduación (segundo a la izquierda).
El 8 de junio, cuando recibí el Premio Presidencial durante la ceremonia de graduación de secundaria, no sólo estaba sorprendido, sino que me alegré porque mis esfuerzos no habían sido en vano.
Tengo unas pocas palabras para compartir con otros estudiantes. Estas son: "Nunca se den por vencidos. Crean que todo lo pueden con la ayuda de Dios. Sean fieles en la preparación de exámenes y en el cumplimiento de tareas. Cada vez que requieran ayuda, solicítenla al maestro, y aprendan con humildad de sus compañeros".
Mi familia emigró a los Estados Unidos en el año 2000. Hemos vivido en las Vegas hasta recientemente, que nos mudamos a Irvine, California, para empezar la obra misionera ahí.
Aceptamos y servimos al Señor en Corea, y estaba acostumbrado a la vida ahí, en especial a los aspectos de la cultura cristiana. Sin embargo, tras entrar a la escuela media en los Estados Unidos, empecé a tener malas amistades. Yo empecé a usar y a acostumbrarme al vocabulario y al comportamiento agresivo. Incluso golpeaba a los demás sin razón alguna, y me hice adicto a los juegos computarizados, por lo que mis calificaciones escolares eran muy bajas. Mis padres estaban tristes por mi causa.
Cierto día sentí que mi vida debía cambiar, y empecé a arrepentirme de mi estilo de vida. Me esforcé al máximo por cambiar, pero el esfuerzo y la habilidad no me llevaron a ningún lado. Por fortuna, mi vida empezó a cambiar por medio de la preocupación amorosa de mis padres y la lectura de la Biblia. Durante el 7º y 8º grados, yo realmente deseaba vivir una vida cristiana apropiada y estaba ansioso por compartir el evangelio a mis amigos.
Durante el 10º grado, en el año 2007, mi padre escuchó los sermones del Dr. Jaerock Lee en la página electrónica de la Iglesia Central Manmin. Él cambió de un cristiano común a un cristiano fiel con sed por la Palabra viva de Dios. Al escuchar estos mensajes, yo también sentí la necesidad de cambiar mi corazón, y pensé que mi fe debía despertar.
También entendí que debía santificarme para poder convertirme en un verdadero hijo de Dios. Me di cuenta con detalle cuán malvado era mi corazón, y cuánto deseaba Dios que yo cambiara.
Al ver las manifestaciones de los muchos prodigios y señales a través del Dr. Jaerock Lee, me di cuenta de que Dios está vivo, y que el Cielo y el Infierno en realidad existen. Comprendí cuán grande es en realidad el amor de Dios, y llegué a tener esperanza por el Cielo. También recibí fortaleza para seguir adelante hacia la Nueva Jerusalén, el mejor lugar de morada en el Cielo. Así que decidí obedecer la Palabra de Dios, he hice la confesión de hacer del Evangelio de Santidad mi vida. Empecé a tener cuidado con mis palabras, y me esforcé por no juzgar o condenar a los demás. Me acerqué a aquellos que se veían solos y que parecían estar sufriendo, y compartí el evangelio con ellos.
Antes de escuchar el Evangelio de la Santidad no sentía deseos de estudiar, por lo que no me esforzaba mucho. Pero después de escuchar el Evangelio de la Santidad, me di cuenta de que el reino de los Cielos existe en realidad y que Dios se complace cuando hacemos lo que nos ha encomendado. En otras palabras, los estudiantes deben esforzarse en sus estudios, y honrar a sus padres.
Por medio de la Palabra de Dios y la oración llegué a tener el deseo de glorificar a Dios por medio de mis estudios. Oré por sabiduría durante mis clases, y Dios me ayudó a estudiar más y ser mejor en la escuela. También participé en actividades extracurriculares, como el Club cristiano de la escuela (fui Presidente por cuatro años), el Club de reciclaje, el Club de matemáticas, el Club de estudiantes honorarios, y la Banda escolar (ejecuté el clarinete por tres años). En el año 2007 fui a un viaje misionero en Perú. Todos los esfuerzos y las buenas calificaciones me permitieron obtener el Premio Presidencial a la Excelencia Académica.
El primer domingo de julio, mi padre, el Diácono Hangyoul Kim, fue comisionado como misionero de la Iglesia Central Manmin. Mi familia visitó Corea para esta ceremonia. Fue mi primera visita a la iglesia, y me conmovió en gran manera ver a los miembros de la iglesia alabando y adorando a Dios con todo su corazón y amor. También me alegró ver cara a cara al Pastor Principal, el Dr. Jaerock Lee. Luego de ver los servicio de adoración en la Iglesia Central Manmin, yo anhelaba ver al pastor. Cuando pude conocerlo personalmente, un gozo indescriptible se apoderó de mí, y sentí cuán abundante en amor y misericordia es él.
Le dije que había aprobado el examen de ingreso para la Escuela de Medicina en la Universidad de Boston, pero que iba a asistir a otra universidad para alivianar la carga de los gastos de educación a mi padre, y para ayudarle con la obra misionera. El Pastor Principal me preguntó por qué no había solicitado su ayuda, pero al mismo tiempo me elogió por el deseo de mi corazón de ayudar a mi padre en el ministerio. Mediante este encuentro con el Pastor Principal, mi deseo de convertirme en un hijo obediente de Dios meditando en Su palabra ha crecido, al igual que mi anhelo de ayudar a mi padre en el ministerio para la gloria de Dios.
El 23 de agosto ingresé al Irvine Valley College de California para hacer una maestría en química. Pienso alcanzar la excelencia académica en la Universidad y terminar los dos primeros años para luego ingresar en UCLA (Universidad de California, Los Ángeles) o a la UC Berkeley en donde estudiaré por dos años más. Luego de la graduación anhelo apoyar el ministerio de Manmin, pero ya como un profesional.
Estamos orgullosos de nuestra segunda generación en el extranjero
Además del Hermano Jaeyoon Kim, quien recibió el Premio Presidencial por Excelencia Académica de parte del Presidente de los Estados Unidos, Sr. Barack Obama, otros estudiantes también han recibido reconocimientos. Ellos son excelentes en sus estudios y viven vidas ejemplares de fe. El Hno. Chanyoung Kim obtuvo el Premio Presidencial de parte del Expresidente George Bush, en el año 2008. La Hna. Stephanie Johnson, la obtuvo de parte del Presidente Barack Obama, en el 2009. Y el Hno. Sukjun Moon la obtuvo en dos ocasiones de parte del Presidente Barack Obama, una en el año 2009, y otra en el 2010.
Ellos han crecido en la familia de la fe y hacen la siguiente confesión de gratitud: "Me di cuenta al escuchar la Palabra de Dios, que es agradable ante Él vivir de acuerdo a Su palabra, así como esforzarse en los estudios a fin de realizar la tarea de estudiantes. Cuando me he esforzado por vivir de acuerdo a la Palabra de Dios y por caminar siendo fiel, Él me ha permitido obtener el Premio Presidencial".
 
 1. Hno. Chanyoung Kim (Premio de parte del Expresidente George Bush, 2008)
2. Hna. Stephanie Johnson (Premio de parte del Presidente Barack Obama, 2009)
3. Hno. Sukjun Moon (Premio de parte del Presidente Barack Obama, 2009 y 2010)
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