Vitaly Tabaranu (33 años, Iglesia Manmin de Moldavia) Desde mi niñez asistía a la iglesia. Sin embargo, vivía en el pecado desobedeciendo la Palabra de Dios. No obstante ello, creía que era salvo. Mi vida no tenía sentido. ...
¡Desde que tuve un encuentro con el Señor de la sanidad, he llevado una vida feliz como nunca antes!
La hermana Minkyung Lee tocando los instrumentos de percusión como parte de los miembros de la Orquesta Nissi.
Al pasado mes de noviembre, tuve dolor de estómago, y un dolor severo que me hizo preocupar. Sin embargo, no lo tomé en serio y pensé que estaría bien luego de recibir la oración del Dr. Jaerock Lee. Durante un mes luego de lo que había pasado, me sentí bien, pero luego comencé nuevamente a sentir severos dolores. Como resultado tuve que recibir un examen ginecológico en un gran hospital.
Los resultados del examen de ultrasonido mostraron que tenía quistes de 3 cm en los ovarios. El doctor dijo: "Aun está joven. ¿Cómo pudo descuidar tanto su salud?" Añadió que era un caso muy raro para una mujer de recién 20 años tener quistes de ese tamaño. Continuó hablando y me dijo que si los quistes crecían o se hacían malignos luego de dos meses, tendría que someterme a una cirugía.
Entonces me puse a examinar mi vida. Yo creía que podía ser sana solo por medio de la oración del Dr. Lee sin tener que arrepentirme. Luego comencé a darme cuenta de mi mal comportamiento. No me había despojado completamente de las cosa mundanas usando la excusa de que mis familiares no eran creyentes en Dios. Quebranté la paz entre ellos y quería que las demás personas me comprendieran. Me arrepentí de este pecado y ayuné.
Mientras ofrecía mi voto de oración el 21 de febrero, un día antes de realizarme otro ultrasonido, fui llena del Espíritu Santo más de lo usual. Me fui a la cama luego de recibir la oración del Dr. Lee grabada en el servicio del Sistema Automático de Respuesta y tuve un sueño en el cual alguien golpeaba a la puerta de mi casa. Sonaba como una llamada urgente y una voz me decía: "Hermana Minkyung Lee, el Dr. Lee está viniendo". Me apresuré para ir a verlo; una luz brillante me dejó sin aliento. Él me mostró una gran sonrisa y me dijo: "Estoy aquí porque vine a verte. Ahora me tengo que ir", me abrazo y luego desapareció.
Prescripción del doctor luego de que ella recibió oración: Sin síntomas, sin anomalías.
Estaba tan convencida que había sido sanada ya que tuve un sueño tan vívido luego de haberme arrepentido. Luego fui al hospital para ver los resultados del ultrasonido, mi doctor dijo: "Afortunadamente los quistes en los ovarios desaparecieron". ¡Cuán feliz me sentí! Desde ese entonces, he disfrutado tanto al escuchar los sermones del Dr. Lee y las alabanzas. Llevo una vida cristiana feliz entendiendo el corazón del Señor cada vez más. Tengo muchos deseos de retribuir Su gracia en gran manera.